El análisis genético permite avanzar en la exactitud de las citologías
La vacunación contra el virus del papiloma es un 40% inferior a lo esperado
La prevención primaria mediante los programas de cribado y la vacunación son las vías más eficaces para reducir la incidencia del cáncer de cérvix o de cuello de útero, un tipo de tumor ginecológico que afecta en España a más de 2.100 mujeres cada año y que es responsable de la muerte de cerca de 730 muertes al año. Tanto en Europa como en España es el segundo cáncer más frecuente en las mujeres jóvenes menores de 45 años.
Dos son los acontecimientos que han supuesto una mejora significativa en los programas de cribado de este tipo de tumor. Por un lado, explica Luis Puig-Tintoré, de la Asociación Española de Patología Cervical y del hospital Clínico de Barcelona, nuestro mayor conocimiento del papel del virus del papiloma humano (VPH) en el cáncer de cérvix, "lo que ha incentivado la realización de pruebas para la detección del virus"; y por otro, los avances en las pruebas de citología gracias al uso de la ingeniería genética, "que nos permite identificar las proteínas que van a desencadenar la lesión tumoral".
El experto ha adelantado los datos previos de un trabajo con un nuevo sistema de cribado para el cáncer de cérvix que se ha probado en más de 32.000 mujeres y en el que han participado 5 países (España, Alemania, Bélgica, Francia e Italia). Se trata, señala, de un sistema de "doble tinción celular" que garantiza una sensibilidad y especificidad muy elevada, además de tener una seguridad muy alta. Los primeros resultados, que se presentarán en España el próximo mes de marzo, demuestran una eficacia por encima del 80%, lo que puede convertir este sistema en el de rutina para el cribado del cáncer de cuello de útero en los próximos años.
Las recomendaciones actuales sugieren la realización de pruebas de detección del virus VPH en mujeres de 35 años y un examen mediante citología cada 5 años. "Es muy importante que las mujeres sean conscientes de la relevancia del cribado, porque si se detectan lesiones precancerosas, sí se pueden tratar, mientras que los resultados no son tan buenos si ya hay un tumor de cérvix".
En cuanto a la vacunación contra el VPH, la experiencia en programas de vacunación con las dos vacunas disponibles, cervarix de GlaxoSmithKline (GSK) y gardasil de Sanofi-Pasteur-MSD, ha demostrado que ambas son eficaces, según Aureli Torné, del hospital Clínico de Barcelona, durante el II Congreso MD Anderson sobre Cáncer Ginecológico celebrado en Madrid. Las vacunas, dijo Luis Chiva, del MD Anderson España y coordinador de la reunión, "son eficaces para disminuir la infección por el VPH". Sin embargo, también reconoció que a raíz de las complicaciones que han sufrido algunas mujeres en España con las vacunas se ha producido una reducción en la vacunación en nuestro país, "casi un 40% por debajo de las expectativas". Fuentes de Sanofi-Pasteur-MSD consultadas por este periódico han reconocido que sí se ha producido dicha disminución y que ésta ha sido mayor en el mercado privado (mujeres mayores de 15 años) que en el público (niñas de 11 a 14 años). Desde GSK, que tampoco facilitan los datos de venta de su vacuna, señalan que hay que diferenciar entre las dosis vendidas y las que se han utilizado en los programas de vacunación.
Luis Chiva considera que la polémica sobre la seguridad de la vacuna y la confusión mediática sobre los posibles efectos secundarios, que definitivamente no han demostrado ninguna relación causal con la vacuna, "han contribuido en gran manera a sembrar la desconfianza y desconcierto entre la población". En este sentido, cree que "los profesionales y las autoridades sanitarias tenemos la responsabilidad de educar e informar con el máximo rigor sobre las evidencias disponibles. Sólo así se podrá restituir la confianza perdida que posibilite una elevada cobertura vacunal, necesaria para la erradicación futura del cáncer de cuello de útero".
Otro de los tumores ginecológicos en el que se ha avanzado mucho es el cáncer de ovarios. En España, dice Luis Chiva, se diagnostican cerca de 3.500 casos cada año, la mayoría en fases muy avanzadas para las que no existen tratamientos muy eficaces. Ahora bien, gracias a los progresos en la cartografía del cáncer de ovarios, es decir, su genoma, y el desarrollo de nuevas terapias muchos más dirigidas, junto con los avances quirúrgicos, se puede estar ampliando su supervivencia, aseguró Richard Barakat, del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York. Así lo cree también Robert Coleman, del MD Anderson Cancer Center de Houston, que comentó que hay en marcha estudios con más de 10 compuestos antiangiogénicos (inhiben la formación de vasos sanguíneos del tumor y evitan su crecimiento) que están creando "un nuevo escenario en el tratamiento del cáncer de ovarios con terapias más dirigidas". También se refirió este experto a tratamientos que utilizan el sistema inmunológico para atacar al tumor, aunque reconoció que aún están en fases iniciales.
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