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Emprendedores

Altruismo tecnológico español para hacer frente al coronavirus

Webs para evitar el colapso sanitario o para ayudar con la educación, mejorar la conectividad o ayudar a la respiración. El sector tecnológico español se une para frenar la pandemia

Playa en las Islas Canarias.
Playa en las Islas Canarias.Getty Images

La excepcionalidad impuesta por el coronavirus ha sacado a relucir el altruismo de gran parte del sector tecnológico español. Grandes empresas, pymes y startups ofrecen gratuitamente su conocimiento y servicios para combatir la pandemia en la medida de lo posible. Ya sea para reducir el colapso sanitario, mejorar la conectividad o contribuir a la alfabetización digital. Cada uno desde su posición dentro del sector. Estos son algunos ejemplos de lo que ya está en marcha en España.

Ayuda para mitigar el colapso sanitario y localizar focos del virus

Hocelot ha puesto al servicio de cualquier ciudadano una página web, llamada coronavirus.org, con la que mitigar el colapso que afronta parte del sistema sanitario español y localizar los diferentes focos del coronavirus. De la misma forma que el servicio telefónico habilitado por cada Comunidad, esta iniciativa replica las preguntas y nosotros solo debemos clicar en las respuestas que nos facilita acerca de la sintomatología o el contacto con otras personas. Al final, genera un usuario, para el que decidiremos una contraseña con vistas a seguir cada caso, y determina si existe contagio o no. “La hemos programado en apenas 24 horas y va a estar en constante evolución en cuanto a características u otras opciones”, explica Antonio Camacho, CEO de Hocelot.

La iniciativa cuenta con la colaboración de Google para construir mapas de los focos. Para evitar vulnerar nuestra privacidad, la web nos pide que introduzcamos el código postal y el nombre de la calle donde vivimos. Toda esta información contribuye tanto a acotar por barrios y calles como a cuantificar con mayor precisión las incidencias recogidas. “Creemos que podemos aportar valor y eficiencia en el control sabiendo cómo se mueve el virus. Queremos ayudar desde el conocimiento del dato y la analítica”, añade. Pese a encontrarse al principio del camino, el ministerio de Sanidad, varias Consejerías autonómicas y hospitales han mostrado su voluntad de trabajar conjuntamente.

Conectividad contra la soledad

Las personas mayores suponen uno de los colectivos de gran riesgo ante la COVID-19, pero no es su único problema. La soledad, que afecta a dos millones de españoles con más de 65 años según los datos del Instituto Nacional de Estadística, también les impacta. Desde la Fundación Telefónica han puesto a sus voluntarios digitales al servicio de esta parte de la sociedad. Como explica Carlos Palacios, responsable global del programa de voluntariado de Fundación Telefónica, emplean recursos telemáticos, como videoconferencias y chats, para estar cerca de estas personas. “Es nuestra forma de evitar cualquier riesgo de contagio. Si se diera el caso, por ejemplo de que padecieran los síntomas, también podemos derivarlos a los responsables pertinentes”, sostiene.

Pero este voluntariado digital afecta a más ámbitos, sobre todo después de las medidas excepciones aprobadas por las Administraciones y empresas. Disponen de programas de alfabetización digital y formación online para personas con discapacidad, niños y todo aquel que lo requiera. Con estas iniciativas, las entidades sociales pueden construir mejores páginas web o las pymes desarrollar su día a día en las nuevas condiciones de teletrabajo. “Pretendemos acercar la tecnología a personas en situación de vulnerabilidad. Estas herramientas pueden ser un gran aliado, en especial para esto tiempos que corren”, precisa.

La educación, en vanguardia

La educación a distancia ha llegado casi de golpe a la vida de todos los alumnos y docentes con el cierre de los centros educativos. La startup Tutellus, con más de 160.000 cursos y por encima de los dos millones de estudiantes, conoce a la perfección este campo. Sin embargo, su última propuesta es que cualquier persona se forme sin coste alguno sobre el coronavirus. Miguel Caballero, CEO de Tutellus, reconoce que, en poco más de 48 horas, han abierto una línea formativa sobre la COVID-19. “Ahora mismo solo tenemos un curso básico gratuito sobre medicina preventiva e impartido por el doctor Juan Luis Mosqueda, especialista en infecciones; aunque durante la próxima crearemos dos o tres más sobre otras materias, como la atención sanitaria básica o el diagnóstico”, concluye.

El material a disposición de los alumnos se distribuye en vídeo, enriquecido con infografías y textos. Dentro de la plataforma, para resolver las dudas que surjan durante el aprendizaje, existen foros y espacios de preguntas y respuestas. Los propios estudiantes pueden ayudarse entre ellos o recurrir a quien imparte el temario. En el caso en concreto del único disponible por el momento, la startup afirma que aprenderemos sobre el origen y desarrollo del virus, cómo se está contagiando y cuáles son las formas para combatirlo.

Lingokids, la empresa española especializada en el aprendizaje de inglés para niños de 2 a 8 años, ha puesto a disposición de los colegios españoles (dirigido a cursos de infantil y primaria), de forma gratuita, un curso de inglés a través de su aplicación móvil, especialmente para aquellos centros educativos que no dispongan de plataforma digital con la que poder mantener la continuidad de las clases de sus alumnos desde casa. Una herramienta útil, a modo de complemento educativo en la asignatura de inglés para las escuelas de pequeños municipios.

De Bilbao es la startup Kietoparao, y detrás de la misma se encuentra un grupo de 4 madres de la zona en su particular lucha contra de dependencia digital de sus propios hijos. Surge como una necesidad de hallar una solución para “poder tomar algo tranquilo en un bar o comer en un restaurante sin tener que pelear con los niños y sin recurrir al móvil o a la tablet”.

En su batalla por el uso responsable de la tecnología, animan a llevar a cabo actividades lúdicas de toda la vida, en forma de kits de juegos educativos para que los más pequeños aprendan y se diviertan en cualquier sitio.

María Fernandez, cofundadora de Kietoparao, cuenta que su proyecto va mucho más allá de vender kits para llevar siempre encima: “Se trata de concienciar y educar en la importancia de reducción de horas de pantalla. Cuando nos enteramos de que nuestros vecinos de Vitoria tenían que cerrar los colegios, decidimos regalar un paquete de descargables”. Se trata de un folleto gratuito con 18 páginas y 21 juegos para que los niños estén entretenidos durante los próximos 15 días y aunque confiesa que entienden que una de las opciones para los padres estos días sea la televisión, para ellas, no es la única. La alternativa está disponible a través de su blog desde el pasado miércoles.

Luz Rello es investigadora, lingüista, doctora computacional y fundadora de Change Dyslexia, una institución social a partir de la cual ha nacido DytectiveU, la primera herramienta online para combatir esta enfermedad, con acceso a una prueba de cribado que permite detectar si tienes riesgo de tener dificultades de lecto-escritura, en apenas 15 minutos. Validada científicamente, DytectiveU permite mejorar las habilidades de lectura y escritura mediante 42.000 juegos personalizados en función de 24 habilidades dirigidas tanto a las debilidades como a las fortalezas cognitivas.

“Que estos días se aprovechen para mejorar nuestras dificultades de aprendizaje y sacar algo positivo de todo esto. Nuestra plataforma online, con ejercicios para mejorar la lecto-escritura, estará gratuita durante los próximos 15 días”, cuenta Luz Rello.

Impresoras al rescate

Ante el temor de la ausencia de material sanitario, la Fundación Cotec ha puesto sobre la mesa una iniciativa para estudiar cómo crear respiradores artificiales con impresoras en 3D. La iniciativa, promovida antes internacionalmente y conocido como Open Source Ventilator Project, cuenta con el soporte técnico de Tecnalia. El camino incierto que va a recorrer surgió este viernes de un grupo de WhatsApp en el que una treintena de médicos, ingenieros, emprendedores y makers han intercambiado opiniones con la idea de encontrar soluciones baratas y rápidas a la ventilación de los pacientes, un bien indispensable en cualquier unidad de cuidados intensivos para atender a los infectados más críticos.

Como ha tuiteado el director general de la Fundación, Jorge Barrero, la pretensión es ofrecer planos de código abierto en dispositivos más sencillos, así fabricarían más rápidamente y de forma distribuida con la ayuda de la impresión en 3D. “No buscamos alta tecnología, sino lo contrario. Sistemas básicos, quizá olvidados... parecidos a los primeros respiradores tal vez o soluciones que sumen dispositivos de otro uso, a lo MacGyver. Algo sencillo y rápido de producir para los casos menos graves que requieran ayuda”, ha escrito en su cuenta de Twitter. A falta de concretar el proyecto, el resultado lo mismo es una pieza específica que un aparato más complejo, como el de los hospitales.

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