Ciudadanos silenció el fraude en las primarias hasta que los críticos amenazaron con ir al juzgado
El partido hizo públicas las irregularidades en la votación ante la posible denuncia del equipo de Igea
Ciudadanos conoció las irregularidades en la votación de las primarias de Castilla y León el sábado a última hora de la tarde tras proclamar vencedora a Silvia Clemente. Sin embargo, no fue hasta las cuatro de la tarde del domingo cuando el partido hizo público que se paralizaba la candidatura de Clemente. Un lapso de casi 24 horas de silencio tras las que el equipo del candidato crítico, Francisco Igea, llegó a dirigirse a un juzgado de guardia de Valladolid para interponer una denuncia. Solo entonces hubo reacción en Madrid.
El relato del fraude destapado en Castilla y León comienza en Burgos. Tres jóvenes militantes detectan que el número de votos recogidos en el acta de participación no coincide con la suma de los resultados anunciados por Ciudadanos. Hay un desfase de 82 votos. Son las tres de la tarde del sábado y apenas dos horas antes Ciudadanos había anunciado que Clemente se había impuesto a Francisco Igea por una diferencia de apenas 35 votos. La expresidenta de las Cortes por el PP, fichaje estrella del partido de Albert Rivera, se convertía así en la candidata oficial de Ciudadanos en Castilla y León y salvaba la cara del líder, que le había dado su aval en la batalla más reñida del partido.
Igea comía en Valladolid con unos 80 militantes después de conocer su derrota cuando les llegó el aviso desde Burgos de que algo no cuadraba. En ese momento, varios militantes se levantaron de la mesa y se encerraron para descargar todos los certificados de votos, a los que puede tener acceso cualquier afiliado y en los que se detalla la hora de cada uno. De ahí se elaboraron dos gráficas para explicar el patrón de participación.
El sistema telemático de votación, al que se accede a través de la intranet del partido con un usuario y una contraseña simple, permaneció abierto hasta las diez de la mañana del sábado. La sorpresa fue en la madrugada. Entre las dos y las tres y entre las ocho y las nueve del sábado hubo un pico de participación con casi todos los apoyos para Clemente.
El primer aviso de un posible fraude llegó a la dirección nacional el sábado a última hora de la tarde, según fuentes del partido. Miembros de la ejecutiva aseguraron que se iba a mirar lo que había ocurrido y la comisión de garantías del partido se puso a trabajar en ello. Mientras tanto Silvia Clemente seguía siendo candidata oficial del partido.
Al día siguiente, lo que acabaría siendo el mayor escándalo de Ciudadanos desde su fundación en 2005, aún no había salido a la luz. El equipo de Igea preparó entonces una denuncia para presentar ante el juzgado de guardia de Valladolid. Allí se dirigieron varios miembros del equipo a las dos y media de la tarde del domingo. Pero la denuncia nunca se llegó a presentar. Ciudadanos emitió finalmente un comunicado a las cuatro de la tarde en el que anunciaba que había recibido “un requerimiento” de uno de los candidatos y que mientras se hacía una comprobación de la denuncia “se paraliza la proclamación definitiva de los candidatos”.
El resto del relato, con la proclamación de Igea como vencedor final de la contienda el pasado lunes, es la historia de la mayor crisis interna del partido. Ciudadanos busca ahora cómo cerrar la polémica, que se ha extendido a otras comunidades como Murcia, Cantabria o Madrid, que también han pedido una comprobación de sus procesos de primarias.
La semana más negra del partido naranja llega a seis semanas de las elecciones generales del 28 de abril y con el partido en caída libre en todas las encuestas. El líder Albert Rivera todavía no se ha pronunciado. Este miércoles, en un acto de precampaña, se ha negado a contestar a los medios de comunicación a su llegada y ha evitado encontrarse con ellos a la salida.
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