Los rasgos de la personalidad que hacen triunfar a los emprendedores
La propensión al riesgo, la autonomía y el 'locus' de control interno son algunos de los factores que ayudan a tener una carrera exitosa como emprendedor
La importancia del espíritu emprendedor en la sociedad es innegable: supone una fuente de innovación, contribuye al desarrollo de la economía, aumenta la competencia en el mercado, satisface necesidades del público e inspira a otros a seguir sus objetivos. Ahí es nada. Aunque el éxito depende de distintos factores, hay algunos rasgos de la personalidad que sí parecen comunes entre los emprendedores que triunfan. Recogemos varios que aparecen inamovibles estudio tras estudio.
- Motivación de logro
Es la predisposición a "superar los retos y alcanzar las metas". Los trabajadores que puntúan alto en motivación de logro prefieren las tareas que suponen un desafío en lugar de las rutinarias, se responsabilizan de sus acciones empresariales, les gusta recibir feedback y buscar nuevas formas de mejorar. El libro Psicología del emprendimiento, editado por los psicólogos J. Robert Baum, Michael Frese y Robert Baron, defiende que es uno de los pilares básicos para triunfar y explica que "es imprescindible tener en cuenta la motivación de logro si se quiere entender cómo se desarrolla el éxito".
- Innovación
Es uno de los conceptos centrales para entender el éxito de los emprendedores: emprendimiento es casi sinónimo de innovación. Una persona que se atreve a crear está interesada en cuestionar el statu quo y hacer las cosas de formas distintas, encontrar productos, procesos de producción y tecnologías nuevas. Todo esto está directamente relacionado con la capacidad de alcanzar el éxito.
- Autonomía
Son muchos los casos de emprendedores que han dejado su empresa y se han lanzado en solitario con una startup. En contraste con los empleados de una compañía, la gente que se atreve por su cuenta tiene que tomar decisiones en ausencia de supervisores y definir objetivos y planes de acción para conseguirlos por ellos mismos, según J. Robert Baum y sus colegas. Por eso la gente con autonomía es perfecta para iniciarse en la aventura de emprender.
- 'Locus' de control interno
Es una característica de la personalidad que determina a quién atribuimos los resultados de nuestras acciones. Si crees que tus resultados dependen de las cosas que haces, tienes un locus de control interno: una cualidad necesaria para ser un emprendedor con éxito. Pero si crees que no puedes controlar las cosas que te pasan ni actuar sobre ellas, tienes un locus de control externo. Los primeros están convencidos de que tienen poder sobre sus resultados, por eso les dedicarán más esfuerzo y persistencia, lo que debería ayudar a iniciar una aventura empresarial y mantenerla con éxito, según la evaluación de la personalidad emprendedora llevada a cabo por el psicólogo José Carlos Sánchez.
- Autoeficacia
La convicción de que puedes organizar y realizar acciones para producir unos resultados concretos. Está relacionada con el locus de control pero no es lo mismo: no es una cuestión de atribución de resultados, sino de sentirte capaz de realizar bien un trabajo o tarea concreta. La iniciativa empresarial conlleva importantes riesgos y dificultades, por eso los emprendedores necesitan altos niveles de autoeficacia que les proporcionen seguridad. "Cuando crees que tus acciones tendrán resultados alcanzables, tu incentivo para actuar es mayor", se lee en la investigación de José Carlos Sánchez. Si sientes que eres eficaz, es más probable que perseveres cuando los problemas crecen, busques oportunidades para arreglarlos y tengas más esperanzas de éxito.
- Propensión al riesgo
Es el rasgo que determina tu disposición para arriesgarte. Ser emprendedor implica, casi por definición, correr riesgos. Algunos estudios recientes han encontrado que la tolerancia y actitudes positivas hacia el riesgo predicen el éxito en el emprendimiento. Atreverte a perseguir tus ideas te acerca al éxito, aunque la probabilidad de triunfar sea baja o no esté definida. Has de asumir que tienes que tomar decisiones bajo la incertidumbre y que si no arriesgas, no puedes ganar.
- Ser proactivo
Se trata de la tendencia a "iniciar y mantener acciones que alteran el ambiente". Las personalidades proactivas tienen iniciativa, identifican oportunidades y actúan sobre ellas y perseveran hasta que consiguen un cambio significativo. La proactividad implica "interés en anticipar y prevenir problemas y una interpretación creativa de las normas".
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