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Los Boy Scouts de América reconsideran su política antigay

La nueva norma eliminaría la discriminación a nivel nacional y serían los grupos locales los que decidirían a quién admitir o no

Carolina García
Uniforme de los Boy Scouts de América.
Uniforme de los Boy Scouts de América. STAFF (REUTERS)

Los Boy Scouts de América han decidido replantearse la política de discriminación hacia los gays en su organización, según se informa en un comunicado. Si la medida finalmente es aprobada por su junta directiva, se pondría punto final a un asunto que ha sido muy polémico en Estados Unidos y que llegó incluso a ser planteado ante el Tribunal Supremo de EE UU. La nueva política eliminaría la prohibición de esta regla a nivel nacional y dejaría a las organizaciones locales la libertad de decidir si admiten o no a miembros e hijos de homosexuales.

Se espera que esta decisión se anuncie la próxima semana tras una reunión convocada por la junta general de la organización, según han asegurado varias fuentes a la cadena de televisión NBC. Varios miembros de esta junta nacional, exactamente sus presidentes corporativos, Randall Stephenson, de AT & T y James Turley, de Ernst & Young, han pedido reconsiderar "una medida que hace mucho daño a mucha gente".

"Cada organización local supervisará y podrá elegir libremente a sus miembros y líderes según sus principios, su religión o su creencia", ha asegurado Deron Smith, portavoz de la organización. "De esta forma, cada persona podrá elegir el grupo que mejor se adapte a sus necesidades", ha indicado. "El movimiento Scout ha intentado siempre mantenerse en diálogo permanente con la familia Scouting -nombre con el que se alude a los miembros en EE UU- para saber lo que es mejor para el interés de la organización y de los jóvenes a los que servimos", continúa el texto. Por ello, la nueva norma dejaría la decisión final en manos de los 290 consejos locales repartidos por todo EE UU, y en las de los 116.000 grupos religiosos y comunitarios que patrocinan este grupo juvenil.

Esta noticia ocurre siete meses después de que la organización, una de las más importantes del país con 103 años de historia y que cuenta con casi cuatro millones de miembros, reafirmara su posición "de prohibir la admisión de miembros y líderes gais en sus filas", una conclusión a la que se llegó tras una investigación de dos años llevada a cabo por un comité de voluntarios. "Es la mejor política para la organización, es lo que debemos hacer", sentenció la organización el pasado mes de julio.

Desde entonces, se han sucedido muchas quejas. Por ejemplo, en Ohio, una madre denunció a la organización juvenil por no permitir que su hijo entrara alegando como razón que ella era lesbiana. La mujer promovió distintas campañas en Internet que reclaman el trato igualitario para todos los miembros de la organización con eslóganes del tipo: "No permitan que la política antigay existente en los Scouts dejen que mi hijo no reciba su premio".

Además, los Scouts han perdido muchas subvenciones y colaboradores durante estos meses. Entre ellos, 50 grupos de voluntarios de United Way y la ayuda económica de empresas como UPS. "Sus estatutos son muy antiguos; sobre todo en relación con la exclusión de las personas por su orientación sexual, tanto para los jóvenes como para los adultos, miembros y líderes de grupos, abiertamente gais", aseguró el pasado mes de noviembre una portavoz de UPS.

"Somos una organización que se asienta en sus bases y lo que está ocurriendo ahora es la consecuencia de lo que sucede a este nivel", se ha defendido Smith. Por lo que parece, los Boy Scouts están dispuestos a modernizarse y a replantearse una política que para muchos es obsoleta.

 

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Sobre la firma

Carolina García
La coordinadora y redactora de Mamas & Papas está especializada en temas de crianza, salud y psicología, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Es autora de 'Más amor y menos química' (Aguilar) y 'Sesenta y tantos' (Ediciones CEAC). Es licenciada en Psicología, Máster en Psicooncología y Máster en Periodismo de EL PAÍS.

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