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El obispado de Alicante defiende que el cura pederasta de Granada trabaje de capellán

La Comunidad Valenciana dice que no le corresponde elegir a a los curas que contrata

El Hospital General de Alicante.
El Hospital General de Alicante.pepe olivares
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El padre Amador Romero, condenado por abusar de un monaguillo en la década de los noventa en Granada,  seguirá de momento ejerciendo como capellán del Hospital General de Alicante porque no ha sido inhabilitado para ejercer su ministerio. Es la conclusión que se desprende del comunicado emitido ayer por el Obispado de Orihuela-Alicante, en respuesta a la información publicada este jueves por EL PAÍS, sobre el homenaje que la diócesis de Guadix (Granada) brindó a este sacerdote pederasta en junio de 2017 y al cargo que actualmente ocupa en el hospital público de referencia de la provincia de Alicante.

Según ese escrito, Amador Romero está “incardinado” en la diócesis granadina, pero el obispo de Alicante le permitió colaborar en su demarcación, a petición propia, “después de comprobar que tanto desde la justicia civil como eclesiástica no se le prohíbe o limita para el ejercicio de su ministerio sacerdotal”.

En el comunicado, el obispado alicantino asegura que el traslado de diócesis fue aprobado por su homónimo de Granada, mantiene que se ajusta a “la normativa eclesiástica y civil” y defiende su “compromiso en la prevención y actuación ante cualquier abuso de poder, de conciencia y sexual”.

Por su parte, fuentes de la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana afirman que desconocen los antecedentes del capellán del hospital alicantino y recuerdan que el nombramiento de cargos eclesiásticos que prestan asistencia espiritual a los pacientes en los centros de salud públicos corresponde a la propia Iglesia, en virtud de un convenio suscrito por la Administraciones con la Conferencia Episcopal hace tres décadas.

Romero fue condenado en 2001 a 18 meses de prisión por un delito continuado de abusos sexuales a un monaguillo de 11 años. Los hechos ocurrieron entre 1995 y 1997, cuando el religioso, que oficiaba entonces en una parroquia del municipio granadino de Aldeire (639 habitantes), abrazó, besó y desnudó al niño “con regularidad” mientras le pedía que le masturbara.

La sentencia del Juzgado de lo Penal 3 de Granada, que le condenó también a pagar 60.000 euros a la víctima por daños morales, fue confirmada posteriormente por la Audiencia de dicha provincia.

El actual capellán del Hospital General de Alicante no llegó a entrar en prisión. En junio del pasado año recibió un homenaje con motivo de sus bodas de plata, 25 años, en el sacerdocio, en una celebración presidida por el entonces obispo de Guadix, monseñor Ginés García.

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