_
_
_
_
Entératec

La tecnología emula al cerebro

Las redes neuronales artificiales consiguen aprender y clasificar inspirándose levemente en las neuronas humanas. Su éxito es relativo.

Sergio C. Fanjul
Fotograma de Safe Spaces, un corto de animación de de Alex Grigg sobre un texto de Trevor Noah (https://vimeo.com/268941867)
Fotograma de Safe Spaces, un corto de animación de de Alex Grigg sobre un texto de Trevor Noah (https://vimeo.com/268941867)

Don Santiago Ramón y Cajal, a finales del siglo XIX, descubrió que la parte fundamental del cerebro son las neuronas: esas células que transmiten entre sí impulsos eléctricos formando un complejo circuito del que resulta lo que somos, lo que sentimos, lo que pensamos. Nacemos con 100.000 millones de ellas. El cerebro: el resultado más sofisticado y misterioso del universo conocido. Como las neuronas de Ramón y Cajal habían sido muy eficientes descubriéndose a sí mismas, le dieron el premio Nobel, que no deja de ser un premio neuronal.

Inspirándonos levemente en el cerebro podemos desarrollar redes neuronales artificiales, un modelo computacional que permite avanzar en la inteligencia artificial. Estas neuronas artificiales se conectan entre sí formando capas que reciben y emiten señales. Cuantas más capas haya, más potencia tendrá el sistema: la información que trata se hace más compleja y la red puede aprender por sí misma (deep machine learning) y acabar haciendo predicciones o clasificaciones.

Aunque las redes neuronales artificiales tienen estas similitudes con el cerebro, lo que el cerebro hace sin apenas esfuerzo todo el rato le cuesta mucho tiempo, gran consumo de energía y avanzadísima tecnología a los ingenieros y científicos del ramo. Por ejemplo, reconocer una imagen, como cuando a usted le enseñan una foto de las vacaciones: eso tan simple supone un gran desafío tecnológico. Otras de sus utilidades prácticas van desde el reconocimiento facial o de voz hasta el diagnóstico médico, la conducción automática o el trading financiero.

Más información
Electrónica: así fue la revolución silenciosa que ha cambiado el mundo
En realidad, ¿qué [...] es exactamente un algoritmo?

Recientemente, una de estas redes neuronales profundas desarrollada por Google, llamada AlphaStar, derrotó a dos campeones del videojuego StarCraft II. Atrás quedaron los tiempos en que los ordenadores jugaban al ajedrez con los humanos. El ajedrez, por cierto, un juego endiablado creado por el cerebro humano y que ni él mismo acaba de entender. He ahí su grandeza.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Sergio C. Fanjul
Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980) es licenciado en Astrofísica y Máster en Periodismo. Tiene varios libros publicados y premios como el Paco Rabal de Periodismo Cultural o el Pablo García Baena de Poesía. Es profesor de escritura, guionista de TV, radiofonista en Poesía o Barbarie y performer poético. Desde 2009 firma columnas y artículos en El País.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_