La atención de los más vulnerables ante el sida
A finales del año pasado, el Congreso de los Diputados emitió una declaración para apoyar cualquier campaña institucional de concienciación contra el sida. Para mí, esto supuso un reconocimiento oficial de que es necesario seguir trabajando para prevenir la infección.
Nos encontramos ante un grave problema de salud pública y hay que hacer algo para modificarlo. Es bien valorada la decisión tomada por el Congreso de los Diputados. Sin embargo, las declaraciones no son suficientes. Es importante que haya acuerdo y colaboración entre la sociedad civil y las distintas administraciones para que los recursos necesarios lleguen a las personas que viven con VIH/sida y a las organizaciones que trabajan para la prevención de la enfermedad.
Está claro que las administraciones deberían estar comprometidas con los ciudadanos, por lo que es impensable que una comunidad autónoma como la madrileña manifieste la gran irresponsabilidad que demuestra al decidir eliminar las ayudas y subvenciones a las ONG, sobre todo teniendo en cuenta que llegan hasta donde se concentran los colectivos más vulnerables frente al VIH/sida.
Creo que uno de los problemas más graves en nuestro país es que no se tiene una percepción real del riesgo; esto hace que un número importante de personas puedan estar viviendo con VIH sin saberlo. De hecho, en España cerca de 150.000 personas están infectadas por el VIH y se estima que un 25% de ellas lo desconoce. De los nuevos diagnósticos, casi la mitad se producen en estados avanzados de la misma, cosa que aumenta el riesgo de transmisión y hace que la persona no pueda beneficiarse de forma temprana de los tratamientos.
Así pues, considero que es necesaria más ayuda, más inversiones y más compromiso si queremos, de verdad, intentar controlar la infección por VIH. Organizaciones como Cesida (Coordinadora Estatal de VIH/sida) esperamos mayor implicación por parte del Gobierno ya que hoy en día nos encontramos con gran cantidad de situaciones de conflicto que reclaman una respuesta eficaz. Entre ellas destacan: la prevención, la lucha contra la exclusión social, el abordaje de la dimensión de género, la inserción socio-laboral de las personas que viven con VIH, la atención sociosanitaria de las personas privadas de libertad o de aquellas que tienen problemas hepáticos, la erradicación de la homofobia y, en definitiva, el cese de la vulneración de los derechos fundamentales a la que están siendo sometidas las personas seropositivas en esta sociedad.
Santiago Pérez Avilés es presidente de la Coordinadora Estatal de VIH/sida (Cesida)
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