Ana Pastor: “Si ofreces lo mismo que Netflix, estás muerto”
La cofundadora de Newtral cree que la digitalización transformará aún más los medios de comunicación y sostiene que la inteligencia artificial ya está llamando a las puertas de las redacciones
La vida de Ana Pastor (Madrid, 1978) es una vida de periodismo, sobre todo en la televisión. Al menos, hasta el pasado mes de enero, cuando decidió montar su propia startup junto con su hermano Tomás Pastor, bautizada como Newtral. Cansada de rendir cuentas ante sus jefes y de las viejas normas de muchas redacciones, ha apostado por explorar otras formas de hacer periodismo. Las redes sociales se han convertido en el vehículo principal de información de este proyecto. Enamorada como dice estar de la tecnología, no es de extrañar que se haya volcado con lo que llama nuevos códigos. “Es donde quiero estar posicionada. Quiero estar en este nuevo mundo”, asegura.
¿Qué te ha llevado a convertirte en emprendedora?
Es un proceso vital. Llevo muchos años haciendo periodismo en entornos más tradicionales y a mi alrededor tengo gente mucho más joven, como mis dos hijos, que te obligan a ponerte en su lenguaje. La mayor, cuando requiere información, la consigue a través de Snapchat. Ahí es donde tenemos que estar. Te obliga a salir de la zona de confort y generar contenidos en otros canales. Para cuando esto se generalice en España, espero haber cruzado ya el camino. Tenemos que aprender de los jóvenes y de cómo se informan, que no tiene por qué ser a través de la televisión.
¿Cómo han sido estos primeros meses al frente de Newtral?
Diría que han sido como de enamoramiento. Estoy fascinada con el mundo de la tecnología. Me exige unos niveles de atención y motivación maravillosos. En otros ámbitos, cuesta seguir aprendiendo, pero en este no tengo ni idea de nada y no me importa decirlo. Espero que sea una inquietud que dure para siempre.
Choca bastante dirigir una startup y que hables de ti misma como una analfabeta en el sector.
Rosa María Calaf dijo en su momento que no hay que saber de todo sino saber a quién preguntar. Y esto es lo que me gusta de este nuevo mundo. Es muy colaborativo. A la gente no le importa dedicarte su tiempo. Hay muchísimas mujeres en el emprendimiento tecnológico. Todo esto te da la percepción de un mundo menos clásico. Trato de empaparme de la gente que tengo alrededor, al margen de su perfil.
¿Qué es lo que más te gusta del nuevo entorno en el que trabajas?
Aquí asumo en solitario los golpes y lo bueno, sin jefes de por medio. Lo que me gusta de emprender es la colaboración y que no hay miedo al fracaso. Colaborar entre empresas diferentes para intercambiar conocimiento y no por dinero. Nadie teme que le copien. Esto hace que este enamoramiento no se me haya pasado. Esta energía tan positiva la queremos empujar hacia adelante con nuestros proyectos.
The Guardian es una buena referencia en redes sociales.
¿Cómo se puede innovar en el periodismo y la comunicación?
Me gustó una frase que escuché el otro día que decía que la innovación era cruzar un puente que todavía no estaba construido y en el que participas en su construcción. No creo que la televisión vaya a destruirse tan rápido como el papel, pero negar que el consumo ha cambiado y que la gente recibe información por diferentes canales sería negar la realidad. Hay que explorar otras posibilidades. Todos estamos en un nuevo mundo probando formatos. Para nosotros, The Guardian es una buena referencia en redes sociales.
¿Uno de estos nuevos formatos sería el que habéis puesto en marcha para resolver dudas a través de Whatsapp?
La gente que utiliza Whatsapp es muy heterogénea, a diferencia de otras redes. Nuestro proyecto “Verificamos por ti” parte de una iniciativa de Animal Político en México durante el terremoto y la campaña electoral que pusieron al servicio de la población para detectar fake news y preguntar sobre fact check. Es un producto directo de tu día a día con tu entorno más cercano. Aparte, tenemos una plataforma digital de contenidos de todo tipo y estamos explorando otras dos cosas que no puedo adelantar que tienen que ver más con la innovación, pero no exclusivamente periodística.
¿Has valorado incluir inteligencia artificial y machine learning en tu proyecto?
Creo que es algo que está más en construcción. Es un camino lejano, pero que me atrae bastante. Ver cómo puede juntarse este mundo con el del periodismo me motiva todavía más. La gente de Pointer y de la universidad de Duke están empezando a elaborar algoritmos relacionados con fake news y fact check. La cantidad de datos es bestial y tienes que enfocarte en saber leerlos para que no te la cuelen. La capacidad de innovación es impresionante. Me encanta que haya avanzados que ya busquen estos filtros a través de la tecnología.
¿Se ha apoderado ya la tecnología de la información?
Creo que el cambio ya se ha producido y, a partir de ahora, se va a profundizar. En la televisión, según los datos actuales, parece que sobrevivirán los que apuesten por el directo. Es normal cuando compites con Netflix, que es la verdadera competencia: ellos ya te ofrecen tecnología y entretenimiento. Si ofreces lo mismo, estás muerto. Ellos están muy consolidados y han invertido muchísimo en contenidos. Son la mejor plataforma. Para competir como cadena, tienes que ir a un elemento diferencial, como el directo y el contenido de calidad.
Para competir como cadena, tienes que ir a un elemento diferencial, como el directo y el contenido de calidad.
¿Esto cómo puede afectar al resto de medios?
Me imagino un mundo en el que todo se traslade al teléfono, como ha ocurrido con la prensa. Por ejemplo, con las primarias del Partido Popular utilizamos el directo de Instagram para hacerlo en pantalla dividida como podría hacer cualquier televisión. Estamos explorando. Ya estamos en un momento en el que quien viaje en metro puede ver la televisión más tradicional o informarse a través de Instagram.
¿Has percibido el techo de cristal que sufren las mujeres en entornos innovadores?
Existe un techo de cristal para las mujeres en el mundo tecnológico, pero creo que es más fácil de romper en comparación con las empresas tradicionales. Hay menos sesgo y más transversalidad. Hay mujeres que me tienen fascinada. Tenemos muchas joyas. Es una España inspiradora y que no se retrata en exceso. Existen sesgos machistas, pero esta resistencia se puede vencer más sencillamente. No es tan complicado mostrar el talento en el mundo tecnológico al margen del género. Es mi percepción en este tiempo.
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