_
_
_
_

Los robots que te llevan la cena del restaurante a la puerta de casa

En la Universidad de Berkeley (California) los robots Kiwi, que han sido desarrollados por estudiantes, ya son parte del mobiliario urbano

Para los estudiantes de la universidad de Berkeley (California, Estados Unidos) los robots rodantes de Kiwi ya son parte de su día a día. Estas simpáticas máquinas llenan las calles del campus transportando comida y bebida de los restaurantes a la puerta de las casas de los universitarios. Fueron precisamente un par de estudiantes, Felipe Chávez y Sasha Iatsenia, quienes fundaron esta startup y ahora están en pleno proceso de expansión.

Su modelo de negocio es igual que el de plataformas que ya funcionan en España, como Deliveroo o Glovo. Solo que, en lugar de ser un ser humano quien llama a tu timbre, es un robot. Cuando el usuario realiza el pedido, el restaurante lo prepara y lo mete dentro de los compartimentos de uno de los robots, que están aislados y tienen cerradura. Através de la app puedes ver por dónde va la máquina e incluso ver lo que el robot está viendo.

Más información
El sector del lujo recurre al ‘blockchain’ para asegurar la autenticidad de sus productos
Lush UK deja las redes sociales: “Estamos cansados de luchar con algoritmos”

Pero, ¿lo hacen todo solos? No, todavía son semiautónomos. Aunque pueden circular por la mayoría de las aceras y evitar a los peatones, cada uno tiene un humano que lo monitorea y establece puntos de referencia para que lo siga. Sasha Iatsenia, una de las fundadoras, explicó a Techcrunch que "habían intentado que fueran completamente autónomos y que funcionó la mayor parte del tiempo. Pero la mayoría de las veces la calidad del servicio no es lo suficientemente buena para un servicio comercial, por lo que tienen a los humanos al tanto".

Uno de los motivos que puede estar detrás de la popularidad de estos simpáticos robots es que pedir comida a través de este método es mucho más económico para los clientes. Principalmente, por que se ahorran la propina. Es conocida la costumbre de dejar un buen porcentaje de propina a qiuen te atiende en Estados Unidos. Pero, ¿qué pasa cuando es una máquina? En este caso, no ha habido lugar para el debate y los usuarios han tomado la decisión: se la ahorran.

Sea cual sea el método, Kiwi funciona: ha realizado más de 35.000 entregas a un ritmo cada vez mayor desde que comenzó hace dos años y el modelo parece haber demostrado su eficacia. También hay cada vez menos incidentes en los que un robot es pateado (aunque un fallo en las baterías hizo que uno saliera ardiendo). Los transeúntes parecen haberse adaptado a los robots y, según cuentan los fundadores, "si uno se da la vuelta o se queda atascado, cualquier ciudadano vuelve a ponerlo en marcha poco después". Ahora, los responsables también planean expandirse a más universidades. 

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_