_
_
_
_

Grünenthal recurre la sentencia por las malformaciones de la talidomida

La empresa considera que los demandantes no han podido probar que fueron afectados El fallo de noviembre condenaba a la farmacéutica a indemnizar a una veintena de personas

Elena G. Sevillano

La farmacéutica Grünenthal, el laboratorio que patentó, fabricó y distribuyó la talidomida, ha presentado hoy recurso de apelación contra la sentencia que el mes pasado condenó a la empresa a indemnizar a una veintena de afectados españoles. Grünenthal considera que los demandantes no han podido aportar las pruebas que justifican sus reclamaciones y que, pasado más de medio siglo, "un juicio válido resulta imposible", es decir, que los hechos estarían prescritos.

En octubre pasado se celebró el primer juicio en España por el caso de la talidomida, un fármaco patentado en 1955 por Grünenthal en Alemania como un tranquilizante, pero que era administrado también como calmante de las náuseas del embarazo. Una serie de nacimientos de bebés con graves malformaciones, sobre todo acortamiento o falta de extremidades, destapó que el fármaco no era seguro. Unos 3.000 de aquellos niños nacieron en España y unos 300 siguen vivos, según la Asociación de Víctimas de la Talidomida de España (Avite), que llevó a juicio a Grünenthal. En el proceso, 186 afectados pidieron 204 millones al laboratorio, a razón de 20.000 euros por punto de discapacidad.

La sentencia estimó la “actuación culposa” de la farmacéutica por no haber tomado las medidas necesarias para comprobar la seguridad del producto. Sin embargo, la juez limitó a una veintena las 186 indemnizaciones solicitadas. Los afectados iban a cobrar, según la entidad, entre 660.000 y 1.980.000 euros, en función del grado de discapacidad reconocido. El juzgado de Primera Instancia número 90 de Madrid concedió el derecho de indemnización solo a quienes fueron reconocidos como víctimas del medicamento por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2010 mediante un real decreto que fijó una serie de ayudas económicas, y a quienes puedan acogerse a esta medida en el futuro.

El fallo excluyó a aquellos que reciban fondos de la fundación Contergan, una entidad que el laboratorio alemán puso en marcha para canalizar las ayudas que acordó con los afectados alemanes en 1970. Precisamente Grünenthal ha asegurado hoy en un comunicado que los afectados pueden acudir a esta fundación para optar a "importantes ayudas económicas".

El abogado de la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (AVITE), Ignacio Martínez, ha anunciado que van a solicitar la ejecución provisional de la sentencia. En declaraciones a Europa Press, Martínez ha tachado de "ofensiva" la decisión de la farmacéutica de apelar la sentencia, al considerar que AVITE no ha proporcionado las pruebas "imprescindibles" para justificar sus reclamaciones y a que hay "otras alternativas" para los afectados que les permitan recibir ayuda económica.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_