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Junqueras: “El apoyo a los Presupuestos depende de los avances en la mesa de diálogo”

“La lección de 2017 es que lo hicimos para poder volver a hacerlo”, asegura el líder de ERC en una entrevista con EL PAÍS en la cárcel de Lledoners

Junqueras (en el centro), el pasado mes de mayo en el Congreso.
Junqueras (en el centro), el pasado mes de mayo en el Congreso.S. Sánchez

Siete puertas y dos largos corredores después, Oriol Junqueras (Barcelona, 50 años) aparece con camisa negra y tejanos. Saluda tras el doble cristal de la sala de comunicaciones de la cárcel de Lledoners y se arranca con un discurso duro, tieso, impenetrable. Comienzos turbios, finales claros: a lo largo de la entrevista irá dejando hilos por donde tirar. Casi todos ellos terminan en el mismo sitio, la mesa de negociación pactada entre ERC y el PSOE, de la que dependen los Presupuestos y, por tanto, la legislatura. Decían los clásicos que en política la dificultad no está en el decir, sino en el no decir: Junqueras no dice que apoyará las cuentas públicas, pero afirma que si la mesa va por buen camino todo se andará; no garantiza el apoyo de ERC para agotar la legislatura, pero sostiene que la confianza se gana a diario y para eso se remite otra vez a la citada mesa. Decían también los clásicos que la política consiste en civilizar lo emocional e impedir la instrumentalización de las pasiones, pero Junqueras prefiere a los románticos: “Lo volveremos a hacer”.

Pregunta. ¿Volvería a hacerlo?

Respuesta. Sí. Desde los más estrictos principios democráticos, lo que hicimos en otoño de 2017 estuvo bien hecho. En un país normal no hubiera habido ningún problema. Pero España no puede ser un país normal si se dan palizas a los que van a votar, se mete en prisión a inocentes, se destituyen Gobiernos y se cierran Parlamentos por poner las urnas.

P. ¿Esa es la lección que saca de los dos últimos años y medio?

R. La lección es que lo hicimos para poder volver a hacerlo.

P. Aquel 27-O de la declaración unilateral de independencia se le veía con cara de preocupación, o de susto, o ambas cosas. ¿De veras que ese día no se le pasó por la cabeza que acabaría en la cárcel?

R. Sabíamos que el aparato del Estado no podría soportar ese reto democrático, pero repito: era la manera de ganarnos el derecho a volverlo a intentar.

P. Puigdemont huyó, le ganó las elecciones europeas y ya es eurodiputado; usted está en la cárcel. ¿No siente que le han ganado la mano jurídica y políticamente?

R. Siempre estuve dispuesto a ir a la cárcel por los derechos de mi país. En mi familia ya ha habido acusados de rebelión; los españoles deberían preguntarse qué sucede si van pasando generaciones y esto sigue así, con un sistema judicial y un aparato del Estado de marcados tics franquistas.

P. El Gobierno actual, con un partido que simpatiza con algunas de las demandas del independentismo y el otro pactando una mesa con ERC, ¿no desmonta ese relato del Estado opresor heredero del franquismo?

R. No. El Estado se esfuerza a diario en demostrar que es digno heredero de la dictadura.

P. ¿Cómo?

R. La Fiscalía lanza acusaciones falsas y no pasa nada. El Ministerio del Interior se inventa pruebas falsas y no pasa nada. La justicia condena a inocentes y no pasa nada.

P. ¿Si es así, por qué permite ERC la investidura?

R. Porque la alternativa, un Gobierno de PP y Vox, era mucho peor. Nos abstuvimos como habría hecho cualquier demócrata europeo. Dicho esto, los partidos con los que hemos negociado siguen mostrando dosis de inhumanidad alucinantes: saben que somos inocentes y siguen callando. Los socialistas catalanes han aplaudido la prisión de inocentes.

P. No es eso lo que dice el Tribunal Supremo.

R. El Supremo no tiene razón en nada. Será un placer cruzarme con los socialistas catalanes cuando salga de aquí y ver si aguantan nuestras miradas.

P. ¿Tiene razón el Supremo cuando apunta que iban ustedes de farol?

R. Me repito: el Supremo no tiene razón en nada.

P. ¿Qué espera de la mesa de diálogo? ¿Aceptaría ERC votar un nuevo Estatut que recoja parte de sus reivindicaciones?

R. Esquerra siempre ha dialogado: lo hicimos incluso con el PP, lo hacemos aun en prisión.

P. ¿Pero cree que Pedro Sánchez tiene fuerza suficiente para ceder hasta donde usted pretende?

R. No sé si 120 diputados son suficientes, pero yo defiendo el diálogo desde la cárcel. ¿Acaso tiene Sánchez menos fuerza que yo aquí dentro?

P. No contesta: ¿bastaría un Estatut con parte de sus exigencias?

R. Ese condicional es una forma de despistar: los condicionales son sugerentes cuando se hace literatura, teatro, poesía, pero no cuando se hace política. En política son maniobras de distracción.

P. ¿Le preocupa Vox?

R. No tengo miedo de Vox. La gobernabilidad de España en este momento es bastante estratégica para ERC: estoy convencido de que si nosotros y el PSOE hacemos las cosas bien la extrema derecha tendrá poco espacio.

P. Una diputada de su partido dijo que la gobernabilidad de España le importa un comino. ¿Ayuda eso? ¿Lo comparte?

R. ¡Y tanto! Póngase en la piel de una persona que tiene a su hermana en la cárcel: cualquier cosa le importará un comino.

P. ¿El acuerdo con el PSOE va más allá de la mesa de diálogo? ¿Van a apoyar los Presupuestos?

R. Vamos a sentarnos, a ver si es posible llegar a acuerdos.

P. ¿Eso es un sí?

R. El apoyo al Presupuesto está condicionado a los avances en la mesa de diálogo. Vamos paso a paso. A Quique Setién no le puedes preguntar la alineación que pondrá dentro de siete partidos.

P. ¿Cuál es el mínimo común denominador para allanar el camino a la legislatura?

R. El PSOE solo dialoga cuando lo exigen las circunstancias. Pedro Sánchez no ha sentido necesidad de hacerlo durante meses e incluso tuvo una actitud contraria a ello, así que tiene que demostrar que realmente quiere dialogar y que está dispuesto a ceder. Nuestra posición dependerá de las actitudes que veamos y de momento no ha cambiado nada.

P. ¿No ha detectado alguna señal que le permita ser optimista?

R. Ninguna. Nada.

P. ¿Y no ha llegado el momento de cambiar el eje independentismo-no independentismo por el eje izquierda-derecha?

R. ERC lleva mucho tiempo aprobando medidas sociales. Hemos ganado las dos últimas elecciones así.

P. ¿Ve elecciones próximas en Cataluña? ¿La era de la hegemonía convergente toca a su fin?

R. Hemos demostrado qué hacemos en nuestras áreas de Gobierno, y aspiramos a agrandar nuestra base de apoyos. A partir de ahí, que gane el mejor.

P. ¿Ve polarización social en Cataluña?

R. Es muy difícil que no haya polarización cuando hay inocentes en la cárcel. Y soy yo quien más hace llamamiento al diálogo, desde la cárcel.

P. En abril dijo que apoyaría los Presupuestos y no lo hizo. ¿Es fiable ERC?

R. El PSOE no quiso negociar los Presupuestos. Sánchez eligió ir a elecciones. Atribuir a ERC esa responsabilidad es impreciso.

P. Habla una y otra vez de diálogo: no puede haberlo sin cesiones. ¿Qué cesiones hará ERC?

R. Si confieso qué cesiones vamos a hacer pierdo capacidad de negociación. Pero el objetivo era y es la independencia. Y caerá por su propio peso: solo hay que trabajar para convencer a más gente.

P. Declararon la independencia con menos del 50% de los votos: ¿No es eso atropellar al otro 50%?

R. Gracias a lo que hicimos nos hemos ganado el derecho a repetirlo.

P. ¿Pero no necesita mucho más apoyos para eso?

R. Sí.

P. ¿Y si no los consigue?

R. Si los catalanes deciden que no, será que no.

P. ¿La vía unilateral ha quedado atrás?

R. Esa vía la impuso el Estado diciendo no a todo.

P. Eso no contesta a la pregunta.

R. Cualquier proceso complejo tiene que ser necesariamente multilateral. Y en este caso requiere de las instituciones políticas catalanas, españolas, europeas e internacionales, de las empresas privadas, y de tener los suficientes apoyos.

P. ¿No engañaron ustedes a los catalanes prometiendo una independencia imposible?

R. Y una mierda. Y una puta mierda. Dijimos la verdad: que el procés tenía que acabar en la independencia. Eso se impidió con palizas, cárcel, destituyendo Gobiernos y cerrando Parlamentos.

P. Está en prisión e inhabilitado. ¿Va a dar un paso al lado?

R. Eso lo decidirá ERC. Si hay opción yo no renuncio a nada.

P. ¿Qué espera de la futura fiscal general del Estado?

R. Nada. No veo ningún gesto. Y no espero nada de nada.

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