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El Congreso rechaza activar el 155 por falta de hechos contra la Constitución

Albert Rivera amenaza al PSOE con "romper puentes futuros" y solo recaba el apoyo del PP

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, este martes en el Congreso.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, este martes en el Congreso. Emilio Naranjo (EFE)

El Congreso de los Diputados ha rechazado este martes de manera muy simbólica, en el día del inicio del juicio en el Tribunal Supremo a los líderes del proceso independentista en Cataluña y en pleno debate sobre la conveniencia de celebrar un Consejo de Ministros del Gobierno central este viernes en Barcelona, activar el artículo 155 de la Constitución para intervenir la Generalitat y suspender la autonomía catalana. La iniciativa propuesta de nuevo por Ciudadanos solo ha contado con el apoyo del PP (163 votos a favor frente a 174 en contra y una abstención).

El PSOE y sus aliados de la moción de censura (Podemos, PNV y los partidos independentistas catalanes) han votado en contra por falta de "hechos jurídicos objetivos y concretos" que pudieran sustentar ahora esa intervención.

Ciudadanos lo ha vuelto a intentar ahora, como ya hizo hace dos meses, y con el mismo resultado. La mayoría de los representantes del Congreso de los Diputados han votado contra la Proposición No de Ley de la formación que lidera Albert Rivera para "realizar el requerimiento previo al Presidente de la Generalitat de Cataluña que contempla el artículo 155 de la Constitución". Rivera utilizó para defender esa iniciativa un tono en las formas más suaves que en otras ocasiones pero con la misma carga de profundidad. Entiende que en Cataluña no se está cumpliendo ni respetando la Constitución y sostiene que el presidente catalán, Quim Torra, utiliza a diario su cargo para "alentar la violencia y apretar más a los demócratas". Y considera que ese comportamiento está teniendo consecuencias sobre la vida diaria de comerciantes, funcionarios, concejales y todo tipo de familias en Cataluña.

Los ataques de Rivera contra la actual Generalitat y Torra, del que recordó también su reciente apelación a la violencia y la vía eslovena, le sirvieron para intentar enfrentar al PSOE ante el dilema de apoyar su proposición o ser "cómplice de todo lo que suceda en Cataluña" incluso con posibles incidentes antes o durante la celebración este viernes de un Consejo de Ministros en Barcelona. El líder de Ciudadanos pidió con vehemencia, eso sí, al PSOE, al Gobierno y a su presidente Pedro Sánchez que rectifique su operación diálogo con el nacionalismo catalán y no le tienda más la mano y "abra de nuevo el camino del consenso con los constitucionalistas".

La mayor parte de la intervención de Rivera se dirigió contra el PSOE y Sánchez, a los que volvió a increpar por perseguir solo permanecer "en el sillón de La Moncloa a cualquier precio y por la puerta de atrás" tras sus pactos en la moción de censura con los nacionalistas y los independentistas. Y fue ahí cuando introdujo el aviso de fondo más relevante de su discurso, sobre todo de cara al futuro y a posibles pactos postelectorales de próximas citas con las urnas: "Si votan el botón rojo (el de rechazo), ustedes van a romper los puertos posibles para un futuro. Tengan un momento de dignidad y recuperen los puentes rotos porque si no lo hacen nos tendrán enfrente".

No hubo enmiendas a la proposición de Ciudadanos y los demás partidos fijaron posición sobre su propuesta. Solo recabó el apoyo del PP. Desde el Grupo Mixto, Jordi Xuclá, del PDeCAT, recogió "la amenaza" de Ciudadanos al PSOE para avanzar que ellos también iban a votar el botón rojo de rechazo porque la iniciativa les parecía "una pantomima" y le espetó a Rivera la falta de "hechos concretos" para sustentar esa petición de activación del 155. Y luego le reprochó su deriva hacia la extrema derecha de Vox y su actitud de cierto "matonismo parlamentario" que funciona como "elemento disolvente".

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, quiso ser premeditadamente despectivo y anticipó que no iba a ocupar mucho tiempo de su intervención porque le parecía que la proposición de Ciudadanos "no da mucho de sí". Esteban recordó la potestad que la Constitución concede al Gobierno para sopesar si procede aplicar el artículo 155 y reseñó que los incumplimientos de una autonomía para ser intervenida no deberían de ser nunca en "abstracto" o basados en opiniones o pensamientos. El dirigente vasco destacó que no solo no cabe en la Constitución suprimir así y permanentemente la autonomía de una comunidad autónoma sino que, además, políticamente sería "una barbaridad".

Salvador Lluch, de ERC, también cuestionó que no hubiera nada nuevo en el "enésimo sueño" de Ciudadanos y la extrema derecha "por volver a la España una, grande y libre" de José Antonio Primo de Ribera pero le advirtió de que eso está lejos de la realidad social y política de la Cataluña actual. Y atacó también al líder de Ciudadanos por fijarse más en el presidente de Vox, Santiago Abascal, que en el primer presidente de esta etapa democrática de España, Adolfo Suárez, que restableció la Generalitat y recibió a Josep Tarradellas en 1977 antes de que se aprobase la Constitución. El parlamentario de ERC avisó de que por la senda de la represión nunca se ha conseguido nada y tampoco se logrará nunca en el futuro.

Josep Vendrell, de Podemos, también destacó que la proposición de Ciudadanos podría resultar inconstitucional al pretender cargarse la autonomía catalana "sin ningún hecho objetivo que lo justifique, salvo opiniones o declaraciones" y avanzó que eso sí podría sonar a golpe de Estado. Y también relacionó a Rivera con Vox y Abascal.

El diputado del PSOE y del PSC, José Zaragoza, volvió a reprochar a Rivera que plantee este tipo de iniciativas contra lo que le interesa a España en estos momentos y solo por razones electorales para Ciudadanos. Zaragoza también descartó que existan argumentos y "hechos jurídicos que justifiquen" ahora la intervención del 155 y le recordó a Rivera que hace un año, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy lo aplicó por primera vez en esta historia de la democracia, había más razones de peso contra el Estatuto y el parlamento catalán, declaraciones unilaterales de independencia y hasta consultas ilegales, y, sin embargo, Ciudadanos tardó en asumir aquella intervención y tuvo dudas. El portavoz socialista también incidió en la acusación contra Rivera por "ser prisionero del PP" y por estar así, con esa "política de tierra quemada y de echar gasolina al conflicto" blanqueando a Vox y Abascal.

El portavoz del PP, Joan Roca, de Tarragona, anunció el apoyo de su partido pero con una intervención de pasada en la que aludió a comportamientos criticables de Quim Torra del pasado incluso cuando no era presidente de la Generalitat.

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