El LHC funcionará a medio rendimiento hasta 2011
Tras la grave avería de septiembre de 2008 persisten problemas en el gigantesco acelerador de Ginebra
El gigantesco acelerador LHC está arreglado lo suficiente para poder empezar a funcionar en noviembre, pero sólo a media potencia, comunicó ayer el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN). En esas condiciones será más difícil que pueda descubrir el bosón de Higgs (la partícula de la masa), que es su principal objetivo y una de los mayores incógnitas de la física fundamental, hasta al menos 2011.
La grave avería que sufrió el acelerador, de 27 kilómetros de circunferencia, cuando empezaba a funcionar, el 19 de septiembre de 2008, lo paralizó. Desde entonces se han revisado 10.000 conexiones eléctricas superconductoras, que deben mostrar una resistencia prácticamente nula a muy baja temperatura. A pesar de que se han reparado muchas, todavía persisten problemas en algunas que impiden que el acelerador pueda funcionar a su nivel máximo de energía, que es 7 teraelectronvoltios (TeV, billones de electronvoltios, unidad de masa y de energía).
"Hemos seleccionado el nivel de 3,5 TeV para empezar", dijo ayer Rolf Heuer, director general del CERN, "porque permite a los operarios del LHC acumular de forma segura experiencia en el funcionamiento de la máquina mientras abrimos una nueva región de descubrimientos para los experimentos".
"No podemos arriesgarnos a que pase algo semejante a la avería del año pasado en el futuro", comentó ayer a EL PAÍS un portavoz del CERN. "Si hay que hacer nuevas comprobaciones las haremos, aunque sean causa de nuevos retrasos".
El plan es que el LHC funcione a partir de noviembre de este año a 3,5 TeV hasta que se haya acumulado una cantidad significativa de datos, para luego subir a los 5 TeV. No parará durante el invierno, como tradicionalmente lo hacían los anteriores aceleradores para ahorrar el gasto de electricidad en tiempo de máxima demanda en Ginebra. A finales de 2010, si se ha cumplido el programa, el LHC se cerrará y se empezará a preparar para alcanzar la energía de 7 TeV.
Centenares de físicos de todo el mundo participan en los cuatro enormes experimentos que se han construido insertados en el acelerador. El retraso en el inicio de la circulación de los haces de partículas les ha dejado sin apenas trabajo que realizar, fuera de simulaciones y puesta a punto de los programas informáticas imprescindibles para manejar la ingente cantidad de datos prevista. Por eso desean que se encienda el LHC cuanto antes, aunque sea a menor energía, para poder hacer ciencia con él. A la mitad de su energía potencial, sigue siendo mucho más poderoso que su único rival, el Tevatron en el Fermilab de Estados Unidos, ya antiguo, que también intenta encontrar indicios de la partícula de la masa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.