El testimonio de Rajoy y otros líderes eleva el voltaje político en el juicio del ‘procés’
El expresidente del Ejecutivo y el resto de protagonistas políticos de la tentativa independentista testifican desde hoy en el Supremo
El juicio en el Tribunal Supremo sobre el proceso independentista catalán entra este miércoles en una nueva fase de alto voltaje político. Después de siete sesiones dedicadas al estudio de las cuestiones previas y a la declaración de los 12 líderes secesionistas acusados, por la sala de vistas pasarán, en este caso como testigos, los protagonistas políticos de aquel otoño convulso de 2017. En los próximos dos días, el tribunal presidido por Manuel Marchena hará desfilar -a uña de caballo y en sesiones que se prometen maratonianas- a veinte políticos, entre ellos el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, el expresidente de la Generalitat y antiguo imputado en la causa Artur Mas o el lehendakari Íñigo Urkullu.
El tribunal, sin reconocerlo de forma expresa, acomodó en bloque a los testigos políticos inmediatamente después de los acusados, después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decidiera adelantar las elecciones generales al próximo 28 de abril. De esta manera, distancia todo lo posible su declaración de los comicios y de la campaña electoral, aunque la voluntad de los siete magistrados sigue siendo terminar la vista antes de que se celebren las elecciones. Para ello, ha fijado nuevas jornadas de declaración a las inicialmente previstas.
La nueva fase testifical supone, además, el estreno en el juicio de la acusación popular de Vox. El partido de extrema derecha, representado por los abogados Pedro Fernández y Javier Ortega-Smith, número dos de la formación, apenas si ha intervenido –brevemente y para llevarse una bronca de Marchena- en la fase cuestiones previas. Todos los acusados rechazaron someterse a sus preguntas en una mezcla de derecho de defensa e indisimulado ejercicio de vacío político. Esta fase testifical será su mejor altavoz mediático, aunque el tribunal pretende atar en corto a sus abogados.
Mariano Rajoy acude como testigo a petición de Vox y de algunas de las defensas. El tribunal aceptó su declaración porque el escrito de acusación de la Fiscalía nombra al entonces jefe del Ejecutivo en dos momentos centrales del procés: los requerimientos que envió al fugado expresident Carles Puigdemont el 11 y el 19 de octubre de 2017 (días después de la consulta independentista del 1-O) para que comunicara si se había declarado la independencia y acatara la legalidad.
Si el tribunal lo acepta, las defensas y las acusaciones podrán preguntarle sobre otras actuaciones que llevó a cabo su Gobierno relacionadas con el desafío independentista, entre ellas las razones por las que no aplicó el artículo 155 de la Constitución hasta el mismo 27 de octubre de 2017 cuando el Parlament aprobó la declaración de independencia, que todos los acusados han asegurado que consistió en un acto político que no tuvo valor jurídico alguno. Y Rajoy, a no ser que el tribunal considere que la pregunta no tiene nada que ver con lo que se está juzgando, estará obligado a contestar. Al contrario de lo que ocurre con los acusados, que pueden negarse a responder a todas o a algunas de las partes durante un juicio o a contestar una falsedad, los testigos tienen el deber de responder la verdad.
La sesión de este miércoles se iniciará, a las diez de la mañana, con la declaración del diputado de ERC Joan Tardà, que en la primera sesión del juicio tachó este de “farsa” que busca “escarmentar” al independentismo. En intervalos de media hora —cosa que a la vista de las declaraciones de los acusados, costará cumplir— están citados por la mañana Roger Torrent, Artur Mas, Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro. El presidente del Parlament excusó su asistencia al haberse convocado un Pleno de la Cámara autonómica para este mismo miércoles.
Artur Mas, que estuvo imputado durante una fase de la instrucción, también acudirá este miércoles. La Fiscalía lo sitúa en su escrito en los preparativos de la tentativa secesionista, pero el Supremo consideró que no había indicios suficientes para procesarlo por la ejecución del plan que culminó con la declaración de independencia del 27 de octubre.
Soraya Sáenz de Santamaría será previsiblemente cuestionada por los contactos que mantuvo con el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras para tratar de reconducir el desafío soberanista. El exministro de Hacienda Cristóbal Montoro está citado por las defensas para tratar de que certifique que de la intervención de las cuentas autonómicas se deduce que no salieron fondos públicos para la celebración del referéndum ilegal de autodeterminación del 1 de octubre de 2017.
En la sesión de tarde, si se cumplen los horarios, declarará en primer lugar Mariano Rajoy. Se trata de su segunda intervención en un juicio como testigo después de declarar, en julio de 2017, siendo aún presidente, en la vista oral del caso Gürtel. Tras él están llamados Marta Pascal, expresidenta del PDeCAT; Núria de Gispert, expresidenta del Parlament; y los dirigentes de la CUP Eulàlia Reguant y Antonio Baños.
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