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Torra avisa de que Junts votará no a la investidura de Sánchez

El ‘president’ de la Generalitat asegura que el Gobierno catalán no aceptará "ninguna sentencia del juicio del ‘procés’ que no sea la libre absolución" y ha señalado que Cataluña “volverá a ejercer sus derechos”

El 'president' de la Generalitat, Quim Torra, este jueves en Madrid.Vídeo: ANDREA COMAS / EP
Claudi Pérez

Jordi Pujol visitó en su día Madrid para explicar su pacto con el PP. José Montilla alertó de la desafección, Artur Mas propuso un acuerdo fiscal, Carles Puigdemont ofreció pactar un referéndum imposible. Quim Torra cogió ayer el testigo de sus antecesores y acudió a Madrid en el arranque del curso político con una negativa rotunda y un aviso a navegantes en los bolsillos. Torra advirtió a Pedro Sánchez de que su partido votará no a una eventual investidura. Y amenazó con un otoño caliente si la sentencia del procés no es absolutoria: “Lo volveremos a hacer”.

La peor crisis constitucional de la historia reciente no tiene visos de resolverse a corto plazo. Ni siquiera a medio plazo. Torra inauguró ayer el curso político en Madrid con un discurso que hace prever un otoño caliente y eterniza la preponderancia del activismo sobre la política. “Lo volveremos a hacer”, advirtió el president ante la inminente sentencia del procés, con movilizaciones en la calle y renovado activismo institucional “hasta conseguir la independencia”, “a pesar de las multas, las inhabilitaciones y las amenazas”. Ante el juicio que afronta por desobediencia (tras negarse a retirar durante la campaña electoral los lazos amarillos del Palau de la Generalitat), afirmó que “recusará” a varios miembros del tribunal: más guerra de guerrillas en los juzgados. Y ante el formidable bloqueo en la política española, Torra se apuntó al cuanto peor, mejor: calificó de “decepción” las 370 medidas del programa del PSOE y adelantó que su partido votará en contra del líder socialista en una eventual investidura. El plan de Sánchez rechaza explícitamente un referéndum de autodeterminación. “Si esa es su posición definitiva, no podremos otorgarle nuestra confianza”, dijo.

El desbordamiento emocional que ha dejado el procés conduce al abuso de expresiones como golpe de Estado desde Madrid o a tildar de franquismo embozado a la democracia española desde Barcelona. Lejos de rebajar el tono, Torra —muy aislado en Madrid: solo le arroparon dirigentes de su partido; apenas había representantes de ERC o de otros grupos nacionalistas— comparó hasta tres veces a Cataluña con Hong Kong y a España con China en un desayuno informativo organizado por Europa Press en Madrid. “No hay un problema de convivencia en Cataluña”, explicó en referencia al análisis de Sánchez sobre los efectos del desafío catalán. “Hay un problema democrático, de imposición del silencio”, con “políticos y activistas en una impresentable prisión preventiva desde hace casi dos años”. Torra, que llegó a citar a Martin Luther King —aunque en esta ocasión dejó de lado a Mandela o Gandhi, habituales en sus discursos—, echó mano del argumentario habitual independentista. Cargó contra la sentencia del Constitucional sobre el Estatut. Criticó la falta de inversiones del Estado y el supuesto déficit fiscal del 8% del PIB (que, en el peor de los casos, se sitúa en torno al 2% del PIB: hay 14.000 millones de diferencia entre la estimación de Torra y las cifras que ofrecen otros expertos). Y vaticinó que la sentencia del procés “abrirá una nueva etapa para las reivindicaciones independentistas”, aunque evitó dar detalles al respecto. ERC y el PDeCAT llevan semanas tratando de pactar una respuesta consensuada a la sentencia. De momento no hay fumata blanca.

“Con esta sentencia veremos si España respeta los derechos y libertades. No solo los catalanes estaremos pendientes, sino Europa y parte del mundo”, aseguró. “Estoy completamente convencido de que Cataluña no aceptará ninguna sentencia que no sea la libre absolución. La no cooperación con la injusticia es una obligación moral”, sentenció.

Durante la conferencia, Torra recordó los ejemplos de Reino Unido y Escocia, o de Canadá y Quebec, para volver a reivindicar un referéndum pactado para Cataluña. Y repitió hasta tres veces la citada comparación con Hong Kong, que ha protagonizado multitudinarias protestas callejeras que han llevado al Gobierno a anunciar que retirará formalmente el proyecto de ley de extradición que desencadenó esa crisis. “El independentismo no tiene miedo a la democracia, no hay más que ver lo que ha pasado en Hong Kong para darse cuenta de esto. ¿Cuánta democracia es capaz de asumir el Estado español?”, se preguntó.

Exeditor especializado en recuperar el brillante periodismo catalán de la II República, Torra cerró su discurso con una cita de una escritora de esa época, Mercè Rodoreda: “Quizás el deseo de libertad en el hombre, en las personas, es más bien una necesidad de justicia”. Pero podía haber optado por otra de su admirado Gaziel: “El catalanismo ha abusado de la táctica del todo o nada y otras bravatas parecidas”.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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