Ecuador crea un registro de parejas de hecho

Ecuador reconoce, desde esta semana, a las parejas de hecho de manera efectiva, ya que podrán inscribirse en un registro oficial como tales. El colectivo homosexual celebra la medida administrativa porque considera que es un primer paso para que las parejas del mismo sexo tengan los mismos derechos en la práctica que las parejas heterosexuales. “No se trata del matrimonio igualitario, pero es el mismo concepto”, dice Jeaneth López, que el pasado lunes acudió al registro civil de Quito para inscribir su unión de hecho con su pareja, que desde hace un año está haciendo una transición de mujer a hombre.

Aunque la medida no es nueva en Ecuador —la Constitución de 2008 reconoce la unión de hecho entre personas del mismo sexo—, hasta ahora no había una disposición clara en torno a su registro formal y todo quedaba a merced de los funcionarios de turno.

Presión a Correa

La disposición que ahora permite el registro surgió tras el cabildeo gay que consiguió sentar al presidente Rafael Correa con los representantes de las asociaciones de gays y lesbianas en agosto. Con este acercamiento, Correa cerró la brecha que él mismo abrió el año pasado cuando dijo que las demandas de estos colectivos eran “tonterías” y “novelerías” y que estaban lejos de las prioridades de los gobiernos de izquierda como luchar contra miseria y la pobreza.

Pese a la euforia inicial, las organizaciones LGBTI buscan mayores garantías para blindar la norma. Diana Rodríguez, de la asociación Silueta X, por ejemplo, quiere promover un cambio en la Ley del Registro Civil para que se reconozca la unión de hecho como un nuevo estado civil y no solo como un dato complementario como indica la nueva norma. Además este cuerpo legal todavía no se ha adaptado a la norma superior, la Constitución, que reconoce la unión de hecho entre parejas del mismo sexo.

La activista Pamela Troya, que junto con su pareja han iniciado una lucha en solitario para conseguir que se reconozca el matrimonio igualitario más que la unión de hecho, apuntan a que se reforme la Constitución para alcanzar los mismos derechos que tienen las sociedades conyugales, como la adopción. Pero esto no está en la agenda del gobierno. El presidente Correa ha sido muy enfático en decir que no permitirá que las parejas de homosexuales o lesbianas adopten niños.