La oposición y las organizaciones feministas cargan contra la reforma
Tres detenidos en la concentración de protesta ante la sede del Ministerio de Justicia en Madrid Los antiabortistas piden que el supuesto de daño psicológico “no sea un coladero”
Que es una vergüenza; que va a ser de imposible cumplimiento; que es tan dura que casi el 95% de las mujeres que quieran abortar quedarán fuera; que supone un retroceso de 30 años o que responde a puros intereses electorales del PP fueron algunas de las críticas de partidos políticos y organizaciones feministas al anteproyecto de Ley Orgánica de Protección del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada, presentado este viernes por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. La reforma elimina el aborto libre hasta las 14 semanas de gestación y solo permite la interrupción voluntaria del embarazo en caso de violación, riesgo para la vida o grave peligro para la salud física o mental de la embarazada.
Durante la tarde de este viernes, cientos de manifestantes salieron a la calle en Madrid, Málaga o Barcelona para mostrar su rechazo a la norma. La concentración en la capital, frente a la sede del Ministerio de Justicia, se ha saldado con tres personas detenidas, según un portavoz de la Policía. Se las acusa de resistencia y desobediencia a la autoridad y de atentado a agente de la autoridad, informa E. G. Sevillano.
La oposición de estos grupos contrastó con la reacción de asociaciones antiabortistas como Derecho a Vivir. “Es positivo que se derogue la ley anterior, pero no es lo que deseábamos”, afirmó su presidenta, Gádor Joya, que aboga por la prohibición absoluta de cualquier práctica abortiva. De ahí que sitúe a su organización como “vigilante” para que el supuesto de daño psicológico “no se convierta en un coladero” al que puedan acogerse quienes quieran interrumpir su embarazo.
Los principales partidos de la oposición —PSOE, IU, UPyD, PNV, ERC, ICV, BNG— hicieron piña este viernes contra lo que consideran una involución de tres décadas en los derechos de las mujeres y prometieron contestación social a la norma. “Nos sitúa fuera de Europa”, reprochó la responsable de Igualdad del PSOE, Purificación Causapié. Horas antes, la vicesecretaria general de los socialistas, Elena Valenciano, había calificado la nueva normativa de “innecesaria”, “cínica” e “injusta” y había anunciado que su formación solicitará un voto secreto, en urna, sobre el aborto en el Congreso, y apelará a las diputadas del PP “para que piensen como mujeres” y voten contra la ley.
Las organizaciones feministas, que también prometieron movilizaciones sociales, auguraron que esta norma fomentará “el turismo abortivo” y abocará a quienes quieran interrumpir su embarazo a la clandestinidad. “La reforma supone una bofetada a la dignidad de las mujeres, consideradas como meras incubadoras o portadoras del feto”, lamentó la portavoz de la Federación Estatal de Organizaciones Feministas, Justa Montero. “Volverán a ser otros los que deciden sobre nuestro cuerpo, nuestra maternidad y nuestra salud”, clamó Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas.
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