La huelga de Starbucks se extiende a más de 300 tiendas en Nochebuena: “No ganamos lo suficiente para vivir”
El paro que comenzó el pasado viernes en Los Ángeles, Seattle y Chicago se ha ampliado a una docena de ciudades en su último día, según el sindicato
La huelga de Starbucks que comenzó el pasado viernes se extenderá este martes a más de 300 tiendas en Estados Unidos, y se espera que más de 5.000 empleados no se presenten a trabajar, según informó esta mañana el sindicato Trabajadores Unidos de Starbucks (Starbucks Workers United, en inglés). El paro de cinco días, que los empleados han llamado “la huelga antes de Navidad”, finalizará esta Nochebuena. “Los baristas de Starbucks de más de TRESCIENTAS tiendas han abandonado el trabajo para exigir a Starbucks que negocie un contrato justo de costa a costa”, publicó en Instagram el sindicato. Según la agrupación, se trata de “la mayor huelga de prácticas laborales injustas” en la historia de la cadena de café.
El paro fue convocado por Trabajadores Unidos de Starbucks, un movimiento que agrupa a unos 10.000 trabajadores en más de 500 tiendas de la cadena a nivel nacional y que promueve su sindicalización, aún incipiente. Comenzó el viernes en Los Ángeles, Chicago y Seattle, donde Starbucks primero abrió sus puertas hace más de 50 años, y desde entonces se ha ido ampliando cada día. La lista de sucursales participantes incluye ahora al menos nueve Estados: se han unido los trabajadores de las localidades de Boston (Massachusetts), Búfalo (Nueva York), Cleveland (Ohio), Dallas (Texas), Denver (Colorado), Minneapolis (Minnesota), Filadelfia y Pittsburgh (Pensilvania), Portland (Orejón) y San José (California).
Por su parte, Starbucks admitió el lunes en un comunicado que alrededor de 60 tiendas en todo el país estaban cerradas debido a la huelga, durante una de las épocas del año de mayor carga de trabajo para la cadena. Sin embargo, la compañía subrayó que la “gran mayoría” de sus más de 10.000 locales no se habían visto afectados por el paro y que esperan “un impacto muy limitado” en sus operaciones generales.
Evelyn Reyes, de 25 años, es una de las baristas que se sumó al paro este lunes. La joven lleva cinco años trabajando para la cadena de café en Los Ángeles y nunca le ha alcanzado el dinero para pagar una renta por sí sola. Ni siquiera el año pasado, cuando le dieron el puesto de supervisora. Y ese es el caso de la mayoría de los trabajadores de la cadena en Los Ángeles y el sur de California, asegura. “En Los Ángeles, todos tienen un roommate. Casi nadie es capaz de pagar una renta por sí solo”, sostiene.
Los trabajadores de Starbucks, que no estaban sindicalizados, comenzaron a organizarse para demandar mejoras de salarios y condiciones de trabajo en 2021. En febrero de este año, la empresa había acordado negociar contratos para finales de 2024, pero esto no ha ocurrido, lo que desató la protesta actual.
“Tenemos preocupaciones que no están siendo escuchadas. En este momento la compañía no quiere negociar con nosotros y es muy frustrante”, se queja Reyes en inglés. “Es muy frustrante estar constantemente preocupada: ¿tendré suficiente dinero para la renta? ¿Para la comida? ¿Para pagar la cuenta del teléfono y del gas?”. Ella, como muchos otros jóvenes trabajadores latinos de la cadena en Los Ángeles, vive aún con sus padres y teme que, para independizarse, tenga que irse de la ciudad. “Yo crecí en Los Ángeles, nací y fui criada aquí, y me preocupa no ser capaz de seguir viviendo en la ciudad que es mi hogar”.
El salario de los trabajadores de Starbucks varía según la locación. Pero el sueldo promedio sin beneficios en el sur de California es de 18 dólares la hora, según dice Reyes. Esto es dos dólares por encima del salario mínimo del Estado (de 16 dólares por hora, vigente desde el 1 de enero de 2024) y tres dólares por debajo del salario mínimo de la industria de la comida rápida en el Estado (de 20 dólares, desde el 1 de abril de 2024). La asignación de turnos tampoco está garantizada y muchos trabajan con la incertidumbre de no saber cuántas horas podrán cobrar a fin de mes. Las protestas en vísperas de las fiestas de Navidad y Año Nuevo buscan persuadir a la empresa para que presente una oferta mejor. “Todos estamos en apuros económicos aquí”, asegura Reyes. “En este momento solo espero que (la cadena) al menos esté dispuesta a negociar con nosotros y nos dé algo (un salario) del cual podamos vivir. Porque muchos empleados no ganamos lo suficiente para vivir y eso es muy frustrante”.
Reyes y los Trabajadores Unidos de Starbucks también exigen que la cadena responda a demandas concretas de prácticas laborales injustas que los trabajadores han presentado ante la Junta Nacional de Relaciones del Trabajo (NLRB, en inglés), la agencia federal que vela por el cumplimiento de las leyes laborales en negociaciones colectivas y otros asuntos.
Justo antes de que comenzara la huelga, el 19 de diciembre, Starbucks emitió un comunicado en el que señala que los sindicalistas de Workers United “abandonaron prematuramente la sesión de negociaciones esta semana”, a pesar de que ya habían logrado “más de 30 acuerdos significativos en cientos de tópicos” en decenas de reuniones que han tenido desde abril. En opinión de la empresa, la paga que ofrecen es justa si se tienen en cuenta los beneficios: “Starbucks ofrece un salario promedio competitivo de más de $18 por hora, y beneficios de primera clase. En conjunto, estos equivalen a un promedio de $30 por hora para los baristas que trabajan al menos 20 horas por semana. Los beneficios incluyen atención médica, matrícula universitaria gratuita, permiso familiar pagado y concesiones de acciones de la empresa. Ningún otro minorista ofrece este tipo de paquete integral de salario y beneficios”.
La huelga de los trabajadores de Starbucks ha coincidido con una organizada contra Amazon por el sindicato Hermandad Internacional de Camioneros, más conocido como Teamsters. El paro contra el gigante del comercio electrónico —el más grande hasta la fecha— comenzó el pasado jueves en una decena de instalaciones en cuatro Estados (California, Nueva York, Illinois y Georgia) y desde entonces también se ha extendido, según el sindicato, que dice representar a unos 10.000 trabajadores en diez instalaciones de Amazon.
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