“Hay que desconectar dos horas antes de irse a dormir”
Eduard Estivill, el doctor del sueño, asegura que es preferible tener sexo a la hora de la siesta y da otros consejos durante un encuentro con los lectores de EL PAÍS
A juzgar por la calidad y cantidad de las preguntas (más de 150 se han quedado en el tintero), el encuentro digital entre el doctor Eduard Estivill y los lectores de EL PAÍS ha sido una consulta médica en toda regla. Pausado, elegante y con unas gafas de pasta moradas que hacen difícil aceptar que este hombre tiene 64 años, Estivill ha atendido con dedicación consultas tipo “¿Cuál es la relación entre el sueño y el estado de ánimo? o “¿Hay algún ejercicio previo a dormir que pudiera reducir las apneas?”. Porque si por algo es conocido este licenciado en Medicina y Cirugía es por su especialidad en descifrar el funcionamiento de nuestro cerebro mientras dormimos. Con más de una veintena de libros publicados, Estivill es, ante todo, el doctor del sueño: “El sueño es un taller donde reparamos y restauramos todo lo que hemos gastado durante el día y lo preparamos para volverlo a utilizar al día siguiente”.
El hombre que recomienda “tener sexo a la hora de la siesta” porque por la noche el orgasmo adormece al hombre y, en cambio, mantiene en “estado de alerta” a la mujer, escudriña la lista de preguntas en espera de contestación y busca aquellas de mayor interés general. Casos prácticos. “El despertar precoz, si ocurre sobre todo de forma continuada, puede ser un síntoma de un estado de decaimiento o un signo previo de depresión leve”, asegura, en respuesta a una mujer que por norma se levanta a las 05.30 de la mañana. Para dormir de forma óptima recomienda “desconectar dos horas antes de acostarse, apagar el móvil, no realizar ninguna actividad relacionada con el trabajo, no hacer listas de cosas pendientes", entre otros consejos. Solo en momentos puntuales, su discurso deja entrever su condición de especialista en Neurofisiología Clínica (la rama de la fisiología que estudia el sistema nervioso): “Hoy en día sabemos que la irregularidad del oscilador endógeno por falta de zeitgebers constantes provoca el insomnio infantil”.
A ratos, el pediatra parece un neurólogo debido al número de menciones referidas al cerebro, principal protagonista de nuestro sueño. Y de nuestros sueños: “Los ensueños están constituidos por información y emociones que nuestro cerebro ha guardado de lo que ha vivido durante el día. Cuando en estos sueños se mezclan estados de tensión y ansiedad, se producen las pesadillas”, afirma. Pedagógico y claro, responde de forma extensa a la pregunta de un insomne que trabaja en el turno de noche y le aconseja: “Es bueno que haya mucha luz en el lugar de trabajo para simular la luz diurna, así el cerebro no empezaría a fabricar melatonina, que es la hormona que aparece en el crepúsculo”. También, en muchas ocasiones, remite a la consulta del médico de cabecera y (en muchas otras más) a su último libro, Que no te quiten el sueño (Planeta).
A diferencia de la mayoría de sus publicaciones, su nueva obra está pensada para los adultos. Porque si por algo es conocido (y polémico) Estivill es por su método para mandar a los niños a la cama. Tras vender más de tres millones de su Duérmete, niño, se ha ganado multitud de adeptos y detractores. Muchos de estos últimos también le han enviado preguntas, como es el caso del usuario Queciencia, quien, tras solicitar “al menos una referencia científica que demuestre que el método de Estivill no tiene efectos nocivos en la salud infantil”, ha sido respondido con contundencia: “En nuestro último libro A dormir encontrará más de 120 referencias científicas sobre la temática del sueño infantil”.
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