Castilla-La Mancha reduce un 57% sus empleos para la dependencia

Castilla-La Mancha ha reducido los equipos que trabajan en el sistema de la dependencia en un 57%, es decir, ha ordenado los despidos de 50 personas que valoran a los dependientes, que atienden a las familias, psicólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales… Es como reducir la dependencia a la mitad, pues de 88 empleos se quedan en 38. El hachazo al sistema ha movilizado de forma inmediata a los sindicatos, que se han encerrado en la Delegación de Bienestar Social de Toledo. En total han caído 104 puestos de trabajo vinculados al ámbito de los servicios sociales. "Ya nos advirtieron de que no se iban a mover de esta posición, pero teníamos esperanza de que el Gobierno entendiera que esto es un ataque frontal a los servicios sociales", ha dicho a Efe Ramón González, representante de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CC OO.

Eliminar estos puestos de trabajo significa paralizar el sistema, porque los valoradores son los que van a los domicilio para decidir quién es o no dependiente y qué ayuda precisa. Pero, en todo caso, se hace con el beneplácito de la ley, puesto que la última reforma del Gobierno concede dos años para atender a los usuarios sin contraer deuda alguna con las familias.

El Gobierno de María Dolores de Cospedal da un nuevo golpe al sistema de dependencia, que ya ha sufrido algún otro embate en materia de empleo y de legislación. Estos 104 puestos de trabajo se han eliminado en el conjunto de la comunidad autónoma, tanto en grandes municipios como en zonas aisladas en las que los trabajadores sociales tienen una "importancia vital", según Ramón González.

En algunas provincias la reducción de empleos supone dar un tajo a la dependencia de un 71%, como ocurre en Albacete o un 64% en Cuenca, dicen en el PSOE de la región. Y también lamentan especialmente la desaparición de 10 plazas de trabajadores sociales en el ámbito rural, que iniciaban el proceso de la dependencia en los pueblos de su entorno.