El sospechoso de matar a la española en Costa Rica afronta una condena superior a los 50 años
La Justicia dictó seis meses de prisión preventiva contra el supuesto homicida, a quien también investigan por un abuso sexual contra otra mujer horas antes del asesinato
El Ministerio Público de Costa Rica ha adelantado que pedirá a los tribunales de Justicia aplicar penas máximas contra el único sospechoso de asesinar a la española Arancha Gutiérrez el 4 de agosto en una playa caribeña Tortuguero. Más de 50 años podrían sumar las condenas posibles por el homicidio calificado y los ataques sexuales que los investigadores cargan contra el hombre de 33 años que ahora está en la cárcel por la medida cautelar dictada este miércoles por el Juzgado local.
La contundencia de las pruebas de ADN y otros elementos probatorios permiten a los fiscales imputar al sospechoso, de apellido Díaz Hawkins, “hechos muy graves que ameritan penas proporcionales, aunque los jueces serán los que tomen esa decisión final”, ha dicho a El PAÍS el jefe de la investigación, José Mena. Se basa en el Código Penal costarricense, que establece para el homicidio condenas de entre 8 y 18 años, para el homicidio calificado (con premeditación), entre 20 y 35 y para la violación un máximo de 16 años.
Díaz Hawkins, nicaragüense de 33 años, fue apresado horas después del crimen con base en reportes de personas que lo vieron ese sábado cerca del sendero boscoso donde fue hallado el cuerpo de la española. En principio el juzgado de Pococí lo dejó libre y quedó a cargo de la Dirección y Migración y Extranjería, pero este miércoles entró las celdas de la Justicia por seis meses. El juzgado recibió pruebas científicas que delatan al hombre, consideró el peligro de fuga a su país, el riesgo de agresión contra testigos y “la magnitud del daño causado”, según ha explicado el fiscal Mena. El abogado defensor de Díaz no ha apelado la medida cautelar.
“Es un hecho muy lamentable por la víctima y por sus familiares y un perjuicio de alcance social con repercusión muy grande en colectivo. Hay una afectación posible en el ámbito económico porque sabemos que el mayor sustento de las personas en Tortuguero es el turismo y con este hecho se da un mensaje de inseguridad, a pesar del abordaje pronto y correcto que hemos dado después”, ha comentado el fiscal en Pococí. La acusación formal se podría presentar en pocos meses, quizá antes de que se venza la prisión preventiva, ha informado.
La fiscalía asegura que tiene pruebas suficientes para sospechar de Díaz, más allá de los exámenes de fluidos biológicos. Aún faltan pruebas que podrían comprobar si hubo o no violación, como creen los investigadores basados en varios indicios; entre ellos, la posición en que hallaron el cuerpo de la mujer y sus ropas.
Como parte de las investigaciones y entrevistas con lugareños, la policía del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) recogió un testimonio que despierta un interés alto en la fiscalía. Se trata de un reporte sobre un supuesto abuso sexual de Díaz Hawkins contra otra turista española, en un bar de Tortuguero en la noche anterior al asesinato de Arancha. Aunque la víctima no ha presentado la denuncia, un informe indica que el sospechoso hizo tocamientos a la mujer y que fue necesaria la intervención de otras personas que estaban en el sitio.
“Estamos en pesquisas. La mujer está totalmente identificada y tenemos los mecanismos para recoger su testimonio”, ha agregado Mena, basado en el reporte que le entregó el OIJ este miércoles.
La fiscalía de Pococí investiga también otro ataque contra una turista estadounidense, quien denunció haber sido violada por el piloto de un bote mientras le daba un paseo por los canales de Tortuguero, el domingo 11 de agosto. La policía detuvo al hombre de apellidos Chaves Castillo, también de nacionalidad nicaragüense, y reforzó la vigilancia en esta zona del Caribe norte costarricense.
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