_
_
_
_
En la nube
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Cinco estrellas, por caridad

¿Nos acostumbraremos a la presión de ser escrutados todo el rato, por todo el mundo?

Ricardo de Querol
Ilustración de Marcos Gomet

En el gran almacén, la pantalla en la que tienes que firmar el pago de tus compras te pide, de inmediato, que puntúes a la persona que te ha atendido. Desde una cara verde muy sonriente a un gesto en rojo de enfado, tienes cinco opciones. Ya vamos aprendiendo que, salvo grosería manifiesta, es mejor ser generosos al elegir el emoticono. La continuidad de esa persona en su empleo puede depender del capricho de tu dedo. O quizás una parte variable del salario, o sus posibilidades de un ascenso.

Has resuelto una chapuza doméstica con algún profesional. Según sale, te sonará el móvil para la evaluación. El ma­nitas te puso sobre aviso: rogaba que lo valores bien o no recibirá más encargos. La presión es para ti. Regresas de un ho­tel y te llega la dichosa encuesta. Evalúe, pero no una sola vez: evalúe la ubicación, la limpieza, el desayuno, si era mullida la almohada. Nuestro clic soberano decide la suerte de los restaurantes. Con menos de cuatro estrellas no como allí ni loco. ¿Cogiste un Uber? Puntúalo.

Ah, resulta que la gig economy era eso: un joven en precario suplicando las cinco estrellas para salvar su minijob

Esto es más desquiciante: en los call center en los que pasas mucho tiempo bregando con voces autómatas y con ins­trucciones que debes responder con el teclado, logras al fin percibir la cálida voz de un ser humano. Alguien te escucha, atiende tu problema, busca una solución, aunque no sepas en qué país se encuen­tra. En cuanto cuelgues, te llamará un robot para que juzgues su eficacia. Sí, esa persona me pareció estupenda, pero pa­sé media hora al teléfono hasta dar con ella, no hay una opción para eso.

De todos los capítulos de la serie británica Black Mirror, una brillante distopía de Netflix, el más comentado y citado, porque es una sátira brutal de nuestro tiempo, es Caída en picado. Muestra a una mujer obsesionada con las estrellas, de una a cinco, que le pone, a través de una red social omnipresente, toda persona con que se tope a lo largo del día. Cuando algunas meteduras de pata arruinan su nota media, se le cierran las puertas del empleo, del al­quiler, la entrada a ciertos barrios, hasta volverla una paria. Pobre Lacie. Des­ahuciada al perder los puntos, como le quitarían hoy el carné de conducir.

Ah, resulta que la gig economy era eso: un joven en precario suplicando las cinco estrellas para salvar su minijob. Dirán que es un empoderamiento del cliente. Claro que sí. Pero la idea de ser escrutado todo el rato, por todo el mundo, resulta tan desasosegadora como ese capítulo de Black Mirror. Aunque uno suela verse en la posición del César, que sube o baja el pulgar en el circo sin consecuencias pa­ra sí mismo. Hasta que nos toque a todos. ¿Te ha interesado este artículo? Puntúa del uno al cinco. Y apiádate de mí…

Más información
Hay fenómenos más amenazadores que los ciberataques o los robots inteligentes.
El robot que aprendió a doblar ropa

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ricardo de Querol
Es subdirector de EL PAÍS. Ha sido director de 'Cinco Días' y de 'Tribuna de Salamanca'. Licenciado en Ciencias de la Información, ejerce el periodismo desde 1988. Trabajó en 'Ya' y 'Diario 16'. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Sociedad, 'Babelia' y la mesa digital, además de columnista. Autor de ‘La gran fragmentación’ (Arpa).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_