“La política tiene que bajar a la calle”
Hija del ministro de Interior y Defensa de Salvador Allende, vivió parte de su infancia exiliada en México y se graduó en Ciencias Políticas en Milán
Hija del ministro de Interior y Defensa de Salvador Allende, que fue asesinado en 1974 tras el golpe de Augusto Pinochet, Carolina Tohá (Santiago, 1965) vivió parte de su infancia exiliada en México y se graduó en Ciencias Políticas en Milán antes de convertirse en diputada y secretaria de Estado con Eduardo Frei, ministra de Estado con Michelle Bachelet y, por fin, presidenta del Partido por la Democracia. En 2012 ganó las elecciones municipales con la lista de centro-izquierda Concertación y se convirtió en la primera alcaldesa de la Comuna de Santiago, el centro histórico de la capital. Ahora ha estado en París para participar en un foro de mujeres políticas organizado por Anne Hidalgo, candidata socialista a la alcaldía de la Ciudad de la Luz en 2014, y atiende a este diario en un pequeño café de la orilla del Sena.
Ante una gran taza de té, Tohá cuenta que tras una década de alcaldes de derechas logró vencer las elecciones aplicando la nueva forma de hacer política que demandaba la sociedad chilena, especialmente los jóvenes. “La gente se cansó de la tradición de uniformidad y jerarquía heredada de la dictadura y la transición. Los chilenos son ahora menos dóciles ante la autoridad, exigen más transparencia, más diálogo, más apertura. Nos costó años entender eso, pero con Bachelet nació una forma de liderazgo menos vertical. Así que hicimos unas primarias abiertas, a la francesa, dimos espacio en la agenda a las mujeres y a las minorías, negociamos el programa electoral con estudiantes y vecinos, e incluimos a candidatos independientes”.
Su respuesta a los errores cometidos por el progresismo en las últimas dos décadas se podría aplicar a España sin cambiar una coma. “Las primarias son cruciales, y en junio volveremos a convocarlas para las presidenciales y elaboraremos el programa electoral desde abajo, como hicimos en Santiago. Deberíamos hacer primarias para el Parlamento, pero muchos diputados no quieren arriesgarse. La participación desde 1997 a hoy no ha dejado de bajar. Tenemos que hablar con las bases, reformar la Constitución, dar toda la transparencia a los partidos, cambiar la ley electoral y ponernos en manos de los cargos locales que conocen el país”.
La alcaldesa chilena cree que las primarias son clave para la izquierda
Tohá cree que la exigencia de la sociedad chilena ha aumentado mucho tras la movilización estudiantil por la educación pública. “Todos pensaban que Chile iba bien, porque exportábamos mucho y la economía crecía mientras disminuía la pobreza endémica. Pero al mismo tiempo creció mucho la riqueza de unos pocos, y el malestar pasó de la pobreza a la desigualdad. No hay igualdad de oportunidades en la educación superior, en la sanidad, en la protección social, no creamos empleos de calidad… Es una vergüenza nacional que el progreso no reduzca las desigualdades; hay que cambiar el modelo”.
Madre de dos hijos y política a tiempo completo, admite que le cuesta un mundo conciliar trabajo y familia, y que “el machismo y el tradicionalismo de las élites y la prensa” están frenando cambios que son urgentes. “Hasta que no tuve hijos no entendí lo que era ser una mujer en política. Si te ponen reuniones a las nueve de la noche no ves a tus hijos. A pesar de que somos muy rentables electoralmente, solo hay un 14% de mujeres en el Parlamento, y en general duramos en los cargos mucho menos que los hombres. Debemos impulsar políticas públicas para feminizar el ejercicio del poder. Y para dar iguales derechos a los homosexuales”.
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