Las siete rectoras se alían para frenar la brecha de género en la Universidad
Las responsables de los campus reclaman discriminación positiva, cursos de gestión para mujeres y perspectiva de igualdad en las asignaturas
En ocho siglos de historia de la Universidad en España, apenas ha habido 19 rectoras y la primera ocupó el cargo en 1982 (Elisa Pérez Vera en la UNED). Hasta 1910 las mujeres estaban vetadas en muchas carreras y desde entonces su progresión en el escalafón jerárquico ha sido muy lento. Tanto, que parece milagroso que en este momento siete mujeres gobiernen siete de las 50 universidades públicas. Aunque no es fruto una casualidad. Desde que se aprobó la Ley de Igualdad de 2007 se exige la paridad en los equipos de gobierno —vicerrectores y gerentes— y, aunque no siempre se cumple, los resultados florecen ahora. Por eso hoy lunes se ha celebrado en Castellón la Cumbre de Rectoras de las Universidades Públicas Españolas con presencia de las siete.
Hasta mayo eran cuatro —Granada (Pilar Aranda), Autónoma de Barcelona (Margarita Arboix), País Vasco (Nekane Balluerka) y Huelva (Antonia Peña)— y desde entonces casi se han duplicado. Una de las últimas en llegar ha sido la filóloga Eva Alcón quien, animada por sus compañeros en la Jaume I, decidió convocar a sus homólogas. Forman parte de club también Mavi Mestre, rectora de Valencia y María José Figueras, de la Rovira i Virgili en Tarragona. "La idea es hacer llegar las conclusiones a los vicerrectorados de igualdad, a la CRUE [todos los rectores] y marcar una hoja de ruta que ir modificando", sostiene Alcón.
En España las mujeres son el 42% de los investigadores en las universidades y el 41% en los organismos públicos de investigación. Solicitan el 42% de las ayudas del plan estatal de I+D pero su porcentaje de éxito es menor que el de los hombres, 33% frente a 42%. "En la Universidad de Huelva encuentro problemas en llevar el género a las normativas. Estamos preparando un plan de investigación que incentiva a las investigadoras, pero me imagino ya quien estará reparando las alegaciones para tumbarlo", se ha lamentado la rectora María Antonia Peña, catedrática de Historia Contemporánea.
Desde 1990 se matriculan más mujeres que hombres en la Universidad. Ellas obtienen mejores tasas de rendimiento, notas medias y tasas de idoneidad y graduación, pero después se inicia su declive. Se igualan las cifras en doctorado (50%) y, aunque defienden más tesis, a medida que se sube en la pirámide académica hay muchas menos profesoras. Apenas son el 21% del cuerpo de catedráticos. La tasa cero de reposición decretada por Cristóbal Montoro hace un lustro ha frenado también la promoción de centenares de académicas acreditadas. Ese cuello de botella empieza ahora a solventarse.
El porcentaje de decanas y directoras de departamento (27% en 2015) son también bajos y algunos campus toman medidas. "En el País Vasco tenemos un programa con un coach para empoderarlas y que accedan a puestos de responsabilidad", ha contado la rectora Balluerka. "Tienen que haber el compromiso de ocupar un puesto en dos o tres años. Ya se han formado 133 mujeres", ha proseguido. "En la Autónoma de Barcelona nosotros organizamos un curso de gestión de profesores y PAS [Administración y Servicios] también para empoderarlas. Hay momentos en que hay que hacer discriminación positiva", se ha sumado la rectora Arboix.
A todas las rectoras les preocupa la falta de vocaciones femeninas en carreras técnicas. "En Granada celebramos desde hace cuatro años un campus para chicas. Nos dijeron que no era constitucional", cuenta Aranda. "En julio se incorporan y trabajan en ciencia. Se obtienen muy buenos resultados. Estábamos a punto de cerrar el grado de Informática en Ceuta con seis o siete estudiantes y ahora hay 25, de los que 12 son mujeres porque vienen más chicas a nuestro campus". En la Autónoma de Barcelona trabajan con alumnos brillantes de secundaria de zonas deprimidas y aprovechan para convencerlas a ellas de ser ingenieras. Y en Valencia se plantean "un plan de mentoría para que no sientan el síndrome de las intrusas", adelanta Mestre.
La maternidad o los cuidados de los mayores paralizan muchas carreras femeninas, no solo en la Universidad. "Los departamentos son incapaces de medidas de conciliación en el plan de organización de docentes", se desespera la rectora Aranda. "El contrato doctor finaliza en cinco años y en la Universidad de Valencia optamos porque quien haya tenido una baja por maternidad o por cuidados decidida si le descuenta o no ese periodo", ha relatado la rectora Mestre.
Incluir estudios de género en los campus es, para estas rectoras, uno de los objetivos pendientes. "Hemos introducido una optativa en temas de igualdad con la resistencia de la institución", ha reconocido Alcón, "porque supone quitar una asignatura de otro ámbito". En la cumbre han propuesto también que se cite de otra manera en las revistas indexadas. "Mientas los nombres de pila en algunas revistas estén abreviados la M será Manuel no María. Eso hace que se pierda la visibilidad de las investigadoras", sostiene la rectora de Huelva. Reclaman también más presencia en mesas redondas, conferencias inaugurales, nombres de espacios universitarios o reconocimientos públicos. "En la Rovira i Virgili solo tenemos un 12% de honoris causa. Ya les he dicho a los departamentos que espero que me propongan a mujeres, que se rompan la cabeza", ha relatado María José Figueras.
El próximo mayo la CRUE deberá consensuar su nuevo presidente y dos de las siete rectoras —Aranda y Balluerka— forman ya parte de la comisión permanente de 11 miembros. Desde que se fundó la CRUE hace 24 años, solo ha tenido una presidenta: Adelaida de la Calle (2011-2013), entonces rectora de Málaga. El Centro de Investigaciones Científicas (CSIC), por su parte, posicionó justo hace un año por primera vez a una mujer al frente: Rosa Menéndez. Esta química se mantiene en el cargo tras el cambio de Gobierno. Los socialistas aprobaron en el pasado Consejo de Ministros el Observatorio Mujeres, Ciencia y Innovación con el que pretenden "aumentar la presencia de mujeres en todos los ámbitos de la vida científica y universitaria".
Y en paralelo, el ministro Pedro Duque busca un nuevo rector para la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) que sustituya a Emilio Lora-Tamayo. Si finalmente es una mujer, como se especula en el ámbito universitario, sería la primera en el cargo en una institución con 86 años se historia y la número 20 en toda España.
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