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Bebés nacidos sin un brazo o una mano, el misterio que inquieta a Francia

Las autoridades ponen en marcha una investigación nacional tras aumentar a 18 los casos sospechosos de niños con agenesia

Silvia Ayuso
Francia investiga una inusual alta cifra de bebés nacidos sin una mano o brazo
Francia investiga una inusual alta cifra de bebés nacidos sin una mano o brazoAFP

¿Por qué están naciendo niños sin un brazo o sin una mano en algunas zonas muy localizadas de Francia? La pregunta, que llevaba rondando —e inquietando— a todo el país desde hace varias semanas, ha vuelto a resurgir ahora con más fuerza, tras conocerse que el problema podría estar mucho más generalizado de lo que se creía. Y, también, porque sigue sin haber una respuesta clara no solo sobre el número de afectados, sino incluso sobre los posibles motivos de estos casos de agenesia en miembros superiores tan localizados en un periodo de 15 años. ¿Puede ser culpa de algún medicamento tomado durante el embarazo? ¿De algún alimento? ¿O es algo que se respira? ¿Estarán los pesticidas detrás de estas malformaciones congénitas, como creen algunos ecologistas? El problema ha pasado a adquirir una dimensión nacional y ha obligado a las autoridades a anunciar una nueva investigación más amplia que las anteriores.

Un estudio previo de las autoridades sanitarias se cerró a principios de octubre sin respuestas concluyentes, para frustración de las familias afectadas y de no pocos políticos. Las cifras, argumentaron en ese momento los expertos, eran inusuales, pero no necesariamente alarmantes: cuatro casos en el departamento bretón de Morbihan de bebés nacidos entre 2011 y 2013; tres en torno a Mouzeil, en el Loira-Atlántico, durante el periodo 2007-2008, y siete más en Ain, en el este del país, entre 2009 y 2014. Pese a que todos los casos se habían producido en un perímetro muy restringido —por ejemplo, los de Ain se localizan en un radio de 17 kilómetros de la localidad de Druillat—, no se llegó a ninguna conclusión convincente y se dio carpetazo al asunto indicando que, si bien en Bretaña y en el Loira-Atlántico había un “exceso de casos”, no se podía decir lo mismo de Ain. De cualquier manera, agregaron, no se había podido establecer ninguna causa concreta para estas malformaciones congénitas en los miembros superiores que, según cifras oficiales, sufren unos 150 bebés cada año en toda Francia.

“Puede haber una razón cromosómica, de medicamentos, pueden tener un motivo medioambiental, pueden ser motivos mixtos, pero hoy en día no tenemos la más mínima pista que nos permita avanzar”, dijo en aquel entonces el director general de la Agencia de Salud Pública francesa, François Bourdillon. El mismo que ahora, apenas cuatro semanas más tarde, ha confirmado que está “en marcha” una nueva investigación, esta vez a nivel nacional.

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El motivo: el martes, esta misma agencia confirmó que se están estudiando 11 posibles casos más en Ain, que elevarían a 18 el número de bebés nacidos entre 2000 y 2014 a los que le falta un brazo, el antebrazo o una mano. La noticia ha dado un vuelco a la situación. La Agencia de Salud Pública ha lanzado una “investigación nacional”. A la espera de los resultados, que tardarán al menos tres meses, las especulaciones se multiplican. Y las autoridades no se atreven ya a descartar nada.

“No vamos a cerrar ninguna pista”, aseguró el miércoles la ministra de Salud, Agnès Buzyn. “Quiero saber, creo que toda Francia quiere saber” lo que está pasando, “no podemos contentarnos con decir que no hemos encontrado una causa”, agregó en declaraciones a la emisora BFM TV, en las que adelantó una “pista medioambiental”. Puede que esté vinculado a lo que comieron las madres de los niños afectados durante el embarazo, o a algo “que respiraron”, aventuró. “No vamos a esconder nada”, prometió por su parte Bourdillon.

Muestra del nerviosismo es el cambio de actitud respecto de la investigadora Emmanuelle Amar. La epidemióloga, que dirige el registro de malformaciones en Rhône-Alpes, donde se sitúa el departamento de Ain, fue la primera en dar la señal de alerta acerca del inusual número de casos concentrados en zonas como Ain. Acusada por otros colegas de haberse comportado de una forma alarmista, la científica fue notificada el viernes pasado de su despido. Según el dominical Journal du Dimanche, que reveló la noticia, Amar había declarado la semana pasada ante un grupo parlamentario sobre salud medioambiental que la primera vez que ella avisó de que algo raro estaba pasando fue en febrero de 2011. También criticó la forma de analizar los casos sobre el terreno de la Agencia de Salud. Pero la científica puede respirar algo más tranquila. El lunes, recibió otra notificación que le informaba de que su despido estaba “suspendido”.

Las nuevas investigaciones lanzadas se centrarán en un primer momento en el departamento de Ain para extenderse durante el mes de noviembre por toda la región de Rhône-Alpes y, después, a todo el territorio, adelantó el jefe de la Agencia de Sanidad Pública.

La agenesia transversal de miembros superiores provoca la ausencia de la formación de una mano, el antebrazo o el brazo durante el desarrollo del embrión. Según la Agencia de Salud Pública, en Francia son “malformaciones raras”. De hecho, la incidencia es en este país de 1,7 casos por cada 10.000 nacimientos, alrededor de 150 casos al año.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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