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El conflicto educativo

Masiva protesta por los recortes en todos los ciclos educativos

Las manifestaciones multitudinarias contra los recortes se extienden a todos los ciclos Se movilizan los alumnos de una veintena de universidades en varias ciudades españolas Las asambleas marcan el paso a los sindicatos

J. A. AUNIÓN
Protesta contra los recortes educativos en la Comunidad Madrid.
Protesta contra los recortes educativos en la Comunidad Madrid.SAMUEL SÁNCHEZ

Si la crisis la paga la educación pública en forma de recortes y de decisiones que la deterioren, miles de personas la van a defender. A tres días de las elecciones, ese es el mensaje que ayer lanzaron miles de universitarios con una jornada de movilización en una veintena de campus de todo el país, que coincidió con la octava huelga de docentes en la Comunidad de Madrid en lo que va de curso.

Desde anteayer ha habido encierros en universidades, huelgas y manifestaciones en una decena de ciudades y algunos incidentes (los estudiantes cortaron autopistas en Barcelona y Madrid) bajo el lema "la educación no se vende, se defiende". La movilización universitaria, que incluyó encierros en facultades, subió de tono durante la tarde con importantes manifestaciones en Madrid, Barcelona, y otras ciudades. La policía antidisturbios ha detenido en la capital a primera hora de la noche a seis personas por saltarse el cordón policial que protegía el Congreso y hacer dos pintadas al término de la marcha, informa Efe. En Barcelona, un centenar de indignados -que han contado con el apoyo de algunas decenas de estudiantes que se estaban manifestando por el centro de la ciudad- han okupado un edificio vacío de la plaza del Duque de Medinaceli con la intención de que sea habitado por personas desahuciadas.

Con la entrada en escena de los campus -que a los recortes añaden entre sus protestas lo que consideran la ofensiva neoliberal encarnada en el proceso de Bolonia y la estrategia 2015 impulsada por el Gobierno-, todo el sector educativo se acaba de movilizar, tras la multitudinaria manifestación del pasado 22 de octubre en Madrid de profesores, padres y alumnos de colegios e institutos de toda España. Y lo hace además con esos nuevos mecanismos asamblearios propios del 15-M que, apoyados en las redes sociales, están tirando en muchas ocasiones desde abajo de las estructuras clásicas como los sindicatos. Esa es "una riqueza" del movimiento, dice el profesor de Filosofía de la Autónoma de Madrid Jorge Riechmann. El profesor habla de una crisis del sistema que se viene fraguando desde hace mucho tiempo, desde los años ochenta del siglo pasado, y vincula las protestas universitarias al apoyo a las movilizaciones en la enseñanza primaria y secundaria que estalló por los recortes que ya se han llevado por delante los contratos de unos 12.000 docentes interinos en cinco comunidades: Madrid, Galicia, Cataluña, Navarra y Castilla-La Mancha: "El sistema educativo público está amenazado en su conjunto", asegura.

De hecho, en Madrid, la manifestación de universitarios hizo ayer una parte del recorrido en solitario (de Nuevos Ministerios a la plaza de Cibeles, en el centro de Madrid) para unirse después con la de los profesores de enseñanzas no universitarias: sumaron más de 26.000 manifestantes, según los cálculos de EL PAÍS. Los docentes de instituto madrileños ya acumulan ocho huelgas contra los recortes en lo que va de curso, con el consiguiente desgaste: cada día de paro supone para los profesores entre 100 y 120 euros de rebaja en su sueldo. Sin embargo, el pulso se mantuvo con un seguimiento del 42,5% en secundaria, según las estimaciones de El PAÍS (los sindicatos dicen 59,5%, la consejería, 18%), dos puntos más que en la del pasado día 3. Ayer se unieron además los maestros de infantil y primaria (hasta 12 años), con un seguimiento menor. Sin duda, el apoyo fue mayor entre los alumnos de secundaria. En algunos colegios también se notó ese apoyo: en el Pi i Margall, en el centro de Madrid, la mitad los padres no llevaron a sus hijos a la escuela. La protesta de profesores es la más masiva desde hace más de dos décadas, aunque el respaldo de las huelgas pierde intensidad con el paso de los días. El primer paro fue secundado por el 70% de los docentes de secundaria.

Aunque Riechmann asegura que la movilización no está directamente relacionada con las elecciones -"La política va mucho más allá de unas elecciones"; esta movilización es un proceso a más "a largo plazo", dice-, lo cierto es que hubo numerosos mensajes para el futuro Ejecutivo. "Lo que pedimos a este Gobierno y al que entre después del 20 de noviembre es que garanticen una educación pública, gratuita y de calidad ante los recortes anunciados contra las universidades, y que ahora también amenazan a la enseñanza en los colegios e institutos", dijo Álvaro Justo, portavoz de los manifestantes en la Universidad de Valladolid, informa Efe. Muchos consideran que el daño ya está hecho y, por lo tanto, que las quejas no han hecho más que empezar. La protesta de ayer fue "punto de inflexión" para movilizar a toda la comunidad universitaria, y que los sindicatos convoquen una huelga general docente "gane quien gane, PP o PSOE", advertía Anina Tarrasó, de la Asamblea Interuniversitaria de Valencia.

En aquella ciudad se manifestaron unas 2.000 personas. En Sevilla, unas 6.000. En la capital andaluza las protestas, de hecho, lograron paralizar las clases para los 70.000 universitarios de la ciudad; en el resto de campus andaluces también hubo protestas pero mucho más pequeñas. También fueron menores en Valladolid, León, Salamanca, Alicante, Vigo, Lugo, Girona, Oviedo y Murcia, entre otras. Sin duda, los centros de la protesta fueron Madrid (donde hubo encierros al menos en 13 facultades) y Cataluña (en Barcelona se manifestaron unas 10.000 personas). En la primera, por la enconada lucha que siguen manteniendo viva los profesores con el Gobierno autónomo. Y en la segunda, -tras dos días de huelga en la sanidad pública- porque Cataluña ha hecho hasta ahora de avanzadilla de lo que ha ocurrido en el resto de comunidades. Ya el curso pasado, la Generalitat comenzó los recortes en colegios e institutos y el aumento de horas lectivas para los profesores funcionarios que tienen como resultado la disminución de plantillas, al prescindir de docentes interinos; entonces ya hubo protestas. Durante el verano y con el arranque de este curso, Galicia, Madrid, Navarra y Castilla-La Mancha hicieron recortes parecidos y estalló también la contestación.

Ahora, está pasando algo parecido con la Universidad. La aportación de la Generalitat a las universidades públicas ha bajado un 16% este curso (además de aplicar el máximo permitido de subida a las matrículas, un 7,6%) y se teme que para el año próximo el recorte sea aún mayor. Así, ayer estaban convocados a la huelga todos los alumnos y profesores universitarios, aunque el seguimiento fue mucho mayor entre los primeros. La jornada comenzó con las aulas prácticamente vacías en las siete universidades públicas catalanas. En Girona, unos 300 estudiantes se concentraron a las 12.00 frente al rectorado de la universidad y marcharon hasta la sede de la Generalitat en la ciudad. En Barcelona, un centenar de alumnos tiraron monedas en señal de protesta a las puertas de la Bolsa e irrumpieron en la sede del Banco Santander de plaza de Catalunya, donde permanecieron unos cinco minutos antes de proseguir un pasacalles reivindicativo.

No solo se movilizaron las universidades públicas de Madrid y Cataluña, también en Andalucía, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Galicia o Aragón se produjeron protestas. En Sevilla, unos 300 alumnos pasaron la noche de ayer encerrados en el Aula Magna de la Facultad de Geografía e Historia en el Rectorado de la universidad, donde este miércoles no hubo clases. Los jóvenes partieron a las 18.00 de las inmediaciones de la Facultad de Derecho hasta el Parlamento de Andalucía. Allí acamparán el próximo martes y al día siguiente -cuando se aprueba la reforma de la Ley Andaluza de Universidades- se manifestarán con los sindicatos. El delegado del Consejo de alumnos de la Universidad de Sevilla, Manuel Gómez, explicó a Efe que están en contra de las reformas que plantea la norma que, según él, se ha hecho "con carácter de urgencia y sin debate" y da más poder "a los consejos sociales, que representan los intereses de las grandes empresas, que a los profesores". El alumnado gallego también salió a la calle a protestar por los recortes en educación. A Coruña protagonizó la manifestación principal, en la Plaza de Pontevedra, donde un grupo de estudiantes coreó consignas como "el dinero del banquero para el instituto obrero". En Vigo, unos 200 alumnos de enseñanzas medias se concentraron ante el Museo de Arte Contemporáneo, donde proclamaron consignas en defensa de la enseñanza pública y contra los recortes, entre las que destacan "Os cartos do banqueiro para o instituto medio", "Sí hai cartos, téñenos os bancos" o "Pública somos, pública seremos, pola privada nunca pasaremos".

En cada comunidad, las protestas tienen características propias (por ejemplo, a los protestantes andaluces no les gusta la reforma de ley universitaria que prepara la Junta), pero en universidades, la subida del precio de las matrículas es un miedo común. Y, en general, que descienda el gasto público en la educación. Este año, los presupuestos educativos de todas las comunidades se han reducido en más de 2.200 millones de euros; de ellos, más de 300 corresponden a los campus.

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Sobre la firma

J. A. AUNIÓN
Reportero de El País Semanal. Especializado en información educativa durante más de una década, también ha trabajado para las secciones de Local-Madrid, Reportajes, Cultura y EL PAÍS_LAB, el equipo del diario dedicado a experimentar con nuevos formatos.

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