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Suiza confirma que la familia de Morodo, exembajador de España en Venezuela, posee cuentas millonarias

El sumario que afecta a Raúl Morodo acredita un supuesto saqueo de 30 millones a la petrolera estatal venezolana PDVSA

Raúl Morodo sale de la Audiencia Nacional tras declarar ante el juez Pedraz.

Las autoridades suizas han confirmado a la Audiencia Nacional que la familia del exembajador de España en Venezuela Raúl Morodo desde el año 2004 al 2007 posee cuentas bancarias millonarias en el país helvético. El juez Santiago Pedraz, que investiga una trama de corrupción en transacciones comerciales internacionales, blanqueo de capitales y delitos fiscales en el supuesto saqueo por parte de la familia Morodo de 5,4 millones a la petrolera estatal venezolana PDVSA, envió una comisión rogatoria a Suiza (y otras a Panamá y Portugal) requiriendo información sobre si Raúl Morodo, su hijo Alejo, y las esposas de ambos, entre otros implicados, disponen de cuentas en ese país. Un avance de la comisión rogatoria revela que sí las hay y que están activas desde hace años.

El juez estudia reclamar información más exhaustiva de las cuentas a Suiza y está a la espera de la documentación  pedida a una docena de entidades bancarias de Portugal, Suiza, Panamá y España

El juez estudia ahora reclamar información más exhaustiva de las cuentas a Suiza y está a la espera de documentación y extractos pedidos a una docena de entidades bancarias, registros y notarías de Panamá, Suiza, Portugal y España. La propia esposa del exdiplomático, Cristina Cañeque, admitió tener dinero en Suiza cuando, en 2015, efectuó una "declaración voluntaria" ante la Agencia Tributaria española en la que reconocía que poseía un patrimonio en cuentas en Suiza “de casi siete millones de euros”. Así consta en informes de la Unidad de Delincuencia Económica de la Policía (la UDEF) incorporados al sumario. Morodo fue nombrado embajador aunque no pertenecía a la carrera diplomática.

Declaración de Raúl Morodo ante el juez Santiago Pedraz de la Audiencia Nacional el 22 de mayo de 2019.

La red que investigan el juez y la fiscal Anticorrupción Ana Cuenca, destapada por EL PAÍS, ha aflorado un vasto patrimonio inmobiliario adquirido en España con dinero ilícito procedente en su mayoría de la petrolera pública PDVSA. Uno de los implicados en la trama, Juan Carlos Márquez Cabrera, el exalto cargo de la petrolera que se quitó la vida hace seis meses tras ser interrogado por el juez, poseía junto a su esposa 15 inmuebles en España.

Siete personas, entre ellas los cuatro citados miembros de la familia Morodo, y nueve sociedades españolas y extranjeras, se hallan implicadas y bajo la lupa del juez Pedraz por obtener varias decenas de millones de euros de la petrolera (en torno a 30) a cambio de asesoramientos fingidos en Portugal y otros países europeos. PDVSA es la principal industria venezolana.

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El sumario del caso Morodo es fruto de una querella de la Fiscalía Anticorrupción interpuesta el pasado enero. Y destapa una sofisticada trama de blanqueo de capitales con dos frentes diferenciados pero conniventes para el saqueo. Por un lado, la familia Morodo, como receptora de al menos 5,4 millones entre 2008 y 2014 como pago por parte de PDVSA de asesoramientos en Europa “irreales y no justificados”, como los califica Anticorrupción en su querella.

Y, por otro, el frente liderado por el fallecido Juan Carlos Márquez Cabrera, secretario general de Entes Corporativos, órgano rector de la petrolera, junto con su socio Carlos Prada y las esposas de ambos. Márquez Cabrera, quien se ahorcó al día siguiente de ser detenido en el aeropuerto de Barajas procedente de Estados Unidos y prestar declaración ante el juez Pedraz, es la persona que en nombre de la petrolera firmó los falsos contratos de asesoramiento en favor de Alejo Morodo y dio luz verde a los pagos. 

La policía ha acreditado que la familia Morodo percibió un total de 5,4 millones procedentes de falsos contratos de asesoramiento con la petrolera

La investigación policial acredita que los implicados “se sirvieron de una compleja estructura societaria” para conseguir el dinero. Alejo Morodo creó en Panamá la sociedad Furnival Barristers Corp y en España la mercantil Aequitas Abogados y Consultores Asociados, S.L. Y constituyó cuentas en Panamá, Suiza, Portugal y España para ocultar el trasiego del dinero, según revela el sumario, al que ha tenido acceso este periódico.

La dinámica delictiva era la siguiente: el dinero salía de la petrolera con la firma de Márquez, pasaba por la sociedad panameña, de allí iba a Portugal o Suiza y finalmente acababa en España, aunque los agentes siguen buscando dinero en el extranjero. La UDEF ha descubierto que el dinero empezó a salir en 2008 del gigante petrolero venezolano con destino a los Morodo, justo al año siguiente de cesar Raúl Morodo como embajador en Venezuela del Gobierno del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Morodo, catedrático de universidad, tuvo un papel activo en la transición democrática de la mano del Partido Socialista Popular (PSP)  del exalcalde de Madrid Enrique Tierno.

Una de las partidas más elevadas procedentes de PDVSA llegadas a la familia Morodo (2,7 millones de euros) llegó a una cuenta del Banco Sabadell a nombre de Aequitas Abogados, el 3 de noviembre de 2011. El dinero procedía “directamente de PDVSA”, revela el sumario. Otra partida por importe de 600.000 euros salió de PDVSA Ibérica, filial en Europa de la petrolera. Pero antes de acabar ese dinero en los bolsillos de Alejo Morodo pasó, con vistas a camuflar su procedencia, por una cuenta que tiene en Suiza la firma panameña Furnival Barrister CORP.  Lo mismo sucedió el 23 de julio de 2013 con otra remesa de 1,2 millones procedente del Credit Suisse de Suiza.

En su declaración ante el juez, antes de quitarse la vida, Márquez Cabrera señaló que los contratos de asesoramiento que firmó con Alejo Morodo obedecieron a órdenes del entonces ministro de Petróleo del Gobierno de Hugo Chávez, Rafael Ramírez, en la actualidad oculto en algún lugar de Europa y buscado por la justicia por saquear supuestamente las arcas de PDVSA. “Me dijo que firmara contratos con ellos y que Raúl Morodo solo rendiría cuentas ante él”, explicó Márquez al juez Pedraz.

Dos primos de Ramírez, Diego Salazar y Bastidas Ramírez, ocultaron en la Banca Privada de Andorra cuentas millonarias que provenían supuestamente del pago de comisiones de compañías que obtuvieron contratos de la petrolera. Ramírez negó recientemente en una entrevista con este periódico cualquier tipo de corrupción en los diez años que estuvo al frente de la PDVSA.

Los investigadores sospechan que Raúl Morodo, de 85 años y que también fue embajador de España en Portugal entre los años 1995 y 1999, se valió de sus buenas relaciones con altos cargos del chavismo venezolano para conseguir dinero de la petrolera para él y su hijo a cambio de los falsos asesoramientos. Morodo padre no recibió directamente dinero en sus cuentas, pero existen transferencias que suman 634.000 euros cobradas en talones y procedentes de cuentas de su hijo Alejo que sí están nutridas directamente con fondos de la petrolera.

Amplio patrimonio

La otra vía de salida de dinero de PDVSA para esta trama es la que afecta al fallecido Márquez Cabrera y a su socio Carlos Prada. La dinámica era parecida a la empleada con la familia Morodo: Márquez se inventaba contratos con su socio como supuesto asesor y le enviaba dinero desde la petrolera a través de otra compleja estructura de sociedades entre las que se incluyeron algunas mercantiles del hijo de Morodo.

La Consultora Alcander, S.L., participada al 50% por Prada, ha invertido en inmuebles entre 2009 y 2013 un total de 14.047.224 euros provenientes supuestamente de PDVSA, según el sumario. Otros once millones de euros en inmuebles los invirtió por su parte Márquez Cabrera antes de fallecer. Este declaró al juez que durante sus años como alto cargo de la petrolera percibió un sueldo de 15.000 dólares mensuales y atribuyó parte de su enorme patrimonio a préstamos que le hizo su padre.

Extraños pagos a políticos portugueses

Portugal es uno de los países a los que el juez Pedraz ha pedido información sobre sociedades y movimientos bancarios. Al juez Pedraz le han llamado la atención transferencias de dinero hechas desde empresas de Raúl y Alejo Morodo entre 2011 y 2016 a “cargos políticos relevantes de Portugal” por importe total de 374.000 euros, según consta en el sumario. También figuran pagos de casi 70.000 euros entre enero y marzo de 2014 para empresas radicadas en países extranjeros, entre ellas la mercantil maltesa Prime Services LTD y March Usa LTD.

La investigación ha puesto su foco asimismo en el patrimonio suizo de María Cristina Cañeque, esposa de Raúl Morodo, y en concreto en tres cuentas del Credit Suisse que, según manifestó ella, las abrió en 2008. En 2016 regularizó con Hacienda fondos por importe de 6,4 millones de euros.

“Nuevamente, la apertura de estas cuentas” (las de Cristina Cañeque en Suiza) señala la UDEF; coincide temporalmente (año 2008) con el inicio de relaciones comerciales entre PDVSA y los investigados, y al año de su cese [de Morodo] como embajador”.

Raúl Morodo declaró al juez que las sociedades de su esposa, así como las casas e inmuebles que posee en Madrid y otras partes de España, proceden de una herencia familiar.

La regularización tributaria de la esposa de Morodo se produjo meses después de que un redactor de este diario mostrara a su hijo Alejo los contratos ficticios firmados por él con PDVSA que han motivado su detención y la investigación a su familia. Entonces, el hijo del embajador se acogió el secreto profesional y justificó que había constituido en España una filial de la petrolera para sus relaciones con España y Portugal.

investigacion@elpais

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