Francia expulsa a un imam argelino por defender la violencia doméstica

Francia ha expulsado hoy del país al imam salafista argelino Aldelkader Bouziane, cuya defensa de la violencia contra la mujer como conforme al Corán había suscitado un amplio revuelo. La salida de Bouziane hacia Argelia en un vuelo comercial se ha producido a las 9.20 horas y ha sido confirmada por la Prefectura en Lyon, al sureste del país, donde estaba detenido desde ayer en cumplimiento de la orden de expulsión "inmediata" firmada por el Ministerio del Interior.

En una reciente entrevista concedida a la revista Lyon Mag, el imam de Venissieux -localidad a las afueras de Lyon-, que convive con varias mujeres y es padre de 16 hijos, se pronunció a favor de la poligamia y de la lapidación de la mujer, y afirmó que el Corán autoriza a un marido a golpear a su esposa, en particular si le es infiel. A pesar de que la orden se ha cumplido ya, el abogado de Bouziane anunció anoche que la recurriría por comportar "irregularidades". Al decidir ayer la expulsión "inmediata", Interior aseguró que "el Gobierno no puede tolerar" declaraciones públicas "contrarias a los derechos humanos y atentatorias contra la dignidad humana, en particular de las mujeres, ni los llamamientos al odio o la violencia, o que hagan la apología del terrorismo".

El Departamento, dirigido por el anterior responsable de Exteriores, Dominique de Villepin, añadió que la reiteración de sus declaraciones "inaceptables" en esta revista de Lyon confirma que está "fundada" la orden de expulsión, emitida el 28 de febrero y ratificada ayer como inmidiata, por perturbar el orden público. Bouziane, de 52 años, era desde 2003 el imam principal de la mezquita de Venissieux, donde todos los viernes unos 300 fieles acudían a escucharlo. Venissieux es, además, uno de los barrios de Francia donde el islamismo radical tiene más acólitos. De hecho, dos de los franceses prisioneros en Guantánamo vivían en este suburbio y allí se desarticuló el mes pasado una red de apoyo a grupos islamistas.

A favor de la lapidación

Llegado a Francia en 1980, donde tenía un permiso de residencia, Bouziane reside en Lyon desde los 90 y recibió su formación religiosa salafista, que propone una vuelta a los principios del islam, en Arabia Saudí en 1996. En la entrevista con Lyon Mag, Bouziane abogó por la instauración de una República islámica no sólo en Francia -"deseo que el mundo entero se vuelva musulmán"-, pero afirmó que condena "firmemente" el terrorismo. Preguntado si estaba a favor de la lapidación de la mujer, respondió afirmativamente. "Golpear a la esposa está autorizado por el Corán, pero en ciertas condiciones, especialmente si la mujer engaña a su marido", dijo Bouziane, que además negó la igualdad de la mujer con el hombre. Para él, la mujer no tiene derecho a trabajar con hombres y se la puede golpear, siempre por un motivo, pero nunca en el rostro, sino en las piernas y en el vientre.

El hombre "puede golpearla fuerte para asustar a su mujer con el fin de que no reincida", indicó Bouziane que, interrogado sobre estas declaraciones antes de su arresto, había dicho que "citaba textos religiosos". Su abogado aseguró anoche que el imam "no entiende" la orden. "Dice que su discurso ya existe en el Corán y que tiene el derecho de expresarse libremente en este país", añadió. Estas declaraciones han suscitado un amplio rechazo en el país, incluso entre la comunidad musulmana. El moderado presidente del Consejo Francés del Culto Musulmán, Dalil Boubakeur, manifestó recientemente sobre este caso que "el islam no es una religión que golpea a sus mujeres, mata a sus hijos y quiere la muerte de Occidente" y que quien defiende tales ideas "no es digno de ser imam".

La semana pasada, Francia expulsó a otro imam acusado de hacer proselitismo a favor de un islam "radical", que predicaba en Brest, al noroeste. Desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EE UU, 27 extranjeros, varios de ellos estos dos religiosos, han sido expulsados de Francia por sus declaraciones "integristas" que perturban el orden público. Además, estas expulsiones se producen después de la firma de la polémica ley del velo, que impide la exhibición de signos religisos, incluido el velo islámico, en las escuelas y las administraciones públicas. La comunidad musulmana en Francia, estimada en unos cinco millones de personas, la más grande de toda Europa, teme una multiplicación de los ataques como el sufrido ayer una mezquita de Estrasburgo, donde se pintaron cruces gamadas y la inscripción "muerte al árabe".