Las defensas cruzan ofensiva política y razones jurídicas el primer día del juicio

La primera sesión del juicio del procés, que se ha celebrado este martes en el Tribunal Supremo, fue un reflejo del nexo inevitable entre la causa judicial y el conflicto político entre el Estado y la Cataluña oficial. En una jornada destinada a que las defensas expongan cuestiones jurídicas que pretenden que queden resueltas antes del juicio, los argumentos técnicos se mezclaron con los alegatos políticos e incluso emocionales. “Esta es una causa general y prospectiva contra el independentismo”, denunció el letrado del exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras.

La carga política del juicio del procés se puso de manifiesto en la primera sesión no solo en las intervenciones de las defensas, sino también en las imágenes que dejaba una jornada histórica dentro y fuera del tribunal. El Supremo y sus inmediaciones se convirtieron para el independentismo en un lugar en el que apoyar, ver y dejarse ver. El sitio en el que había que estar.

Más información

Sigue el desarrollo del juicio y las reacciones

Quién es quién en la causa

Los líderes del 'procés' en el banquillo del Supremo

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, con un lazo amarillo en la solapa, siguió la sesión dentro de la sala de vistas tras saludar al presidente del Supremo, Carlos Lesmes; el presidente del Parlament, Roger Torrent, que no pudo entrar en el tribunal porque tendrá que declarar como testigo durante el juicio, estuvo fuera del palacio de justicia rodeado de dirigentes y diputados catalanes.

Pero entre todas esas imágenes, la de mayor peso político y simbólico fue la de los 12 acusados en el banquillo. Era la primera vez que se veía a los nueve de ellos que están en prisión preventiva y también la primera que todos se situaban cara a cara frente a los siete magistrados que los van a juzgar.

El banquillo está en este caso formado por cuatro bancos de tres plazas cada uno: en el primero, el exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras y los exconsellers Raül Romeva y Joaquim Forn. Detrás de ellos, Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull. En la tercera fila, Jordi Cuixart, Carme Forcadell y Dolors Bassa. Y en la cuarta y última, los tres acusados que están en libertad (Santi Vila, Carles Undó y Meritxell Borràs).

Claves | Los argumentos jurídicos

En el terreno jurídico, el protagonismo este martes lo tuvieron las defensas de los 12 acusados, que expusieron al tribunal las llamadas cuestiones previas. Pero pese a ser sobre el papel una jornada muy técnica, los argumentos jurídicos de las defensas se mezclaron con los discursos políticos. Gran parte de las defensas asumen la tesis del independentismo que deslegitima al Supremo para juzgar el procés por considerarlo un tribunal de parte a favor de los intereses del Estado. Y, bajo esa premisa, en las intervenciones abundaron los alegatos en los que se cuestionaba la imparcialidad del tribunal. “Hagan de jueces y no de salvadores de la patria”, reclamó el abogado Jordi Pina, que defiende a los exconsejeros Jordi Turull, Josep Rull y el expresidente de la ANC Jordi Sànchez.

La vista, desde el primer día de juicio, está ya puesta en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, donde la mayoría de los letrados asumen que llegará el caso si el juicio acaba en condena. Y a abonar ese terreno dirigieron casi todas las defensas buena parte de sus intervenciones.

Con especial ahínco lo hicieron el abogado de Junqueras y Romeva, el de Turull, Rull y Sànchez y el del presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, que incidieron en la vulneración de derechos fundamentales que, aseguran, se han cometido a lo largo de la causa y que les puede abrir en un futuro las puertas de la justicia europea. “Hay quien está dispuesto a sacrificar derechos fundamentales por la indivisibilidad de la nación española”, sentenció el letrado de Cuixart, Benet Salellas.

Noticias, imágenes, vídeos, reportajes, análisis, opinión... toda la información sobre el juicio a los líderes independentistas catalanes en el Tribunal Supremo