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La Casa Blanca presenta un plan para rescatar a miles de estudiantes de la deuda

La iniciativa de Obama reduce los pagos del 15% actual a un 10% del salario de los deudores

El presidente Obama ha anunciado nuevas medidas para garantizar que todos los estudiantes puedan financiar su carrera universitaria y devolver después los préstamos que reciban para pagar la matrícula. El plan forma parte de una serie de medidas aprobadas a través de su poder ejecutivo alegando que los ciudadanos "no pueden esperar" a que los republicanos del Congreso aprueben más leyes.

El plan para reducir la deuda estudiantil será efectivo a partir de enero de 2012 y reducirá los pagos mensuales a los que se enfrentan millón y medio de estudiantes que obtuvieron un préstamo del Programa Federal de Educación al entrar en la universidad. La apuesta de Obama, llamada Pay as You Earn (Paga según ganes), reduce los pagos del 15% actual a un 10% del salario de los deudores y perdonará el resto de la deuda a los 20 años de contraerla. Además, otros seis millones de estudiantes podrán combinar diferentes préstamos para reducir las tasas de intereses.

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El objetivo del Gobierno es que al reducir la presión de los préstamos, los jóvenes norteamericanos puedan destinar una mayor parte de sus ingresos al consumo, contribuyendo a la recuperación económica. La deuda estudiantil se ha cuadruplicado en la última década y ya supera el billón de dólares, por encima de la deuda de las tarjetas de crédito. Según la organización Financial Aid, los estudiantes debían de media 9.320 dólares (6.720 euros) hace 20 años, mientras que ahora deben 27.000 dólares (19.620 euros).

"En una economía global, nunca ha sido tan importante que la educación esté al alcance de todos los ciudadanos", declaró Obama en la Universidad de Colorado. "Al mismo tiempo, nunca ha sido tan cara. Por eso ponemos en marcha estas medidas que reducirán los pagos mensuales de los préstamos para estudiantes y que nunca saldrían adelante si esperamos los movimientos que necesitamos en el Congreso para que relancen la economía. Hasta que no actúe el Congreso, seguiré haciendo todo lo que esté en mi poder en representación del pueblo norteamericano".

Durante décadas, los préstamos se han convertido en el único recurso con el que cuentan los estudiantes y sus familias para financiar una carrera universitaria o estudios de posgrado. Los jóvenes norteamericanos pueden acceder a créditos ofrecidos por el Gobierno federal, bancos o instituciones para financiar una matrícula que, en el caso de las universidades privadas, cuesta una media de 38.000 dólares (27.000 euros) al año. El anuncio de Obama coincide además con la presentación de un informe que detalla el encarecimiento de la educación pública en Estados Unidos en los últimos años. Dados los costes de la educación privada, muchos jóvenes apostaron por centros públicos, pero la alternativa no resultó ser mucho mejor. Según la organización College Board, el coste de una carrera universitaria en una entidad pública aumentó más del 8% solo en el último año. En el caso de California, que cuenta con el 10% de los estudiantes de universidades públicas, el coste del curso 2011-2012 aumentó un 21%.

"Vivir con ese tipo de deuda implica tomar una serie de decisiones difíciles cuando estás empezando", dijo Obama. "Significa que quizás no compres una casa o que no pongas en marcha esa empresa que soñaste, quizás que esperes más tiempo a crear una familia y, seguramente, que ahorres para tu jubilación más tarde, porque todavía estás pagando tus préstamos".

La deuda que ahoga a los licenciados estadounidenses ha sido uno de los temas centrales del movimiento Ocupa Wall Street y de las decenas de manifestaciones que se han extendido por el resto del país. Miles de estudiantes se encuentra atrapados entre la deuda y el desempleo, enfrentándose a una de las peores situaciones de la historia. El paro para los graduados de 24 años o más jóvenes asciende al 9.4%, la tasa más alta desde que el Departamento de Empleo empezó a recoger estas cifras en 1985.

"Tengo dos títulos universitarios. Debo más de 60.000 dólares y apenas puedo comprar mi comida cada semana, mucho menos pagar los préstamos. Recibo más llamadas del banco que de mis amigos. Yo pertenezco al 99%". Esto dice una carta enviada por Robert Weiss al blog We are the 99 percent, que recoge testimonios de ciudadanos afectados por la crisis económica. Uno de los problemas a los que se enfrentan los deudores de préstamos de educación es que el sistema estadounidense permite que un ciudadano que se declare en bancarrota cancele sus préstamos hipotecarios o créditos para consumo, pero nunca un préstamo para estudiar.

Obama explicó en Denver que conoce en primera persona los problemas a los que se enfrentan los estudiantes y reconoció -como tantas otras veces durante la campaña electoral de 2008- que nada más graduarse Michelle Obama y él debían conjuntamente 120.000 dólares que tardaron diez años en pagar. "Pagábamos más por los préstamos para estudiar que por nuestra hipoteca", recordó.

Ante la variedad de dificultades a las que se enfrentan los norteamericanos durante la crisis, la Casa Blanca puso en marcha el pasado mes de septiembre el proyecto We The People para escuchar su peticiones. El presidente se comprometió a dar una respuesta oficial para aquellas ideas que superaran las 25.000 firmas en un mes. Más de 32.000 personas afectadas por la misma situación que Weiss firmaron una petición para que el Gobierno ayudara a los miles de estudiantes afectados por la deuda. Obama ha respondido con estas nuevas medidas para financiar sus préstamos.

La Casa Blanca ha anunciado esta misma semana una nueva regulación en el pago de hipotecas para ciudadanos que deben una cantidad mayor que el valor de sus viviendas y un plan que dé prioridad a veteranos de guerra a la hora de solicitar empleo en centros de salud públicos. Todas estas medidas forman parte de la campaña No podemos esperar, impulsada por el presidente ante el bloqueo de los legisladores republicanos en el Congreso, que en los últimos meses han rechazado todo tipo de leyes impulsadas por Obama.

El martes por la noche, durante su aparición en el programa del humorista Jay Leno, el presidente afirmó que trabaja a diario para asegurarse de que todos los ciudadanos tienen aquello por lo que han trabajado. "Si así fuera nadie estaría ocupando las calles porque tengan un trabajo y sientan que pueden mejorar. Parte de mi deber durante el próximo año consiste en asegurarme de que si no ven esa respuesta por parte del Congreso, entonces que por lo menos vean en su presidente a alguien que va a luchar por ellos".

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