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Francia critica a Bruselas por exagerar los fallos de las nucleares

Los reguladores creen que el comisario quiere extender su postura antiatómica

La Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) francesa saltó ayer contra la Comisión Europea por exagerar las deficiencias de las centrales nucleares. Francia, el país más atómico del mundo, puso voz así al descontento de los reguladores nucleares europeos con el documento de Bruselas, que destaca cientos de fallos en las plantas y que señala incluso que hay países que no han aplicado las mejoras derivadas del accidente de Chernóbil.

El jueves pasado, el grupo europeo de reguladores nucleares (Ensreg) se reunió en Bruselas y avisó a la Comisión Europea contra el informe que pensaba presentar. A punto de terminar la cita, el presidente de Ensreg, Tero Varjoranta, dio la palabra a André-Claude Lacoste, presidente de la ASN y peso pesado del mundo nuclear en la UE. Lacoste se jubila en noviembre y los reguladores querían darle la oportunidad de que se despidiera. Tras unas palabras protocolarias, Lacoste se puso duro: “Me voy lamentando que la Comisión Europea boicotea nuestro trabajo”, dijo según fuentes del sector.

El objeto de las críticas de Lacoste, y de la mayoría de los presentes, es que el comisario de Energía, el alemán Günter Oettinger, se guiaba por la postura antinuclear del Gobierno de Merkel, algo con enormes implicaciones en Estados que mantienen la apuesta nuclear tras Fukushima. La impresión de los reguladores es que ellos mandaron sus resultados de los “test de estrés” y la Comisión le daba la vuelta para presentar un panorama sombrío.

La ASN ayer no quiso comentar la intervención de Lacoste, pero en un duro comunicado cargó contra el informe. “La ASN lamenta el método de elaboración de las conclusiones de la Comisión y el hecho de que estas ignoran recomendaciones importantes del informe final de las pruebas de resistencia”. El organismo destaca la cantidad de tiempo y de personal que dedicó a trabajar con la Comisión y añade que “después de ese trabajo conjunto, la ASN, como otras autoridades de seguridad europea, no ha estado vinculada a la preparación de los documentos publicados por la Comisión”. La ASN emite sus “reservas” sobre las conclusiones.

El informe de Bruselas resalta cientos de deficiencias y señala que el parque nuclear europeo deberá invertir entre 30 y 200 millones por central. Oettinger, en cambio, trasladó ayer el mensaje de que las nucleares europeas no presentan un riesgo inmediato, pero sí tienen un importante margen de mejora.

“Ninguna central necesita ser desmantelada, pero todas pueden mejorar”, dijo en la presentación del informe que nació como respuesta a la crisis de la planta japonesa de Fukushima en marzo del año pasado.

Por primera vez, el Ejecutivo comunitario dispone de una herramienta para comparar y ver en qué países las normas de seguridad nuclear son más laxas, aseguró. Oettinger insistió en que Europa no ha hecho todo lo necesario para corregir los problemas que detectó tras accidentes como el de Chernóbil (Ucrania) en 1986 o el de la isla de Three Mile (EE UU) en 1979. “No queremos inquietar a nadie. Solo llamar la atención”, dijo el comisario, consciente de las suspicacias que ha levantado el informe.

El documento incluye recomendaciones por países y plantas. Las pruebas de resistencia relevan deficiencias en las centrales españolas de Almaraz (Cáceres), Trillo (Guadalajara), Garoña (Burgos), Cofrentes (Valencia) y Ascó y Vandellós (Tarragona). Todas ellas deberían contar con planes por si sufren accidentes graves, así como sistemas de filtrado del venteo de la contención.

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