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El Gobierno ofrece una reunión a Torra y pide “máxima colaboración” para el Consejo de Ministros de Barcelona

El Govern contestará en los próximos días a la carta remitida por la vicepresidenta Carmen Calvo

Tras la tempestad vienen los intentos por recuperar la calma. El Gobierno intenta rebajar la tensión con la Generalitat después de las duras cartas que envió el lunes amenazando con tomar el control de la seguridad en Cataluña. El Govern ha lanzado mensajes en público y en privado de que quiere calmar las aguas y el Ejecutivo responde con una carta de la vicepresidenta, Carmen Calvo, en la que en tono cordial pide colaboración para la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona el próximo 21 de diciembre y ofrece formalmente una reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Quim Torra.

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El Govern contestará en los próximos días a la carta remitida este jueves por Calvo al vicepresidente catalán Pere Aragonès solicitando una reunión. Fuentes de Presidencia sostienen que no se han movido de la posición que fijaron en la última reunión celebrada entre ambos en julio pasado: que en esa cita se debe de hablar de todos los temas sin excluir nada, en clara alusión al derecho de autodeterminación. "No se trata de hablar sino de abordarlos a fondo", afirman. "Si no se está en disposición de abordarlos a fondo no hace falta hacer reuniones", señalan las mismas fuentes. "Para eso ya están las bilaterales entre consejerías y departamentos".

En realidad el Gobierno ha ofrecido esa reunión en privado hace meses. Para La Moncloa es una muestra de normalidad institucional que Sánchez se reúna con el presidente autonómico cuando el Gobierno visita una comunidad. Es lo que sucedió cuando el Consejo de Ministros se realizó en Sevilla y el presidente se reunió con Susana Díaz. Sin embargo, Torra no admite la equiparación y quiere un trato especial.

En las últimas semanas, la Generalitat estaba pidiendo informalmente una reunión de los dos Gobiernos, no solo de los presidentes, para darle mayor dimensión a la cita. El Ejecutivo central insiste en que no se plantea ningún otro formato que no sea la reunión entre los dos presidentes, que es lo habitual. La cita no está pues cerrada, aunque los gestos de las últimas horas indican que ahora podría estar más cerca.

El Ejecutivo catalán abrió este jueves la posibilidad de que se pueda celebrar un encuentro entre Sánchez y Torra si no se limita a un acto "meramente protocolario" y tiene contenido político. Elsa Artadi, consejera de Presidencia, aclaró que la Generalitat no había recibido ninguna propuesta formal del Gobierno más allá "de los mensajes que puedan haber transmitido a través de los medios". El líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, ha pedido varias veces esta semana a Torra que acceda a reunirse con Sánchez.

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En cualquier caso los acontecimientos cambian cada día y el Ejecutivo ya no sabe a qué atenerse con una cita que se pensó hace meses para mostrar el cambio de las relaciones entre los dos Gobiernos y reforzar la política de diálogo de Sánchez, pero que se ha convertido en una pesadilla no solo de seguridad sino sobre todo política. Una imagen del Gobierno acorralado con graves disturbios en Barcelona supondría, según varios ministros consultados, una ruptura definitiva con el independentismo. En los dos sectores hay muchos dirigentes trabajando ahora para que eso no suceda.

En la misiva enviada este jueves por la tarde al vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, Calvo también solicita la "máxima colaboración" en la organización de la reunión del Gobierno, ya que los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) han llamado a dar la "batalla" ese día. La vicepresidenta también ha escrito una carta a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en la que le agradece "de antemano" su cooperación.

En la misiva remitida al vicepresidente catalán, Calvo sugiere la conveniencia de que Torra y Sánchez mantengan una reunión, "como es habitual en situaciones semejantes". "Sería conveniente", escribe Calvo, "que ambos [Torra y Sánchez] pudieran mantener un encuentro con el que retomar la senda de diálogo constructivo que debe cimentar la relación entre nuestros gobiernos".

"Se trata de una gran oportunidad para demostrarle a la ciudadanía nuestro compromiso en la cooperación y el entendimiento, lanzando un mensaje nítido en favor de la convivencia", escribe la vicepresidenta del Gobierno a Pere Aragonès. "Es por ello que pedimos al Govern la máxima colaboración en las labores organizativas de vuestro ámbito competencial vinculadas a la preparación y desarrollo de la reunión del Ejecutivo y de cuyos pormenores seréis oportunamente informados por la Delegación del Gobierno en Cataluña", continúa la misiva.

El Gobierno ha elegido la Llotja de Mar, sede de la Cámara de Comercio, para celebrar la reunión porque se encuentra en el corazón de la ciudad, y así se transmite a la gente “que su

Gobierno está ahí”, una idea en la que abunda Calvo en su carta al vicepresidente catalán. "Nuestra intención es dar continuidad a la iniciativa del Gobierno de España de acercar su labor a la realidad plural que constituye nuestro país", argumenta.

Más de 9.000 agentes, entre mossos, policías, guardias civiles y guardias urbanos, participarán en el dispositivo de seguridad que tratará de impedir las llamadas al boicot del Consejo por parte de los activistas independentistas radicales.

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