“Estuve metida en el armario hasta llegar a Londres”

Cuando empezó el rodaje de su primer y, de momento, único documental, Born naked, ya había pasado esa fase a la que ella se refiere como de la “vergüenza”, aquella que le hizo pasar tantos años escondida y ocultando su identidad sexual. Born naked (Nacidos desnudos) es un viaje a los más íntimos sentimientos y realidades de Andrea Esteban, una madrileña de 26 años que se decidió a contar su homosexualidad y las angustias que vivió de adolescente. “Mis primeros amores fueron clandestinos” confiesa esta mujer, diseñadora gráfica y fotógrafa, que tuvo que esperar a alcanzar la “madurez suficiente y la seguridad en mí misma” para enfrentarse con libertad a sus más íntimos rincones y contarlos a viva voz.

Born naked, también un retrato emocionado de las diferentes orientaciones sexuales, muestra la realidad de estas vivencias en tres ciudades europeas: Madrid, Londres y Berlín. El filme, rodado en apenas un mes y estrenado en Los Ángeles y en otras ciudades extranjeras, se ha alzado ahora con el premio al mejor documental español y el premio del público en el Festival LesGaiCineMad de Madrid. Born naked se proyectará durante este mes de noviembre en la Cineteca del Matadero de Madrid.

Andrea Esteban pide un plato que en la carta suena algo sofisticado —“acostumbrada a comida de familia numerosa”, dice la mayor de cuatro hermanos—, mientras se lamenta de una incipiente gripe. Su primera advertencia llega pronto y sincera. “Esto es lo que yo viví y no tiene por qué ser el ejemplo de otras mujeres lesbianas. Quería que el mundo exterior fuera consciente de cómo hemos vivido algunas de nosotras”. Y eso que ella, afortunada, viene de un entorno familiar abierto. Su llegada a Londres, con 20 años, fue definitiva. También en su decisión de trasladar a la pantalla todas sus vivencias. “Estuve metida en el armario hasta que llegué a Londres. Fue la primera vez en mi vida que viví mi sexualidad sin ocultarla. Fue una liberación emocional muy grande”.

Con un presupuesto de 180.000 euros, financiados por la productora Pilar Comesaña, y con un equipo técnico mínimo, el guion de Born naked ha contado con la colaboración de la propia madre de la realizadora, Eloísa, exguionista y ahora jefa de cocina. “Siempre tuve una relación muy afectiva y sincera con mis padres, pero esta colaboración tan estrecha que ahora he mantenido con mi madre a través de la escritura del guion me ha ayudado a normalizar muchas más cosas con ella. Nunca le había hablado de mi mundo y ella ha comprendido muchas cosas”.

Aunque nunca pensó en dedicarse a la realización cinematográfica, parece que ahora le ha picado el gusanillo. De momento, se trasladará en breve a Barcelona a probar suerte, aunque la suerte para ella se llama Born naked, título del que se siente especialmente orgullosa. “Nacemos desnudos y todo lo demás es cosa de cada uno. Me gustaría que el documental llegara al más amplio abanico de público, edades y nacionalidades. Nuestro objetivo es transmitir un mensaje de esperanza y optimismo, de que todo puede mejorar. La realidad demuestra que todo mejora. Un ejemplo soy yo”.