Privar de sanidad a los ‘sin papeles’ con VIH aumentará un 20% los nuevos casos
Gesida advierte que retirar el tratamiento antirretroviral sería una condena a muerte También aumentarán otras enfermedades infecciosas como la tuberculosis y la hepatitis C
La retirada del acceso a los medicamentos a los 'sin papeles' con VIH favorecerá más infecciones entre la población, aumentará la tasa de mortalidad por la enfermedad a niveles de 1990 e incrementará a largo plazo del gasto sanitario. Estas son las conclusiones de la investigación presentadas hoy en un informe por el Grupo de Estudio de SIDA (Gesida) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
“Cuando el tratamiento se retira la enfermedad se vuelve mortal” explica Federico Pulido, uno de los autores del informe. Y es que uno de los puntos que resalta el documento es que la retirada de atención sanitaria a los inmigrantes inmunodeficientes significará —calculando a la baja según los autores— la muerte entre 27 y 50 personas por VIH en el primer año de aplicación del decreto, y del 12-15% de la población infectada en los siguientes años, un retroceso a niveles de hace 20 años. Además produciría un incremento de un 20% anual de las personas con VIH en el primer año tras aplicar el decreto.
“Eso sin incluir las enfermedades oportunistas (que se dan más en personas inmunodeficientes) y altamente contagiosas como la tuberculosis, la hepatitis C y enfermedades de transmisión sexual como la sífilis” comenta José Antonio Pérez Molina, del departamento de enfermedades infecciosas del hospital Ramón y Cajal. El médico advierte de que las consecuencias de la desatención a los inmigrantes en situación irregular repercutirán en toda la población y en el sistema sanitario ya que “si enfermedades como la tuberculosis no se diagnostican hasta que la persona esté muy enferma y acuda a urgencias habrán pasado meses y habrá contagiado a muchas personas en el tiempo transcurrido”. El experto agrega que también se incrementará la transmisión materno-fetal, que actualmente es inexistente.
Pérez Molina, coautor del estudio, afirma que a veces el ahorrar a corto plazo es un gasto a la larga y que la intención del estudio no es “pedir nada sino evaluar las consecuencias para la población”. El coste de los antirretrovirales es de 8.500 euros por paciente por año. El experto defiende: “El tratamiento no es caro. Ya se demostró hace 15 años que sale más barato tratar que luego curar”.
Pulido manifiesta que mientras la medida busca ahorrar entre 12 y 21 millones de euros al año en el gasto de antirretrovirales, solo el gasto por ingresos hospitalarios a pacientes —que no puedan costearse el tratamiento y enfermen o a quienes el VIH se le detecte de forma tardía— será como mínimo entre 6 y 11 millones de euros, un 50% de la cantidad que se busca ahorrar. Un estudio en 2011 realizado por investigadores del hospital Ramón y Cajal de Madrid demostró que el diagnóstico temprano de la infección por el virus VIH ahorra al sistema sanitario público más de 900 euros al mes en el seguimiento de cada paciente, lo que al año suponía una cantidad cercana a los 11.000 euros por persona.
Según los datos del Gesida, de los 459.946 personas en inmigración irregular, hay entre 2.700 y 4.600 sin papeles infectados por el VIH de los cuales un tercio (de 900-1.500) desconocen que son portadores de la enfermedad. “El problema es que no hay una directriz clara, una concreción práctica de que va a pasar” se queja el secretario general de la organización, Juan Berenguer, que entiende que hay que proveer opciones para que los infectados reciban el tratamiento antirretroviral y que se puedan hacer la prueba de forma gratuita y anónima. Berenguer recuerda que España se adhirió en el 2000 a los objetivos del milenio entre los que se incluye el acceso al tratamiento para todos los pacientes con VIH. Gesida, constituido en 1996 bajos los auspicios de la SEIMC, está integrado por más de 340 especialistas que atienden a pacientes con sida en 80 hospitales españoles.
Desde el SEIMC informan de que los datos del documento han sido entregados a los portavoces sanitarios del Congreso de los diputados del PP y PSOE así como a las comisiones sanitarias del Congreso y del Senado y a la nueva responsable del Plan Nacional del Sida. Hoy se reunían con los del CIU y UPyD.
“El tratamiento antirretroviral disminuye en un 96% el riesgo de transmisión por VIH” explica Pulido, que trabaja en el hospital 12 de Octubre de Madrid. Y agrega: “Si a un determinado grupo de personas se les niega una atención sanitaria habrá problemas porque está probado que las enfermedades no tratadas tienen mas riesgo de contagio”. “No buscamos alarmar”, comenta Pulido, “pero los datos son demoledores”.
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