_
_
_
_
_

Trapero se desmarca del independentismo ante la Audiencia y reitera su “respeto” a la Constitución

El 'major' de los Mossos defiende en su escrito de defensa que se puso de forma "inequívoca" a las órdenes de jueces y fiscales

Declaración de Josep Lluís Trapero, jefe de los Mossos d'Esquadra durante el 1-O, y su abogada, Olga Tubau, en el Tribunal Supremo el pasado marzo. En vídeo, los momentos más destacados de su declaración.Vídeo: EFE / EPV
Jesús García Bueno

Josep Lluís Trapero "no ha participado, no ha intervenido y no ha compartido" el plan ideado por el Govern de Carles Puigdemont "para alcanzar la independencia de Cataluña". El major de los Mossos d'Esquadra ha remitido a la Audiencia Nacional su escrito de defensa, en el que niega haber cometido delito alguno a cuenta del procés y subraya que siempre ha obedecido las órdenes judiciales. Trapero ha actuado, señala el texto, "desde el más riguroso respeto al orden jurídico constitucional, obedeciendo y cumpliendo los mandatos judiciales y del ministerio fiscal".

Pese a estar procesado por la Audiencia Nacional, Trapero declaró como testigo en el juicio que se celebra en el Tribunal Supremo contra 12 líderes independentistas. El escrito que ahora ha presentado en su defensa es el desarrollo jurídico y con mayor precisión de lo que ya dijo en esa declaración. El escrito, elaborado por la abogada Olga Tubau, remarca que el major "no ha puesto jamás el cuerpo de los Mossos al servicio de los intereses políticos secesionistas". Al ponerse de forma "inequívoca" a las órdenes de jueces y fiscales, los dirigentes independentistas "no podían contar" con los Mossos para ejecutar el plan secesionista.

Más información
La confesión de Trapero apuntilla a Puigdemont

Trapero, que afronta una petición de la Fiscalía de 11 años de cárcel por rebelión, se desmarca todo lo que puede del Gobierno encabezado por Carles Puigdemont. Los políticos conocían la "postura inequívoca" del major, cuenta la abogada, "respecto del cumplimiento por parte de los Mossos de la legalidad constitucional". Como prueba de esa lealtad, insiste en lo que ya contó ante el Supremo: tras la declaración unilateral de independencia (DUI) el 27 de octubre de 2017 en el Parlament, Trapero se puso "a disposición" del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús Barrientos, y del fiscal superior, José María Romero de Tejada (ya fallecido), para "dar cumplimiento a las órdenes que se pudieran derivar en relación con esos hechos". En su declaración llegó a decir que había un plan previsto para detener a Puigdemont y al resto de consejeros.

Niega "pasividad" el 20-S

El escrito recorre las semanas más complicadas del procés y se detiene, especialmente, en dos hechos claves: la protesta frente al Departamento de Economía del 20 de septiembre de 2017 y la jornada del referéndum del 1 de octubre. Sobre el 20-S, donde la Fiscalía ancla el inicio de la violencia, Trapero es contundente: no impidió "ni por acción ni por omisión" que los registros judiciales se llevaran a cabo. Tampoco mantuvo "una conducta pasiva en connivencia con los responsables políticos", señala Tubau, que constantemente niega la mayor y rebate el relato del ministerio público.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Trapero califica de "pacífica" la concentración convocada por la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) y Òmnium Cultural frente a Economía para protestar por los registros ordenados por el titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, que pretendían evitar la celebración de la consulta ilegal. El escrito admite que hubo episodios puntuales de violencia —con el destrozo de vehículos de la Guardia Civil y el lanzamiento de objetos a mossos—, pero que en ningún caso hubo un intento de asaltar Economía. El escrito alude al atestado de la propia Guardia Civil, del que se desprende también que "no hubo sublevación".

Trapero recuerda que hubo "momentos de tensión grave", pero a la una de la madrugada, cuando la manifestación ya se había disuelto. Los Mossos cargaron entonces contra un grupo de personas que seguía en la calle. Para rebatir el argumento de la pasividad, el major recuerda que estuvo "todo ese día" en el centro de mando operativo junto a otros comisarios de la policía autonómica, y que se movilizaron "un total de 286 agentes" de orden público, de las unidades BRIMO y ARRO. "Todas y cada una de las peticiones que se fueron realizando por los agentes de la Guardia Civil fueron valoradas y atendidas por los Mossos", alega el texto. Si no se formó un pasillo para sacar los coches policiales fue por "absoluta imposibilidad" ante una concentración "compacta" de más de 40.000 personas.

Por la noche, el juez del 13 y Trapero hablaron en dos ocasiones por teléfono y el magistrado le ordenó un dispositivo que permitiera salir a la comisión judicial. Trapero dijo que iba a cumplirla, pero que necesitaba tiempo para "garantizar la total seguridad". Finalmente, la secretaria judicial, Montserrat del Toro, abandonó el registro a través de un edificio anexo, el teatro Coliseum.

Sin pegas al plan para el 1-O

Sobre el 1-O, Trapero insiste en que dio cumplimiento a todas las instrucciones de la Fiscalía y, más tarde, al auto del 27 de septiembre de 2017 en el que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ordenaba impedir el referéndum. Sobre los planes para la Fiscalía, afirma que ni el fiscal superior ni el coordinador del dispositivo, el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, "dio una sola instrucción u orden en aras de que se introdujera en el Plan de Actuación de los Mossos d'Esquadra las modificaciones que se hubieran estimado pertinentes". Ni De los Cobos ni nadie dijo que esa participación resultara "inoperante ni insuficiente".

Trapero recuerda que el auto de la magistrada ordenaba impedir la consulta pero "sin alterar la convivencia ciudadana". Y cita una reunión con la magistrada, el mismo día 27, en la que esta verbalmente insistió en que "debían actuar con paciencia, contención y garantizando en todo momento la paz social".

El 1-O se desplegó un dispositivo "conjunto" y los Mossos cumplieron su parte: enviar una patrulla a cada uno de los más de 2.300 colegios electorales. Esa actuación no implicaba ninguna "conducta pasiva", sino que había sido avalada y venía motivada por el "carácter pacífico de la jornada". Los Mossos debían pedir apoyo a Policía y Guardia Civil, pero antes de hacerlo constataron que estos cuerpos ya estaban actuando. De los Cobos desconvocó las reuniones de seguimiento y no informó, según el major, de sus actuaciones.

En su defensa cita también las reuniones entre la cúpula de los Mossos y los máximos responsables del Govern de los días 26 y 28 de septiembre. Los mandos instaron al Govern a que "cumpliera con la legalidad" y trasladaron que "no se compartía desde el cuerpo policial el proyecto independentista". Trapero alude también a su única intervención en la Junta de Seguridad del mismo día 28: "Los cuerpos policiales tienen como misión cumplir la ley las órdenes de las autoridades judiciales actuando con proporcionalidad y congruencia", dijo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_