El ‘junquerismo’ se pone de largo en el Supremo
El presidente de ERC, líder junto con el fugado Puigdemont de la tentativa secesionista, abre los interrogatorios del juicio del ‘procés’
Oriol Junqueras i Vies (Barcelona, 1969) abrirá este jueves en el Tribunal Supremo la tercera jornada de la vista oral del procés, la primera del juicio propiamente dicho, tras dos sesiones que pese a estar dedicadas al examen de las llamadas cuestiones previas han tenido aroma a conclusiones definitivas. El presidente de Esquerra Republicana de Catalunya, líder junto con el fugado expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, de la tentativa secesionista del otoño de 2017, lleva en prisión desde el 3 de noviembre de ese año. En estos 15 meses privado de libertad, su figura como referencia del nacionalismo catalán se ha acrecentado, mientras que la voz de Puigdemont, sin caer en el olvido, se escucha cada vez más lejana en el autoexilio de Waterloo.
El martes, las defensas de casi todos los acusados mezclaron a partes iguales argumentos jurídicos y proclamas políticas sobre el derecho de autodeterminación, y tacharon el juicio de “causa general contra el independentismo”. El miércoles, la fiscalía asumió el liderazgo de las acusaciones: acusó al bloque de letrados más politizado de “crear una visión distorsionada de la realidad” para “desprestigiar la justicia española” y, tras insistir en la idea de violencia en la tentativa secesionista, sobre la que basa el delito de rebelión, aseguraron que el juicio es “un triunfo de la democracia y del Estado de Derecho”.
Sentadas las bases del debate jurídico-político, este jueves, a partir de las 10, Junqueras se enfrenta al interrogatorio ante el tribunal presidido por Manuel Marchena. Por primera vez desde que entró en prisión provisional, su voz se escuchará en directo, sin necesidad de hologramas, discursos grabados por vía telefónica desde la cárcel, cartas o entrevistas en prensa. En la sala más solemne del palacio de las Salesas, Junqueras tendrá ocasión de desplegar todos los matices de lo que su escrito de defensa llama, atribuyéndoselo a los “medios de comunicación”, el “junquerisme”, un proyecto político “pacífico e integrador”, de inspiración republicana, europeísta y enraizado en los valores y la tradición cristiana, de la que el líder de ERC hace profesión frecuente. El altavoz de que dispondrá Junqueras –en el Supremo se han acreditado 630 periodistas de 79 medios nacionales y 66 internacionales- para presentar al mundo su doctrina es formidable.
La fiscalía solicita 25 años de prisión para él como “promotor” o “jefe principal” de un delito de rebelión, por la estrategia puesta en marcha para conseguir la independencia de Cataluña por vías unilaterales apoyándose en un referéndum ilegal de autodeterminación que otorgara legitimidad internacional al proyecto de secesión. Junqueras era vicepresidente de la Generalitat y consejero de Economía y Hacienda en la legislatura que terminó el 27 de octubre de 2017 con la declaración de independencia y la intervención de la autonomía catalana por el artículo 155 de la Constitución.
Este jueves, Junqueras, que tiene previsto declarar en castellano, según fuentes de su defensa, será interrogado por prácticamente todos los aspectos estratégicos y organizativos del procés, cuyo inicio sitúa la fiscalía el 19 de diciembre de 2012. Ese día, el líder de ERC firmó un acuerdo de gobierno con Artur Mas para la décima legislatura autonómica que incluía la celebración de la consulta soberanista del 9 de noviembre de 2014.
El dirigente independentista podrá declarar –tiene derecho a no hacerlo- sobre el documento Enfocats, una supuesta hoja de ruta hallada por la Guardia Civil en el despacho de su mano derecha, Josep María Jové, coordinador general del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. Este documento, cuya validez niegan las defensas, planteaba “incrementar paulatinamente el nivel de conflictividad con el Estado”. También se le preguntará sobre el decreto que firmó con Puigdemont con las normas para aquella consulta, prohibida por el Tribunal Constitucional, y la carta que envió a todos los alcaldes de Cataluña para reclamarles que cedieran locales para la votación ilegal.
El cuestionario incluirá también la reunión de la junta de seguridad del 28 de septiembre de 2018, en la que decidieron seguir adelante con el referéndum pese a la advertencia de la cúpula de los Mossos del alto riesgo de incidentes con las fuerzas de seguridad que tenían el mandato judicial de impedir la consulta.
Junqueras estará representado en la sala por Andreu Van den Eynde. Este letrado, que también lleva la defensa de Raül Romeva, exconsejero de Exteriores, ha llevado hasta ahora una línea con un fuerte componente político, con la vista puesta en un posible recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Su tesis de defensa se centra en la idea de que la causa “es un ejemplo de instrumentalización del proceso penal para la persecución de un movimiento que, pacíficamente, ansía un objetivo político legítimo en democracia”, y que una posible condena a su cliente supondrá la “derogación de los valores democráticos”.
A las diez de la mañana —aproximadamente, en España los juicios puntuales son una especie protegida— empieza todo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.