Casi 3.000 evacuados en Argentina y Chile por la amenaza de un volcán

La erupción del volcán Copahue, en el límite entre el sur de Argentina y el de Chile, es inminente. Unas 3.000 personas de ambos lados de la frontera están siendo evacuadas para evitar víctimas en caso de que la lava comience a derramarse sobre las poblaciones cercanas en los Andes patagónicos. De lado chileno, campesinos indígenas se resistían a dejar sus tierras porque allí tienen 21.000 cabezas de ganado.

“Decidimos evacuar porque la lava está en un proceso de ascenso, a escasa profundidad y podría desencadenarse (la erupción) en minutos, horas o días”, explicó un vulcanólogo de la Universidad de Río Negro (Argentina), Alberto Caselli, al periódico Clarín. “El tiempo para evacuar está limitado. Cuando la lava se detecta en ascenso la erupción es inminente”, explicó Caselli.

Del lado argentino, los 800 pobladores del pueblo de Caviahue fueron evacuados. Unos 300 ya se habían marchado el pasado viernes ante el aumento de la actividad sísmica en la zona. El lunes, las autoridades de la provincia de Neuquén ordenaron que también se marcharan los otros 500 a otro pueblo llamado Loncopué, a 50 kilómetros de distancia. Allí está acampando los evacuados en un gimnasio municipal y en un regimiento del Ejército. En Caviahue solo quedaron gendarmes, policías, una médica, una enfermera y guardias de las empresas eléctrica y de gas, que también se irán si llega a materializarse la erupción.

Se han llegado a registrar 700 temblores por hora. “La cantidad de gas que está liberando el cráter no se condice con el nivel de sismicidad, posiblemente esté obstruido, ya que se observaron explosiones, temblores muy fuertes, ruidos como de truenos”, contó Caselli. “Cuando el magma se acerque a la superficie puede haber mayor presión y un proceso explosivo que abra fracturas. Aunque posiblemente no dure demasiado tiempo", añadió el experto argentino. La información está siendo proporcionada por el Observatorio Vulcanológico de los Andes del Sur (OVDAS) de Chile.

La evacuación del lado chileno comenzó este martes. En la región del Biobío, unas 2.200 personas podrían verse afectadas y 700 de ellas ya comenzaron a marcharse del lugar. En los zonas de Queuco y Cajón del Biobío viven campesinos, muchos de ellos indígenas, que se mostraban reticentes a dejar sus casas y animales. El intendente del Biobió, Víctor Lobos, contó que están convenciéndolos de abandonarlas con la promesa de que los carabineros las cuidarán. De momento, están marchándose mujeres y niños, mientras que los varones permanecen en sus tierras para evacuar algunos de sus animales. Además, los campesinos podrán subir a las montañas para alimentarlos cada dos días.

El volcán Copahue, de 2.925 metros de altura, ya había comenzado su actividad en diciembre pasado, cuando despidió cenizas y vapores. En 2011, otro volcán de la Patagonia chilena, el Puyehue, entró en erupción y sus cenizas afectaron al lado argentino y llevaron a la suspensión de vuelos hasta en Buenos Aires. Ciudades turísticas del sur de Argentina como Bariloche y Villa La Angostura se vieron seriamente perjudicadas, justo en el invierno austral, cuando los centros de esquí reciben a visitantes locales, brasileños y otros orígenes.