Las universidades forman a un 50% más de maestros de los que se necesitan
La Conferencia de Rectores alerta por primera vez en su informe anual del desajuste entre la oferta y la demanda en Magisterio
En España se gradúan más maestros de los que el mercado puede absorber. Las universidades públicas y privadas de las diferentes comunidades autónomas ofrecen un 50,5% más de plazas que los puestos de trabajo que se crean, según ha alertado la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) en su último informe La universidad en cifras, del curso 2016-2017, presentado este miércoles. Es la primera vez que este organismo llama a la “responsabilidad” de las propias universidades para solucionar el “desajuste” entre la oferta y la demanda en esa profesión. Las autonomías mantienen el número de plazas pese a la bajada de la natalidad.
El informe señala grandes diferencias entre comunidades: Castilla y León "es la que más se excede" con un número de plazas que casi duplica sus necesidades de empleo reales (un 186%), seguida de La Rioja (un 174%), Extremadura (135%) o Aragón (124%), entre otras. En el lado opuesto, hay únicamente dos autonomías en las que la oferta de plazas universitarias está por debajo de la demanda del mercado: Cataluña, con un -6,53% y Baleares, con un -9,30%.
La CRUE achaca el problema a la última década y considera que ese perfil profesional —graduados en Maestro en Educación Infantil y Primaria— está “saturado”. Por ello, urge a las facultades a analizar la situación teniendo en cuenta que las plazas se financian con dinero público y con el “esfuerzo” de los “contribuyentes”.
España necesita 369.000 maestros, según el estudio, que ha tenido en cuenta la natalidad media de los últimos 10 años. Si el porcentaje de docentes que, según el cálculo de la CRUE, sobra es del 50,5%, es que España está formando a 555.345, por lo tanto sobrarían 186.345. Según el informe, las universidades públicas forman a 514.500 maestros. “Hay que ser realista con la situación que tenemos. El Estado no prevé universalizar la educación de cero a tres años y no hacen falta tantos maestros”, indica Juan Hernández, profesor de Economía de la Universidad de Jaén y coautor del estudio. En su opinión, una posible solución sería que las autonomías se pongan de acuerdo con las universidades para reducir el número de plazas. En todo caso, cree que el Ministerio de Educación debe hacer un diagnóstico para después proponer soluciones.
De momento, Cataluña es la única comunidad que ha hecho frente al problema y en los últimos cuatro años ha reducido un 15% el número de plazas que se ofertan en Magisterio, tanto en las públicas como en las privadas. El Consejo Interuniversitario de Cataluña (CIC) —donde están representadas las 12 universidades de la región y el Gobierno— decidió también implantar una prueba para el acceso a los grados en Maestro, además de la selectividad. Otra de las medidas para controlar el número de plazas fue no permitir a la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), online, impartir el grado. “Según el cálculo que hicimos, la reducción debía ser del 30%, pero no se puede hacer de golpe”, comenta Miquel Martínez, del CIC y profesor de la Universidad de Barcelona.
Para calcular el exceso de graduados por región, los rectores han analizado los datos de natalidad y las necesidades de escolarización. "En los últimos 40 años, se ha registrado una caída de más de 10 puntos en la tasa bruta de natalidad, pasando de 18,7 niños por cada 1.000 habitantes a 8,4", indica el estudio. A esos cálculos se suma la tasa de reposición por jubilación y las sustituciones por bajas.
Ana Martín, de 31 años, es una de las afectadas. “Si lo llego a saber, elijo otra carrera”, cuenta. Se graduó en Educación Infantil en 2012, se ha presentado en tres ocasiones a oposiciones y todavía no la han llamado. En Madrid, está la número 2.634 en la lista de espera. Su nota fue de 7,5 sobre 10. Mientras, trabaja en un supermercado a jornada completa y gana unos mil euros.
“Es importante que nos pongamos de acuerdo en la regulación del número de plazas que ofertamos. Tenemos que formar a menos maestros y con programas de mayor calidad”, opina Carmen Fernández Morante, decana de la Facultad de Educación de la Universidad de Santiago y presidenta de la Conferencia de Decanos de las Facultades de Educación, que ya hace meses que debaten el tema pero todavía no tienen soluciones sobre la mesa.
La profesión de maestro, denuncia el informe, no puede ejercerse “en sociedades distintas a la española por la dependencia que el proceso de aprendizaje tiene de la lengua a la que está vinculado el alumno”. La empleabilidad “se reduce al mínimo” cuando no consiguen una plaza docente, continúa el documento.
La CRUE, que aglutina al grueso de las universidades públicas y privadas, se muestra especialmente crítica con las segundas. Señala que el problema se debe, en gran parte, a los graduados de los centros adscritos a las universidades públicas y, “especialmente”, a la privada. “Provoca un aumento de los docentes que agudiza la brecha entre la demanda y la oferta de empleo, que está afectando a la mitad de los egresados, que no podrán ejercer”.
Sobre el perfil de los alumnos de Magisterio, destaca la presencia de estudiantes procedentes de familias con bajos ingresos, ya que el 69,5% de ellos solicitaron beca en el curso 2016-2017 frente al 58,1% de media de las otras carreras. Se trata de un grado cursado mayoritariamente por mujeres: son el 76,2% en las facultades públicas y el 77,8% en las privadas. La tasa de rendimiento académico de los alumnos fue 12 puntos superior a la media del resto (89,6% frente a 78,6%), y la tasa de abandono no llegó a los dos dígitos (9% frente a 17,8%). La tasa de graduación excedió en más de 20 puntos a la obtenida para el conjunto de las enseñanzas universitarias (70,8% frente a 49,3%).
Empobrecimiento de los becados
La capacidad económica de los becados continúa a la baja. "Más becarios, mayor empobrecimiento y menor asignación presupuestaria", indica el documento. El número de alumnos de grado y máster que recibieron algún tipo de beca del Ministerio de Educación en el curso 2016-2017 aumentó un 7,4% en relación al curso 2010-2011, pasaron del 18,6 al 22% del total (21.836 estudiantes). Los fondos destinados a becas universitarias descendieron un 13,5% (de 943 a 815 millones de euros). La dotación por estudiante cayó de los 2.331 euros a los 1.757, un descenso del 24% del curso 2011-2012 al curso 2016-2017.
España, entre los países con las tasas más altas
En el curso 2017-2018, España continuó entre los países de la Unión Europea con las tasas universitarias públicas más altas: el precio de los máster fue el tercero más caro —por detrás de Reino Unido y Letonia—, mientras que el de los grados ocupó el sexto lugar —por detrás de países como Italia, Hungría o los Países Bajos—. Esa situación se mantiene pese a la reducción del coste de las matrículas aprobado el pasado curso en regiones como Cataluña y Madrid, que están entre las más caras.
El 70% de los estudiantes españoles no recibe ayudas. Las desigualdades "relevantes" de los alumnos en relación a las regiones de origen se empezaron a registrar en el curso 2012-2013, indica el informe.
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