“Las empresas no quieren unir su nombre a la Universidad Rey Juan Carlos, nos evitan”
Los alumnos secundan una huelga contra la “mafia” y para reclamar una auditoría
Los estudiantes de la Universidad Rey Juan Carlos se están concentrando hoy como protesta por la pérdida de prestigio que ha experimentado la institución académica en los últimos tiempos a raíz de los escándalos con los másteres que han afectado al líder del PP, Pablo Casado, y que han ocasionado la dimisión de una ministra, Carmen Montón y la presidenta madrileña Cristina Cifuentes. Los alumnos han seguido la huelga mayoritariamente la huelga, algún profesor la cifraba en un 60% de alumnos menos en las aulas y otros de aulas vacías. La concentración de esta mañana en Vicálvaro, sin embargo, ha sido menos numerosa, alrededor de dos centenares de personas. Hay carteles que animaban a quedarse en casa, lo que generó confusión según se quejaban algunos manifestantes.
Esta concentración, convocada en Vicálvaro es muy simbólica porque ahí nació la universidad y es la cuna de la corrupción detectada. "Fuera mafia de la Universidad", gritaron los alumnos reunidos. "No solo es Cifuentes, es el sistema" y "La Universidad para los estudiantes", corearon también. Sus exigencias se resumen en cuatro: que dimita el rector Javier Ramos, que se abra una investigación externa de la URJC, que se limpie el campus y se regeneren los órganos de gobierno de la universidad.
Andrea San Juan, Inma Crespo y Belén de la Flor entraron el pasado curso “a ciegas” en el doble grado de Relaciones Internacionales y Protocolo de la URJC sin “imaginar lo que se venía encima”. Pedían un 12,8 sobre 14 para ingresar, y si lo llegan a saber no escogen la carrera. Hubiesen estudiado donde quisiesen. Andrea ha sido admitida en la Complutense y está hoy en vías de cambiar el expediente. “En parte me voy por el desprestigio”, reconoce. Las tres tienen claro que para estudiar el máster se irán fuera de España o a la Carlos III. Inma y Belén en general están contentas con los profesores y este doble grado solo se oferta en la URJC y eso las anima a mantenerse en el campus. Pero, entre quienes estudian solo Relaciones Internacionales, sí han observado deserciones. “Igual se han ido 5 de 80 alumnos”, calcula Inma.
Esta noche NOS HEMOS ENCERRADO y dormiremos en el edificio de Gestión en Fuenlabrada para preparar el día de mañana.
— Res Publica URJC (@ResPublicaURJC) September 26, 2018
¡Hacia la #HuelgaURJC27S! pic.twitter.com/9w52uhosC1
Caffarel: "En los proyectos nos piden que el investigador principal no sea de la URJC"
Carmen Caffarel, catedrática de Comunicación Audiovisual, hoy no impartía clase pero la hubiese dedicado -de tener alumnos- a hablar sobre la huelga y sobre lo que se puede hacer. Entiende el paro, "nos están haciendo un daño reputacional enorme", y le preocupan en especial los alumnos porque la carrera de un profesor o de un PAS (Administración y Servicios) es más dilatada. "Ellos están solo en la facultad cuatro años y ven que pasa el tiempo, su título cada vez vale menos y nadie hace nada por solucionarlo".
Caffarel, exdirectora de RTVE y del Instituto Cervantes, cree además que el desprestigio está afectando también a los profesores. "Cuando estamos buscado proyectos de investigación o en las publicaciones se nos insinúa que no pongamos la filiación a la universidad. Dicen: 'Mira, sería mejor que el investigador principal sea de otra universidad".
"Hay que hacer una auditoría externa", propone Caffarel. Este rector [Javier Ramos] caerá, pero tienen que asumir responsabilidades los dos rectores anteriores [Pedro González Trevijano y Fernando Suárez] que permitieron el Instituto de Derecho Público, el de los másteres, y que, de momento, están yéndose de rositas".
Las tres alumnas, sentadas en la hierba tras la protesta, cuentan cómo han tenido problemas para encontrar patrocinadores para el desfile benéfico que celebrarán el jueves que viene. Una empresa llegó a contestarles por escrito que no quería participar por no unir su nombre a la URJC. “Cuando llamábamos a pedir ayuda decíamos ‘soy estudiante de universidad’, sin decir de dónde, para que ya de primeras no se echasen para atrás”, cuenta Belén, segoviana. En primero Belén sacó un 8,46 de nota media, y se ha quedado a centésimas de los 2.000 euros de la beca de excelencia de la Comunidad de Madrid. “¿Intentar que los profesores me subiesen la nota? Imposible, las actas estaban ya cerradas. A nosotros nadie nos modifica nada, no como a los políticos”, ironiza.
"Tenemos que defender que a nosotros no nos regalan nada. Yo me esfuerzo lo mismo que uno de la Complutense. Que haya una red clientelar con políticos a los que se regale directamente los títulos, no significa que a los estudiantes de a pie nos hagan eso", sostiene Gemma Pérez, alumna de tercero de Economía y Derecho en Fuenlabrada. El consejero de Educación de Madrid, Rafael van Grieken, ha mostrado su "preocupación" por la situación en la URJC. "El prestigio de la Universidad, aunque ha estado tocado. permanece al 99 por ciento%", ha afirmado esta mañana.
Daniel Aguilera y Eugenio Moreno cursan segundo de Administración de Empresas (ADE) en inglés. Hoy, como todos los días, han ido a clase “orgullosos de esta institución educativa, no hay un problema generalizado”. Estiman que en el aula faltaban la mitad de los alumnos españoles, pero ninguno de los Erasmus, que son mayoría. “Los de fuera no entienden lo que está pasando. Se está incordiando, los medios están describiendo un miedo y una ansiedad que no son reales”, señala indignado Daniel. Ingresaron en su carrera porque tenían más de un 7,4 de media y este año la nota de corte ha crecido dos décimas. “Hay mucha demanda, es la única universidad de Madrid que imparte todo en inglés”, explica Eugenio.
Ni Daniel ni Eugenio, tampoco sus dos amigos, cree que peligre el valor de su título cuando salgan al mundo laboral. “Es una cuestión de capacidades y habilidades, de nada más. Y si a los de la Carlos III les va mejor es porque entran con más nota de corte, no por la formación”, reflexiona Daniel.
A diferencia de ADE en inglés, en el doble grado Lengua y Literatura Española + Periodismo el descrédito del campus sí ha pasado factura. La URJC había establecido una nota de corte estimativa de 8,2 -en base a años anteriores- y Natalia Corcobado, Gonzalo Fontán y Cristina Illescas han visto con sorpresa como la nota caía en picado hasta el cinco pelado. Los tres, en vez de ir a clase, graban un reportaje de la huelga que colgarán en Youtube. Les costó tomar la decisión de inscribirse en la URJC cuando el trato de favor en los másteres ya ocupaba las portadas. Pero pesó que este título no lo oferta ninguna otra universidad en Madrid. Aunque se muestran expectantes: "Vamos a estar seis años aquí, las cosas tienen que cambiar".
El pasado mayo hubo elecciones al claustro y en el sector C, el de los alumnos, hubo un vuelco ideológico muy llamativo. Los aspirantes de asociaciones de izquierdas desplazaron a los más próximos tradicionalmente al rector y no tardaron en anunciar que impulsarían una moción de censura a Ramos si no se va.
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