Los jubilados dan el salto de la calle a la política
Seis nuevos partidos se lanzan a captar el voto de casi diez millones de pensionistas españoles
La responsable de prensa quiso confirmar, antes de empezar a grabar, que la bufanda gris que Lope García Verdugo no se quitaba ante la cámara era "parte del look". Sí lo era. Ese día el Partido Demócrata Social de Jubilados Europeos (PDSJE), la formación que preside García Verdugo, firmaba su primer acuerdo en una oficina de alquiler en la calle Gran Vía de Madrid. Al menos seis partidos de jubilados y pensionistas se han registrado en el último año para defender las pensiones en España, donde el gasto del Estado en estas prestaciones es uno de los más altos de la zona euro. Han decidido dar el salto de la calle a la política y tres de ellos ya van camino a las elecciones del 28 de abril.
García Verdugo es un político novato. Su primer acercamiento fue el pasado noviembre, a los 70 años, cuando constituyó el PDSJE. Asegura que ya tienen 500 afiliados —"muchos más simpatizantes"— que pagan una cuota anual de 30 euros. No imposta la voz ante la cámara y se queda más bien tieso. Cuando se jubiló, a los 60 años, después de trabajar desde los 19 en Seat, "escuchaba decir siempre al señor [exministro Cristóbal] Montoro que las pensiones eran una carga para el Estado". "Y pensé igual ahora me fastidian las pensiones", explica. Su primer destino son los comicios de abril (han conseguido los avales para presentarse en las generales en Ciudad Real) y luego planean ir a por las municipales, las autonómicas y las europeas.
Estas formaciones recién nacidas no ostentan la maquinaria de comunicación de los grandes partidos. Se definen, en general, como "apolíticos" y aseguran que en sus filas entran personas de todo el espectro ideológico. En sus páginas webs o en redes sociales, si las tienen, cuelgan programas que prometen eliminar el IRPF en las pensiones, como señala en su perfil de Facebook el Partido de Jubilados y Pensionistas de España (PJPE), un partido registrado el pasado septiembre en la Comunidad Valenciana; o abolir las pensiones cuyo titular no tenga más de 65 años, como apunta el Partido Senior, constituido en octubre en Andalucía. También hay propuestas que trascienden el ámbito de la seguridad social, como las que enumera Tercera Edad en Acción, que presentará candidatos el 28-A en Alicante: "defender la unidad de España", "inmigración coherente y con el debido control", "protección de la vida".
España es uno de los países de la Unión Europea donde el gasto de pensiones es más alto: en 2017 (última año liquidado) representó el 11,9% del PIB, mientras que diez años antes, el 8,4%. Aunque la pensión media en el país superó en febrero los 985 euros mensuales (más que el salario mínimo interprofesional), según los datos del Ministerio de Trabajo, existe una gran disparidad en la distribución. Casi cuatro de cada diez pensionistas (1,6 millones) cobran de media poco más de 600 euros mensuales, de acuerdo con datos de la Seguridad Social.
"Queremos poder vivir igual que hemos vivido mientras hemos trabajado", apunta el coordinador del Partido Demócrata Social Jubilados Europeos.
El hermano de Lope, Antonio, tiene 63 años, 44 cotizados, y le han denegado la pensión, según cuenta. No cobra desde hace 14 meses y él y su esposa subsisten con la ayuda de sus hijos y vecinos. Como coordinador del partido que fundó su hermano defiende el blindaje de las pensiones por ley y baja los reclamos a tierra. No se enreda en términos técnicos, no habla del IPC, ni del Índice de Revalorización (IRP). Defiende "el sentido común": "Queremos poder vivir igual que hemos vivido mientras hemos trabajado y cubrir las necesidades reales que tenemos los jubilados: medicina, comida, alojamiento".
No es tan sencillo. El modelo de pensiones español es de reparto (se financia directamente con las cotizaciones de los trabajadores), contributivo (se incrementa en función de lo cotizado) y de prestación definida (se determina por una fórmula que tiene en cuenta la historia laboral de la persona y no tiene en cuenta la esperanza de vida). Con la situación actual de envejecimiento de la población y de estancamiento de los salarios y de la productividad, el sistema es "insostenible" porque no se generan suficientes ingresos para cubrir los gastos, según explica por correo electrónico Eduard Suari, doctor en economía por la Universidad de Groningen.
"En los últimos meses los pensionistas en España han ganado conciencia sobre su importancia numérica y su capacidad de influencia", dice el sociólogo Eduard Suari.
"En los últimos meses los pensionistas en España han ganado conciencia sobre su importancia numérica [son cerca de diez millones] y su capacidad de influencia", destaca Suari. En Holanda, donde vive, existe desde hace diez años un partido que representa a los mayores de 50 años, se llama 50PLUS y tiene diputados en el Parlamento. No le sorprendería que estos nuevos partidos españoles consiguieran escaños en las próximas elecciones.
El sociólogo del CSIC Manuel Trujillo señala, sin embargo, que "históricamente los partidos sectoriales no han tenido éxito en España". "Los mayores se mantienen prácticamente fieles a los partidos tradicionales y su voto es el que menos ha incidido en los partidos nuevos", agrega. Con la pirámide poblacional cada vez más envejecida, además, los principales partidos miden sus propuestas: "Las pensiones han sido un tema de debate, y, sobre todo el PSOE, lo ha cogido como una de sus banderas". Por eso, ve difícil que obtengan escaños el 28-A. Aunque no en las europeas, donde, asegura, ve "más posible es que un partido nueva tenga éxito".
La "única alternativa" que tienen para conseguir escaños, según Jacinto Roldán, líder de Nuevo Centro, es aliarse porque la ley electoral "perjudica" a los partidos pequeños como el suyo, registrado en febrero, asegura. Pero aún no han logrado cerrar la coalición en la que algunas formaciones trabajan desde diciembre. Roldán argumenta que hay quienes pretenden defender las pensiones y "no tienen idea". Le indigna que se funden partidos cuyos líderes "nunca han estado en la calle". Él, que preside también la plataforma Garanticemos las pensiones, creada en los primeros años de la crisis, ha coreado los reclamos de los pensionistas hasta que ha visto necesario "dar un paso más". "Los movimientos sociales son importantes, pero no son suficientes", afirma.
Durante la crisis, las pensiones se congelaron y desde entonces la renta media de los mayores de 65 años pasó de 10.893, en 2008, a 12.528, en 2017, según el INE. "Con jubilaciones tan bajas lo que faltaba es que todavía hubiesen bajado más", responde Carlos Rico, de 70 años y presidente de Tercera Edad en Acción. Critica la "inestabilidad" a la que como colectivo, asegura, están sometidos. "Te suben las pensiones cuando creen conveniente, te las congelan cuando creen conveniente. Nos sentimos francamente utilizados". Quieren llegar a las cortes para que su renta no dependa "de la voluntad del Gobierno de turno". Y nada más: "A nuestra edad no tenemos el problema de eternizarnos en un cargo".
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