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Ponen los cuernos a sus parejas, pero jamás las dejarán: así son los ‘cake eaters’

¿Son poliamorosos encubiertos o infieles de manual? Dos expertas comparten sus impresiones sobre quienes han hecho de la infidelidad el motor de sus relaciones

Infieles
Jude Law y Susan Sarandon, en una escena de la película 'Alfie'.Photo:MPTV.net (Photo: David Appleby)

Aunque la infidelidad lleva toda la vida siendo un tema recurrente en la cultura pop, lo cierto es que a lo largo de los últimos meses, este delicado asunto se ha dejado ver con mayor asiduidad. Desde canciones en las que cantantes como Shakira hablan abiertamente de la presencia de terceras personas en sus relaciones hasta las nominaciones a los Oscar, en las que había numerosas películas en las que los cuernos eran una parte importante de la trama, la habitualidad con la que se habla de la infidelidad demuestra una vez más que la cultura viene a servir como reflejo de las tendencias y los cambios sociales.

Para entender mejor cómo está cambiando la postura del público en general al respecto, Ashley Madison, el sitio web de citas para matrimonios, realizó una encuesta a través de YouGov2 . En ella descubrió que el 35% de los encuestados afirma que la infidelidad en la cultura pop es menos escandalosa ahora que antaño pasado, algo que se puede deber a que como dice el 27%, existe una mayor variedad de perspectivas de la infidelidad en la cultura actual. Un reciente estudio puesto en marcha a nivel nacional por Sigma revela que el 26,6% de los españoles declara haber sido infiel alguna vez a su pareja, pese a que el 84,7% antepone la fidelidad a las relaciones sexuales, asegurando uno de cada cuatro que perdonaría una infidelidad a su pareja. Sin embargo, cada vez es más común que emerjan nuevos términos para dar nombre a diferentes comportamientos que rara vez son en realidad novedosos. Es el caso de los cake eaters, que son aquellos que pese a encontrarse inmersos en una relación monógama, son infieles en secreto a sus parejas. Quienes así actúan explican en Reddit que son personas casadas, generalmente felices y satisfechas que tienen relaciones sexuales regulares con sus parejas. Aunque no planean divorciarse o separarse, ni buscan una salida amorosa, tienen relaciones sexuales con otras personas.

Pero, ¿está un cake eater escondiendo sus deseos de poliamor? ¿Por qué hay quien quiere tener sexo con más gente y no se lo cuenta a su pareja, en un momento en el que hay tantas tipologías de relaciones con las que poder considerar nuevas fórmulas en las que las mentiras no tengan cabida? “Un cake eater no necesariamente tiene deseos de poliamor, y seguramente se mueve más dentro del mundo liberal ‘mal entendido’, porque el mundo liberal implica honestidad entre todas las partes, y los cake eaters se relacionan desde la infidelidad. Esto puede ser por varios motivos. Puede haber una falta de confianza para hablar de estos temas con la pareja o quizás exista la percepción de que la pareja no lo va a entender. También puede haber sido insinuado, pero no dio con una respuesta positiva, o quizás simplemente se deba al propio morbo de hacer algo prohibido. En cualquier caso, si no se está a gusto con el modelo de relación, lo más recomendable será hablar con la pareja para ver qué tipo de relación encaja más. Hoy en día hay muchas formas de construir relaciones”, señala Arola Poch, sexóloga de la red social liberal Wyylde. “La infidelidad es, lógicamente, muy criticada y puede que haya quién utilice el término cake eater para darle otra connotación. Además, no es un término muy popular, por lo que a lo mejor también se juega con la desinformación para ocultar que se trata de personas infieles. En el mundo liberal hay un perfil de personas que se definen como “soy liberal, pero mi mujer no lo sabe, un perfil que no está muy bien valorado por la mentira que implica. Un cake eater sería un eufemismo de esto”, añade.

La Encuesta sobre relaciones sociales y afectivas pospandemia (III) del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) revela que el 47,6% de los españoles está “muy de acuerdo o de acuerdo” en que una persona puede tener “dos o más relaciones afectivo-sexuales a la vez”, y el 41,4% ha indicado que los miembros de una pareja pueden acordar tener relaciones sexuales con otras personas fuera de la pareja sin que haya vínculo sentimental con ellos. Flavia Dos Santos, sexóloga de Gleeden, una plataforma de encuentros no monógamos, señala que apps como esta dan libertad a los usuarios para tomar decisiones basadas en muchos aspectos, no solo por el amor, sino en la historia de cada una y en sus necesidades. “Permite decidir además qué tajada de la tarta comer, así como si se prefiere una grande o una pequeña. El deseo y el amor no tienen que estar necesariamente ligados, y tener sexo con otras personas sin contarlo a la pareja muchas veces es una forma de satisfacer el deseo sin tener que traicionar un proyecto de vida”, explica. “El cake eater ama a su pareja, quiere estar con ella y seguir su proyecto, pero está siendo honesto con su deseo. Lo malo de no satisfacer el deseo es que suele transformarse en resentimiento hacia el otro, pues renunciar a un deseo supone ir en contra de lo que se quiere. Una relación se complica cuando alguien no negocia bien con su deseo y no lo gratifica, porque no sólo hay que sofocarlo”, advierte.

El foro de Reddit demuestra que muchos usuarios confiesan haberse vuelto adictos a estas infidelidades, y como asegura F. Pittman en su libro Mentiras privadas, que trata sobre la infidelidad en el matrimonio, las conquistas amorosas son una conducta adictiva, por lo que no es de extrañar que los cake eaters se enganchen a estas infidelidades recurrentes. “Lo prohibido en el sexo siempre ha generado cierto morbo. Hay quienes pueden sentir esa excitación, que puede llegar a ser muy estimulante, pues al fin y al cabo, el placer es un gran reforzador de conductas, lo que podría generar en cierta manera esa ‘adicción’. También puede ocurrir que una vez se ha traspasado la puerta de la infidelidad y se comprueba que no ha pasado nada en el día a día, se gane seguridad, algo que unido al placer, refuerce la conducta”, comenta Arola Poch.

La periodista Magdalene J. Taylor, que acaba de publicar en The Cut un tema sobre los cake eaters, preguntó en su perfil de X si alguien había dado en alguna aplicación de citas con alguna persona que empleara este término. Fue así como dio con Rob, un treintañero que dio con este concepto en Reddit. “Me pareció que era una forma más agradable de decir que eres infiel”, asegura. En sus perfiles aclara ser un cake eater, y señala que no pretende salir con las mujeres con las que se acuesta. “Lo que me excita es la emoción del acto ilícito”, dice.

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