Bruselas obligará a cubrir la cajetilla de tabaco con imágenes disuasorias
La propuesta legislativa, que debe recibir el visto bueno del Parlamento Europeo y de los Veintisiete, entrará en vigor en 2014 Esta adicción mata al año a 700.000 europeos y cuesta 25.000 millones en atención sanitaria
La Comisión Europea (CE) quiere restar todo el atractivo al tabaco para alejar de ese hábito a los consumidores, especialmente a los jóvenes. Con ese objetivo, la Comisión Europea ha aprobado una norma que reserva hasta un 60% de la cajetilla para incluir imágenes y textos disuasorios y prohíbe cualquier olor o sabor (por ejemplo el mentolado) que camufle las características de los cigarrillos. “El tabaco debe tener la apariencia y el sabor del tabaco”, resumió ayer el comisario de Salud, Tonio Borg, que cifró en 700.000 las muertes que provoca al año en la UE.
Los fumadores encontrarán una gama de productos cada vez más plana y limitada. Si prospera la reforma de la directiva presentada ayer en Bruselas, la apariencia de las cajetillas cambiará sustancialmente. Imágenes impactantes como las de dos pulmones dañados por el humo cubrirán el 75% de las superficies delantera y trasera de la cajetilla. En los dos laterales, la mitad del espacio deberá dedicarse a frases del tipo: “Fumar mata”. Además, se detallarán las sustancias nocivas del producto y se ofrecerá información para dejarlo. Esas exigencias apenas dejarán libre un 30% del paquete para mostrar la marca.
Hasta ahora los Estados miembro tenían la obligación de dedicar parte de la cajetilla a informar de las consecuencias de fumar. Las imágenes eran opcionales, aunque ocho países, entre ellos España, ya las incluyen y otros dos lo harán en 2013. El nuevo texto ofrece incluso la posibilidad de elaborar una cajetilla genérica para todos los fabricantes —una idea que disgusta profundamente al sector—, aunque lo deja a criterio de cada país. El Ejecutivo comunitario espera que los cambios entren en vigor en 2016. Antes tendrán que pasar por el Parlamento Europeo y el Consejo (representa a los Estados miembro), por lo que las propuestas pueden modificarse.
La industria tabaquera alerta de que la directiva favorecerá el contrabando
El endurecimiento de la lucha contra el tabaco pretende aliviar las alarmantes cifras asociadas a su consumo. Las 700.000 personas que mata directa e indirectamente cada año equivalen a la población de Fráncfort o a la de Palermo, ilustró el comisario de Salud. Y la atención médica que requieren sus consumidores cuesta 25.000 millones de euros, además de otros 8.300 derivados del absentismo laboral vinculado a esas enfermedades.
Esta regulación del tabaco debería reducir un 2% el número de consumidores en cinco años. El objetivo resulta poco ambicioso, aunque Bruselas argumenta que se trata de evitar la aparición de nuevos fumadores. Por eso la propuesta incide tanto en presentar el tabaco sin camuflajes. Además de vetar las sustancias adictivas y los cigarrillos más finos, se prohibirán aquellos con sabores (mentolados, de vainilla u otros) que faciliten su consumo. Este es uno de los elementos más confusos de la norma, pues no se destierran esas sustancias —la vainilla, por ejemplo, está presente en muchas marcas—, sino que se impide usarlas cuando den al producto “un sabor característico”, es decir, cuando predomine sobre el general del tabaco. En caso de duda, decidirá una comisión independiente. Además, los cigarrillos electrónicos u otros soportes sin humo incluirán advertencias sobre los riesgos para la salud.
El otro punto débil de la norma es la excepción que seguirá rigiendo para el tabaco sueco de uso oral, snus, que puede venderse en Suecia pero no en otros países. Un escándalo de corrupción asociado a la posibilidad de levantar el veto a este producto hizo dimitir hace un par de meses al antecesor de Tonio Borg, el también maltés John Dalli.
La industria juzga excesiva la propuesta de Bruselas. El presidente de Philip Morris, la mayor tabaquera del mundo, alerta de que las prohibiciones afectan al 10% del mercado europeo. La Mesa del Tabaco, principal representante del sector en España, habla de “restricciones extremas” que aumentarán el contrabando.
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