Arkansas aprueba la ley de aborto más restrictiva de Estados Unidos
La norma prohíbe sin excepción el aborto después de la semana 12 de gestación
Arkansas ya tenía una de las leyes de aborto más restrictivas del país, pero desde ayer esa categoría ha ganado posiciones hasta convertirse en la más represiva de todo Estados Unidos. Rechazando el veto a la ley del Gobernador demócrata Mike Beebe, el Congreso estatal aprobó el miércoles pasado una norma que prohíbe sin excepción el aborto después de la semana 12 de gestación, cuando en general se puede detectar el latido del corazón del feto con una ecografía abdominal.
La ley choca de plano con la doctrina establecida por el Tribunal Supremo, que en 1973 garantizó el derecho de las mujeres a tener un aborto hasta el momento en que el feto sea viable fuera del útero, lo que normalmente sucede sobre la semana 24 de embarazo. Los límites de tiempo, sin embargo, son distintos dependiendo del Estado, y varían entre los que no establecen ningún límite de semanas hasta los que lo sitúan sobre el final del segundo trimestre, sobre la semana 27 o 28 de gestación.
En las cuatro décadas desde que se aprobó Roe versus Wade, la sentencia que abrió la puerta al aborto legal en EE UU, los Estados han promulgado cientos de provisiones restringiendo el acceso al aborto —la mayoría de las cuales han sido dictadas entre 2011 y 2012, tras la llegada al poder del ultraconservador Tea Party—. En la mayoría de los casos, se tratan de limitaciones que hacen más difícil el acceso de las mujeres al aborto al establecer tiempos de espera antes de someterse a una interrupción voluntaria del embarazo –por ejemplo, las mujeres en Utah deben esperar 72 horas para someterse a la intervención-. En otros casos es una cuestión tan simple como que no existe una clínica cerca del lugar de residencia de la mujer que pretende parar un embarazo no deseado.
El Gobernador de Arkansas —que convive con un congreso republicano de reciente elección— calificó la ley como “descaradamente inconstitucional” y los grupos a favor del derecho al aborto ya han prometido una demanda que bloquee su entrada en vigor, lo que debería de ocurrir 90 días después de que el Congreso cierre sus sesiones legislativas el próximo mes.
El Gobernador de Arkansas –que convive con un congreso republicano de reciente elección- calificó la ley como “descaradamente inconstitucional”
El choque de la nueva ley contra la doctrina del Supremo es tan flagrante que muchos expertos legales e incluso parte del movimiento contra el aborto consideran que no llegará a ponerse en práctica, ya que antes será revertida en un tribunal federal. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, siglas en inglés) ha declarado que la legislación de Arkansas es la norma más restrictiva desde que Guam intentó prohibir el aborto en 1990 y ha prometido llevarla a los tribunales antes de que sea efectiva.
El mismo día en el que Arkansas aprobaba su nueva legislación, un juez federal rechazaba la prohibición de abortar en Idaho después de la semana 20 porque la consideraba “un obstáculo inconstitucional a los derechos de las mujeres”.
Al menos otros cinco Estados de EE UU han enfrentado batallas en los tribunales sobre leyes de aborto muy restrictivas en los pasados años. En diciembre, un juez de Atlanta bloqueó una ley de Georgia que limitaba el acceso a la interrupción de los embarazos de medio término. Ese mismo mes, el Supremo de Oklahoma ponía fin a una normativa que obligaba a las mujeres a hacerse una ecografía antes de someterse a un aborto.
A pesar de que se esperaba lo contrario, la votación que dio luz verde a la ley de Arkansas por 55 votos a favor contra 33 estuvo exenta de tintes emotivos. De hecho, a su aprobación se dedicó menos tiempo que al recibimiento que se dio al equipo de voleibol local. “¿Cuándo es suficiente?”, se preguntó el promotor de la ley, el senador republicano Jason Rapert, quien demagógicamente comparó los más de 50 millones de abortos que se han realizado en EE UU desde 1973 con el Holocausto o el Genocidio de Ruanda.
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