El CSN pide el relevo de la dirección de Vandellós por la gestión del incidente nuclear

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha propuesto un cambio en el equipo directivo de la central de Vandellós II (Tarragona), propiedad de Endesa e Iberdrola, por "la mala gestión" del fenómeno de corrosión detectado en el sistema de refrigeración el pasado mes de agosto, lo que se tradujo en el incidente nuclear más grave ocurrido en España desde 1992.

Así lo ha indicado hoy el vicepresidente del organismo, José Ángel Azuara, tras comparecer a puerta cerrada durante más de dos horas y media ante la ponencia que investiga en el Congreso el incidente nuclear en la central de Tarragona. Este responsable también ha apostado por que el plan de reparación de la planta se lleve a cabo por un equipo que tenga la confianza de que "el explotador es el primer responsable de la seguridad".

Azuara ha asegurado que el incidente nuclear fue responsabilidad de la propia central y que el CSN actuó de forma "correcta". Únicamente ha reconocido que hubo "una tardía reacción" fundamentalmente porque se "dio crédito" al planteamiento del titular. La lentitud de respuesta ha derivado "en una serie de lecciones" y en el desarrollo de programas de actuación "para mejorar" los sistemas de funcionamiento del Consejo, ha dicho.

Los técnicos del CSN elaboraron hace meses un informe sobre el incidente de Vandellós en el que acusaron a la central de primar la producción sobre la seguridad y de ocultar información al CSN, entre otras cosas. La dureza de dicho informe hizo que la presidenta del CSN, María Teresa Estevan Bolea, nombrada a propuesta del PP, enviara al Congreso, al Senado y al Gobierno un informe suavizado sobre el incidente, aunque se vio obligada a rectificar por la presión de sus cuatro consejeros (nombrados por PSOE,PP y CiU), que la acusan de usurpar sus funciones.

Reforma del CSN

El vicepresidente del CSN se ha referido a las divisiones en el seno del organismo al reconocer que "hay una diferencia de interpretación" en las atribuciones del órgano colegiado ya que, según sus palabras, normalmente los presidentes "tienden a pensar que sus atribuciones son mayores", en referencia a la actitud de la actual presidenta. También ha incidido en la necesidad de modificar la estructura de este órgano regulador para adaptarlo a la realidad autonómica de España, con participación más directa de las comunidades autónomas en sus decisiones, así como la posibilidad de crear órganos consultivos dentro del propio Consejo.

La necesidad de reformar el CSN es algo en lo que también coinciden PSOE, ERC, CiU e ICV, que consideran que debe de aumentar la independencia de la industria nuclear, mejorar la transparencia del órgano regulador y limitar las funciones de la presidencia, para lo que habrá que reformar la ley que creó dicho organismo en 1980. De hecho, los socialistas quieren incluir el compromiso de reforma de la ley del CSN en las conclusiones de la ponencia que investiga el incidente de Vandellòs y comenzar la reforma en septiembre.

Denuncias de los ecologistas

Esta tarde han continuado las comparecencias de representantes del CSN en la ponencia mientras que los responsables de organizaciones ecologistas se han aplazado hasta el miércoles. Así, el responsable de temas nucleares de Greenpeace, Carlos Bravo, -que estaba previsto que compareciera esta tarde- considera que el CSN y las empresas propietarias de Vandellós II, Endesa e Iberdrola, actuaron de forma "negligente" en el suceso de corrosión.

Bravo cree que en este suceso hubo "connivencia" entre el CSN y las propietarias y primaron "los intereses económicos a la seguridad de la central". Bravo ha dicho hoy que las empresas fueron "irresponsables", porque en caso de recisar una parada, el sistema de refrigeración del núcleo no estaba en situación segura al cien por ciento ya que no había redundancia, como obliga la normativa.