EE UU prohíbe a sus aerolíneas pagar a la UE por las emisiones de CO2
Los congresistas votan la medida tan sólo un día después de que la UE propusiera congelarla durante un año. Países como China, Australia e India también la rechazan
Tan sólo un día después de que la Unión Europea (UE) propusiera congelar un año el Esquema de Emisiones (ETS) que obliga a las aerolíneas extranjeras a pagar más impuestos por sus emisiones de dióxido de carbono (CO2); la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado este martes, con el apoyo de los dos tercios de los congresistas, el proyecto de ley S.1956 que propone la prohibición por parte de las aerolíneas de este país de aplicar dicha medida. A pesar de las diferencias patentes entre republicanos y demócratas estos días en Washington, en este asunto siempre han estado de acuerdo tanto la Casa Blanca como el Congreso, La votación se ha realizado a voz alzada.
"Se aprueba el proyecto de ley S.1956 que prohíbe a los operadores de las aeronaves civiles de EE UU a participar en el régimen de comercio sobre las emisiones de CO2 planteado por la UE, o para cualquier otro fin", ha concluido el congresista por Florida, John Mica, presidente del Comité de Transporte e Infraestructura de la Cámara de Representantes.
La Asociación de Aerolíneas de América (A4A), organización comercial que agrupa a las principales compañías áreas de EE UU, ha elogiado la decisión tomada por la Cámara de Representantes. "Es un proyecto de ley que permite a la Secretaría de Transporte ordenar a las aerolíneas que no participen en el ETS propuesto por la UE", según ha informado Reuters.
La iniciativa encabezada por los senadores John Thune, republicano, y Claire McCaskill, demócrata, fue aprobada por unanimidad el pasado mes de septiembre y tras la votación de este martes se "concluye que el Congreso de EE UU reconoce que el ETS viola el derecho internacional y la soberanía del país", han continuado desde A4A. Además, "es contraproducente para los esfuerzos de las compañías aéreas para invertir en tecnología y en medidas de infraestructura que mejoren la eficiencia del combustible y así se reduzcan las emisiones", han concluido. El siguiente paso es la firma del proyecto de ley por parte del recién presidente reelecto de EE UU, Barack Obama.
"EE UU no podía permitir que sus aerolíneas paguen más impuestos por las emisiones de C02, ya que para muchos esto implicaría un encarecimiento de las tarifas y la pérdida de empleos. Esta medida costaría más de 3.100 millones de dólares de 2012 a 2020 y no somos los responsables del futuro fiscal de la UE", ha explicado el presidente de la Asociación de Pilotos de EE UU, Michael Watson, en la Web Político esta semana.
El ETS entró en vigor el pasado 1 de enero y obtuvo un gran rechazo, llegando a provocar una guerra comercial, ya no solo por parte de EE UU, sino también de países como Australia, China e India. Bajo esta iniciativa, todos los vuelos internacionales que operen desde y hacia la UE están obligados a pagar una tasa extra por sus emisiones de CO2 durante el vuelo. La ley no tiene en cuenta ni el origen del vuelo, ni el tiempo que esté el avión en el espacio aéreo europeo y ni el lugar en el que la compañía aérea tiene su sede central.
"Por ejemplo si un vuelo sale de San Francisco y su destino es Londres, el tiempo que estaría el avión en el espacio aéreo europeo sería el 9% del total del trayecto, y la UE cree que eso es suficiente para cobrar por todas las emisiones que se produzcan durante el viaje", ha continuado Watson.
Por todo ello este lunes y tras meses de conflicto, la propia UE propuso marcar un nuevo plazo de un año para aplicar la ley por parte de los países. "Estamos encantados de la decisión tomada por la UE para pausar la medida y dejar que la comunidad internacional encuentre una solución en un ambiente de colaboración hasta la asamblea trienal de la organización Internacional de Aviación Civil (OACI) el próximo otoño" según ha señalado en un comunicado la presidenta de la Asociación de Industrias Aeroespaciales, Marion Blakey. "Pero dicha propuesta debe ser todavía aprobada por el Parlamento Europeo. Hay que recordar que es una prorroga, pero no deroga el ETS", ha finalizado.
La principal razón para implantar esta medida, que planteó la UE, era beneficiar al medio ambiente. "Pero ninguno de los fondos recaudados se va a dirigir a este fin, solo es para llenar las arcas europeas", ha opinado Watson. Para él, "el Congreso no ha hecho nada más que proteger a los trabajadores y a los viajeros".
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