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Reportaje:

Reencuentro intelectual de Tierno, Morodo y otros antiguos militantes del Partido Socialista Popular

La presentación, el viernes pasado en Madrid, del libro de Raúl Morodo Acción Española. Orígenes ideológicos del franquismo. constituyó el primer reencuentro, aunque informal, de las personas más significativas del antiguo Partido Socialista Popular (PSP), el «partido de Tierno y Morodo». Al «viejo profesor» le correspondió hablar de los valores académicos del libro y a Raúl Morodo traer a la memoria las funciones de aquel «partido intelectual» que era el PSP, mientras el resto del público, compuesto en su mayoría por ex militantes de éste partido, algunos de ellos integrados ahora en el PSOE, se saludaban efusivamente como si no se hubieran visto desde hacía mucho tiempo.

«De la misma manera que a mi me suena raro que me digan "el viejo profesor", también me cuesta trabajo llamar profesor a Raúl Morodo, antiguo alumno mío y más tarde compañero intelectual y político». «Siento una satisfacción especial», había dicho Enrique Tierno Galván antes de pronunciar las anteriores palabras, con las que iniciaba la presentación del libro, «por haberme encontrado, nada más llegar, con personas amigas».Raúl Morodo, catedrático de Derecho Político, tiene 45 años y es rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y embajador extraordinario para África desde 1978. Cuando en aquel mismo año se produjo la fusión del PSP con el PSOE, Raúl Morodo era secretario general del primer partido, pero quedó al margen de la formación socialista y desde entonces se ha mantenido apartado «relativamente» de la política.

«La razón de haber pedido al profesor Tierno que presentara este libro», dijo Raúl Morodo a EL PAÍS, «responde al hecho de que mis relaciones personales e intelectuales con él son las mismas que cuando estábamos en el mismo partido: Tanto él como yo creo que nos hemos acostumbrado, además, a un tipo de convivencia crítica». Tierno y Morodo se conocían mucho antes de que en 1957 tuvieran que compartir la cárcel de Carabanchel, junto con otras personas significativas en la vida política e intelectual española, como Javier Solana y Dionisio Ridruejo. Habían sido procesados y encarcelados por atentar contra la seguridad del Estado y por propaganda ilegal.

El libro de Morodo es el resultado de una serie de trabajos muy enlazados entre sí sobre los orígenes ideológicos del franquismo, en donde el grupo intelectual y político que se aglutina en torno a la revista-editorial Acción Española es el principal centro de referencia. Raúl Morodo explica todavía con más detalle los orígenes de este libro: «A finales de los cincuenta publiqué un ensayo titulado Revolución y contrarrevolución en España, en el Boletín de la Universidad de Salamanca, que dirigía el profesor Tierno, revista desde la cual coadyuvamos intensamente a debelar la cultura de hibernación dominante. Más adelante, confinado en Ayna, un tranquilo pueblecito morisco de la provincia de Albacete, preparé un amplio trabajo que parcialmente publicaría en el libro homenaje al profesor José Luis Aranguren. Ahora, con más sosiego intelectual, he ordenado y sistematizado éste material».

«El libro», dijo Tierno en otro momento de su intervención, «estudia y explica la cobertura ideológica coyuntural del franquismo centrada en Acción Española, que hizo una interpretación española de la doctrina de Maurras, en un esfuerzo por sacar de la tradición eclesiástica católica las bases para dar un soporte moral al franquismo. Maurras, que ya hablaba de los "soldados de Cristo Rey", término muy parecido a otro que hoy todavía circula en España, fue quien encontró el soporte intelectual y moral de la violencia, fue quien pretendió justificar la violencia desde bases eclesiásticas católicas. Desde bases muy parecidas se justificó también el régimen franquista».

El profesor Tierno Galván analizó todavía con más detalle el desarrollo de Acción Española: «Pero esta cobertura que quiere dar Acción Española al franquismo constituye la propia flaqueza del franquismo. Integrantes de Acción Española tan destacados como Sainz Rodríguez, Calvo Sotelo, Aunos, Vegas Latapieé y Maeztu tuvieron unas contradicciones morales tan graves que más tarde representarán la flaqueza del franquismo».

Tierno Galván aún dijo más cosas sobre las capacidades intelectuales de Morodo: «Morodo se ha librado como escritor de la tradición barroca, pero también de la amenaza de ser explosivo. Los personajes aparecen en su obra como simples expresiones y soportes de ideas, desprovistos de todo psicologismo. Morodo, al no combinar las ideologías con las vivencias de sus personajes, no se ha implicado en las querellas de sus personajes».

«Este encuentro con viejos amigos, viejos maestros y con el "viejo profesor", don Enrique, es gratificante y tiene algo de nostalgia para mí». Raúl Morodo comenzó ha blando en su turno final de palabra del «grupo de intelectuales abiertos, pluralistas, progresistas, sin dogmatismos», que, a partir de los años 50-60, servimos de revulsivo de una situación muy difícil, que iniciamos de una forma sistemática el estudio de los sistemas autoritarios, lo que ya implicaba una crítica a la situación vigente. Nos movíamos política e intelectualmente entre un neoazanismo y un socialismo humanista radical. Eramos un movimiento, no un partido, y prueba de ello es que comenzamos a repartir carnets cuando el partido ya estaba disuelto».

Entre los intelectuales y antiguos militantes del PSP estuvieron en el Club Internacional de Prensa, lugar donde se hizo la presentación, Carlos Moya, Carlos Ollero, Alonso Zamora Vicente, Angel Viñas, Manuel Medina, Alfredo Mederos, Manuel Cobo del Rosal, Miguel Martínez Cuadrado, Donato Fuejo, Amaro González de Mesa, Sergio Vilar, Carlos Ibarra, José Antonio Novais, José Luis Abellán, Pablo Lucas Verdú y Jorge Enjuto.

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