Recorte de un 17,4% en la financiación de proyectos científicos en 2012

La financiación de los proyectos de investigación científica se reduce, en 2012, en un 17,4%, 67 millones de euros menos que el año pasado, quedándose en un total de 317 millones frente a los 384 millones de 2011, según datos de la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) confirmados por la Secretaría de Estado de I+D+i. Se trata del programa central del Plan Nacional de I+D+i que financia proyectos de investigación fundamental no orientada. Los científicos reciben la subvención (para tres años) tras haber superado el proceso de evaluación de la calidad y la oportunidad de sus proyectos por parte de comités de expertos en cada materia.

La resolución de la convocatoria de proyectos de este año no se ha cerrado oficialmente aún, pero ya se sabe que se aprueba el 48% de las solicitudes, frente al 57% del año pasado: en 2012 se han recibido 6.561 solicitudes y han recibido luz verde 3.156, con datos aún pendientes de los últimas decisiones tras el plazo de reclamación. La convocatoria de los proyectos del plan se hizo para este año por un máximo total de 325 millones de euros, igual que el año anterior. Sin embargo, la cantidad finalmente aprobada en 2011 fue 384,6 millones, ya que al dinero aportado por el Gobierno español se añade la financiación europea de fondos Feder asignados a I+D+i. En 2011, sin embargo, el Gobierno aporta solo 275 millones, 50 menos que el año pasado.

La Cosce, a la espera de conocer los detalles de los presupuestos Generales del Estado para 2013, ha recordado que este año la I+D+i sufre una pronunciada caída del 25,57% respecto al año pasado, sumando un total de 6.393,6 millones de euros, de los que 2.632,6 son subvenciones y gastos corrientes y 3.760,9 millones son fondos financieros (créditos). Los primeros, los gastos no financieros de los que depende sobre todo la investigación científica, se han reducido en un 22,34%.

“El global de los recursos se sitúa a nivel de 2006, pero mucho más grave es que los recursos no financieros ya se situaron en 2011 casi al nivel de 2005”, han detallado los dos expertos de la COSCE José Molero y José de No, en su análisis de la evolución de la financiación de la I+D española. “La reducción de los recursos acumulada en los últimos años es especialmente preocupante porque supone restricciones de primer nivel para el futuro científico y económico del país”, añaden.

Pero además de la caída de la financiación, se agrava la situación porque el dinero presupuestado no se ha gastado en su totalidad, de manera que, por ejemplo en 2011, se aprobaron 8.589,78 millones y en realidad se ejecutaron 5.573,19 millones, destacan Molero y De no en su análisis. El desfase entre dinero previsto y dinero efectivamente utilizado empezó a ensancharse en 2008 y no ha hecho sino aumentar desde entonces. La desviación entre presupuesto y fondos utilizados creció “tremendamente”, señalan los expertos, en los últimos cuatro años, con Cristina Garmendia al frente del antiguo Ministerio de Ciencia e Innovación. La COSCE reclama una mayor transparencia y eficacia de la gestión “que permita saber con precisión cuales son los recursos reales disponibles”.

Carlos Andradas, presidente de la COSCE, hace hincapié en la necesidad de “enfocar de una forma novedosa los próximos presupuestos, sin olvidar la necesaria mejora en los aspectos de gestión, control y evaluación de los resultados que contribuya a una mayor transparencia en todo el proceso y a una mejor contribución de los recursos destinados a I+D+i a la modernización económica y social de España”. También recuerda la necesidad urgente de crear la Agencia Estatal de Investigación, un organismo contemplado en la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación de 2011, que legalmente debería estar ya en marcha y que la secretaria de Estado Carmen Vela anunció para el pasado mes de junio, pero que ahora tendrá que esperar hasta 2013 para empezar a funcionar. “La agencia puede jugar un papel esencial para dar la necesaria estabilidad al sistema español de I+D”, dice Andradas.