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El ébola pone el foco en Nigeria

El gigante africano suma ya dos muertos, 13 casos y 77 personas en observación George Combey, un religioso compañero de Miguel Pajares, fallece en Liberia

Simulacro de tratamiento del personal del hospital Charite de Berlín ante un posible caso de ébola.
Simulacro de tratamiento del personal del hospital Charite de Berlín ante un posible caso de ébola.T. P. (REUTERS)

Nigeria, el país más poblado de África (177 millones de habitantes) es la nueva preocupación mundial en la crisis del ébola. Dos muertos, más de una decena de casos sospechosos y 77 personas en vigilancia por haber estado en proximidad con el primer fallecido por la infección allí (el estadounidense Patrick Sawyer, que viajó desde Sierra Leona) han puesto la capital, Lagos (con 11 millones de habitantes) y el país en situación emergencia ante una epidemia que se ha cobrado ya al menos 961 vidas. El tamaño de Nigeria supone un salto cuantitativo: los otros tres países afectados (Guinea, Sierra Leona y Liberia) suman 22 millones de habitantes.

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En Nigeria, la segunda fallecida es una enfermera que trató a Sawyer, dijo este lunes el ministro de Salud, Onyebuchi Chukwu. Sawyer, de 40 años, consultor de Gobierno liberiano, llegó a Lagos el pasado 25 de julio sufriendo vómitos y diarrea, y se desmayó en el mismo aeropuerto. Fue hospitalizado y atendido antes de saberse que estaba infectado por ébola, el virus que había matado a su hermana. Según la versión nigeriana, Sawyer estaba bajo vigilancia en Liberia, pero “se escabulló” para asistir a una reunión de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Ecowas). El ministro de Asuntos Exteriores de Nigeria, Nurudeen Mohammed, ha contado que no llegó a la reunión. Nada más aterrizar, un coche de Ecowas lo trasladó directamente al hospital. Tras el diagnóstico, se ordenó el cierre del hospital donde había fallecido y se puso en cuarentena. Chukwu no ha dudado en calificar de loco al estadounidense.

Pese a la cifra reducida de afectados, el Gobierno de Nigeria ha mostrado su preocupación. Los cálculos son fáciles: si solo un enfermo consiguió infectar a 12 personas —según el último recuento— y ha obligado a poner en observación a más de 70, la epidemia puede crecer en proporciones geométricas. Cada uno de esos 70 contactos puede haber tenido a su vez otros 70 (4.900 en total), y así sucesivamente. Si no se les aísla y controla la situación puede ser dramática.

Miguel Pajares con George Combey, quien falleció ayer.
Miguel Pajares con George Combey, quien falleció ayer.EFE

Por si acaso, el Gobierno se ha movilizado con una rapidez poco habitual, informan personas que viven en el país. Hay campañas en prensa y en las calles, una web de consultas, y en Lagos mucha gente ha dejado de darse la mano. La Iglesia católica ha cambiado la liturgia. La comunión ya no se da de la mano del sacerdote a la boca del fiel, y se han suprimido los abrazos y apretones de mano en el momento de desearse la paz. No es la única religión afectada. Arabia Saudí ha anunciado que restringirá los visados a los países afectados para los peregrinos que quieran ir a La Meca.

Una de las últimas víctimas del ébola es George Combey (religioso de la orden San Juan de Dios y compañero de Miguel Pajares en el hospital San José de Monrovia, en Liberia), que falleció el domingo por la anoche, un día después de que muriera otra de las infectadas del centro, la monja Chantal Pascaline.

Hay críticas porque el personal de enfermería que atiende al sacerdote Pajares un día pasa al siguiente a La Paz

Pajares, en el hospital Carlos III de Madrid, está ya recibiendo el medicamento experimental que se ha suministrado a los dos estadounidenses repatriados. Por voluntad expresa del paciente, no se están haciendo públicos los partes médicos de su situación, pero José María Viadero, director de la Fundación Juan Ciudad, declaró este lunes a Europa Press Televisión que “mientras esté estable” hay que interpretar “que no va a peor”. Viadero también ha anunciado que la orden, que tiene a 400 miembros en los países afectados, va a enviar más personal para reabrir el hospital de San José, informa Pilar Álvarez.

La alerta internacional proclamada por la OMS se nota ya en todo el mundo. Los aviones, incluidos los que aterrizan en España, procedentes de los países afectados son recibidos por personal especializado que aísla a todo el que tenga síntomas de enfermedad, como fiebre. En algunos países se están ya haciendo ensayos de los protocolos de emergencia.

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La creciente alarma se ve también en las quejas que se emiten. En España, el Sindicato de Tripulantes Auxiliares de Líneas Aéreas afirma que los aviones que llegan de Lagos y hacen rotación por Europa no se desinfectan. La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública ha resaltado que España empezó hace poco más de medio año el desmantelamiento del centro de referencia de enfermedades infecciosas que era el hospital Carlos III. Relacionado con esto está la inquietud por el traslado que hay que hacer de las muestras que se toman a Miguel Pajares hasta La Paz, ya que el Carlos III ya no tiene laboratorios. También hay críticas del Sindicato de Enfermería de Madrid porque el personal de enfermería que atiende al sacerdote un día pasa al día siguiente a desempeñar sus funciones en La Paz, un hospital que atiende a más de 3.400 personas cada día.

Estos recelos han sido, de alguna manera, contestados por la OMS, que afirma que el riesgo de contagio en España es “prácticamente cero”.

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