Beshara (Airbnb): “Las redes sociales no ayudan al intercambio de ideas”
El director de Airbnb Música, defensor de la Renta Básica Universal, asegura que el valor de la plataforma reside en su capacidad de conectar físicamente a las personas
A Airbnb se la conoce como plataforma de alojamiento pero poco se habla de su área de experiencias. Lo que comparte en ellas la gente no es su casa sino actividades (gastronómicas, naturales, deportivas, artísticas…) que pueden resultar atractivas para los visitantes. De sus más de 4.500 experiencias en más de 55 ciudades de todo el globo, 370 se ofertan en España. Barcelona es el destino con las más populares del mundo, según datos de la compañía.
Una de las secciones estrella del área de experiencias es la de Música, a la que Airbnb quiere dar este año un gran impulso. El responsable de ello es James Beshara, director de Airbnb Música. Un joven con espíritu emprendedor que en 2015 fue seleccionado por Forbes para su lista 30 under 30. En 2017, el gigante del alojamiento adquirió su startup Tilt, una app que permite recopilar dinero de varias personas para hacer pagos de forma colectiva. Entre otras cosas, para facilitar la organización de los viajes en grupo.
Ahora que su preocupación ya no es dirigir Tilt, Beshara se dedica como director de Airbnb Música a buscar talentos locales en diferentes ciudades para proporcionar experiencias de entretenimiento en vivo con los Conciertos Airbnb. Durante un evento organizado por la empresa en su sede en San Francisco, EL PAÍS RETINA tuvo la oportunidad de sentarse con él.
¿Qué hace un chico como tú en un lugar como este? ¿Por qué decidiste vender Tilt y unirte a Airbnb?
Conozco a los fundadores de la empresa desde hace unos seis años porque los primeros inversores de Tilt nos pusieron en contacto con ellos. Siempre hubo buena conexión y admiración mutua. De hecho, habían intentado adquirirnos dos veces antes de que finalmente aceptásemos. Creímos en la misión de Airbnb de escalar la conexión humana en todo el mundo.
¿Para eso no están ya las redes sociales?
He aprendido mucho más sobre negocios de Alan Watts, un oscuro filósofo, que de Steve Jobs o Elon Musk”
Las redes sociales ayudan con la comunicación liviana. Puedes ver fotos del bebé de un amigo con el que no has hablado en seis meses. Eso es genial, pero la conexión real proviene de las interacciones con las personas, de la conversación y el intercambio de ideas. Y no creo que las redes sociales realmente ayuden a ello. Airbnb es una evolución: no solo mantienes contacto digital con la gente, te conectas con ella físicamente. Es llevar la tecnología un paso más allá.
¿Cómo?
Si tuviera que retroceder diez años e imaginarme lo que sería la habitación de hotel del futuro, podría haber imaginado pantallas de plasma, tecnologías de activación por voz, arquitectura moderna y elegante, etc. Al contrario, esta ha acabado siendo la casa o la habitación de un vecino que puede alquilar a través de Airbnb, de forma que puedes conectar realmente con la ciudad que estás visitando.
¿Y aplicado a tu área, la música en vivo?
Creo que sucederá lo mismo. En lugar de ver un concierto con unas gafas de realidad virtual o mediante hologramas, con millones de personas sintonizadas alrededor del mundo, el concierto del futuro estará a cinco manzanas de tu casa y te permitirá descubrir, con otras 50 personas, el trío de jazz que vive en tu vecindario en una noche de verdadera conexión, tanto con los artistas como con tus vecinos. Creo que Airbnb puede contribuir a la introducción de ese tipo de experiencia en todo el mundo. Cada concierto al que asisto me deja alucinado con lo simple y poderoso que puede ser este concepto para las comunidades.
Y para los músicos
¡Exacto! Queremos recuperar la música local. Hay músicos increíbles a los que no les ha tocado la lotería de grabar con una gran discográfica y que no están aprovechando su talento. Que acaban tocando siempre en eventos corporativos o en un bar como música de fondo. Con los conciertos de Airbnb pueden tener una experiencia íntima en la que puedan conectar con un público no excesivamente amplio (de unas 60 o 70 personas), sin líneas divisorias entre ellos y la audiencia, y obtener, además, una recompensa económica. Así mejoramos la experiencia de todos: la de los artistas y la de los invitados. Cada día nos preguntamos cómo servirles mejor, al igual que supongo que EL PAÍS RETINA lo hace con sus lectores.
Algunos lectores se preguntarán si no estamos pecando de un exceso de entusiasmo tecnológico
El optimismo y el entusiasmo están más relacionados con la innovación, la creación de algo de valor en el mercado global y el avance del mundo. Creo que este fenómeno es muy emocionante y no solo existe en Silicon Valley. Hay compañías como SpaceX con sede en Los Ángeles, o como Amazon, con sede en Seattle [ambas en Estados Unidos], o como Airbnb, con oficinas en todo el mundo, que atraen a personas apasionadas por esas mismas cosas. No creo que sea un entusiasmo ciego ni que esté vinculado al área de la bahía de San Francisco y alrededores.
En esta área se puso en marcha un proyecto de Renta Básica Universal (RBU), liderado por la aceleradora Y Combinator y del que eres asesor. ¿En qué consiste?
Se está tomando un enfoque muy riguroso para estudiar los efectos que un proyecto piloto de RBU puede tener en unos pocos miles de personas. Hay una distinción sutil pero importante entre abogar por la RBU y el deseo de tener datos para responder a las preguntas que esta plantea. Hoy solo tenemos respuestas teóricas a preguntas teóricas.
En caso de implementarse, ¿cómo se financiaría la RBU? ¿Quién debe pagarla?
Por el momento, individuos, compañías y fundaciones privadas están financiando la investigación. Sus contribuciones de decenas de millones de dólares permitirán estudiar este tema de manera adecuada en el transcurso de cinco años. Así sean 10, merecerá la pena. La RBU es una forma de brindar seguridad psicológica a quienes no la tienen, una base para empezar desde cero y sin condiciones. Que la situación económica no impida a los más vulnerables tener una vida digna o continuar con su educación porque no pueden asumir más deudas.
Hablando de educación, el multimillonario Mark Cuban dice que estudiar filosofía puede valer pronto más que ciencias de la computación. ¿Estás de acuerdo?
Me encanta que lo haya dicho. Nuestra experiencia del mundo se compone de dos partes primarias: una es el mundo exterior y la otra es nuestra percepción interior de esa experiencia (por ejemplo, una comida increíble). Muchas de las personas más inteligentes y trabajadoras del planeta se están centrando en la parte exterior, y creo que hay mucho por hacer y que innovar en la perspectiva interior. Desde mi propia experiencia, he aprendido mucho más sobre negocios de Alan Watts, un oscuro filósofo, que de Steve Jobs o Elon Musk.
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